La pandemia ocasionó grandes cambios individualmente a nivel consciencia y en nuestro estilo de vida. Ha afectado la manera en la viajamos, trabajamos, conectamos, vivimos y la manera en la que nos percibimos incluso. Mis viajes existenciales y teorías del universo y la vida misma se vieron confinados a vivir dentro de 4 paredes explotando exponencialmente a realizarme cuestionamientos infinitos.
Preguntas como: ¿Qué significa ocupar un cuerpo humano? ¿Cómo afecta la imagen que tengo de mi mismo sobre lo que ven los demás de mi? ¿Qué sucede cuando la intimidad y las relaciones migran al mundo digital? ¿Y qué es lo que realmente nos hace añorar tanto el ser tocados? Fueron los que se planteó en la cabeza de la artista Ekaterina Bazhenova-Yamasaki y Resha Sharma, visionaria detrás de Fleet Ilya quienes unieron fuerzas en una colaboración que toma forma de libro, Atom.
Fue durante la primera ola de COVID-19 que Ekaterina y Resha se plantearon trabajar en un proyecto que abordara la soledad y el aislamiento a través del prisma de la sexualidad y la mirada femenina. El resultado: un libro con fotografías de cuatro “heroínas” – incluyéndose a ella misma – donde utilizan las piezas de Flett Ilya como arneses, corsets y lencería de piel en sus espacios más privados.
Atom no es su primer libro- ha lanzado ya tres parcialmente fotografiados en los moteles de Tokyo,- es una continuación del trabajo de años de Ekaterina para explorar el deseo, el cuerpo femenino, la memoria, el género, el lenguaje y la naturaleza de simplemente ver y ser visto al mismo tiempo que encuentra poder en la expresión sexual individual. Su trabajo suele estar centrado en capturar estados tanto físico como emocionales complejos que reflejen como, inevitablemente, nuestros cuerpos cuentan nuestra historia.
Establecida en el 2003, Fleet Ilya fue una de las marcas pioneras en llevar el fetiche al high fashion, creando piezas casi artesanales subversivas cuyo principal poder es el cómo te hacen sentir en tu propio cuerpo, cómo cambian tu postura, la manera en la que te ves y relaciones con el mundo, elevan tu confianza y autoestima. Y para realmente reflejar el estado mental que evocan estas piezas, se incorporaron textos de Beata Duvaker, transformando el pensamiento y sentir de cada una de las protagonistas en poesía fragmentada.
El libro se basa en el tema de la liberación y estar en el ojo, ya sea de uno mismo o un observador. Un choque interesante de la percepción general de restricción que generalmente está vinculada a arneses y cuero. El resultado fue la documentación de una experiencia que evoca una sensación de estar a cargo y de autoliberación. Aprender cosas sobre ti mismo y cómo estar presente con tu cuerpo.
Atom es un reflejo del cambio de mentalidad que todos experimentamos durante la pandemia. La intimidad y las relaciones se extienden cada vez más al ámbito digital, sin embargo nuestros cuerpos desnudos y pezones siguen siendo censurados cada vez que subes una foto que no cumple con “las normas de la comunidad”. Por lo que es de vital importancia seguir creando espacios de representación auténtica centrados en la mirada femenina y el espectro multidimensional de la sexualidad.