El motto usado dentro del código de conducta corporativa de Google inicialmente fue alguna vez el famoso “Don’t be evil”. Este cambiaria dentro de la reorganización con la compañía padre, Alphabet, a “do the right thing” mientras que el “don’t be evil” se traduciría a un uso de lenguaje icónico dentro de la cultura corporativa. En Abril del 2018, el código de conducta cambiaría a una especie de conclusión, más que una frase con “And remember… don’t be evil, and if you see something that you think isn’t right – speak up!”.
Se siente fuera de tiempo indagar en lo que hace Google actualmente, más con un Internet tan público y con eventos a-la-apple-keynote como la presentación I/O que anualmente presenta las novedades de la empresa. No obstante hay una cultura interna en Google y una serie de desarrollos que no se evidencian de la misma manera.
¿Qué sabemos en 2019 de Google? Están poniendo gran énfasis en el machine learning, en el inteligencia artificial (AI) y en el internet of things (IOT).
Basta pensar en el I/O de este año, donde Google anunció actualizaciones para Lens, el sistema de gestión administrativa Duplex, Live Relay, Project Euphonia y más proyectos relacionados. Inesperadamente unas semanas después llegaría una actualización a los Google Glasses. ¿Por qué no fueron parte de la presentación o comunicación?
Este mismo tipo de dinámicas se hacen notar en el sitio web de Google, que exhibe una serie de materiales y herramientas que parece solo estar ahí para la exploración. Parecido al vasto mundo digital que existe para mercadólogos y anunciantes en plataformas de Google, con contenidos y asistencia extremadamente dedicada, algo obvio dado que la empresa tiene su primer canal de ingresos por este medio.
Dentro de los materiales que se pueden ver adentrándose a esta red de sitios web, hay artículos editoriales, video conferencias, entrevistas, herramientas, presentaciones, docu-series y más.
Proyectos como la alianza Google con WWF, está enfocada a 50 especies animales en estado de extinción. Usando AI, analytics avanzados, predicción de tendencias y aplicaciones web, se busca generar una fuente de datos fehaciente, conectando información de usuarios con conservacionistas. ¿Por qué proyectos de esta ambición no han encontrado tanta visibilidad? Se podría argumentar, que la estrategia de Google no está necesariamente en la exhibición, pero aún así no hay un trazo claro en la exposición de estos contenidos.
“Si surgen oportunidades que puedan hacer que sacrifiquemos resultados a corto plazo, pero que estén en el mejor interés a largo plazo de nuestros accionistas, aprovecharemos esas oportunidades. Tendremos la fortaleza para hacer esto. Solicitaríamos a nuestros accionistas una visión a largo plazo.”
Así habla la 2004 Founders’ IPO Letter que de manera orgullosa presenta Google en medio de su red de sitios informativos.
Considerar así el fin real de estos proyectos o siquiera de su presencia en sitios es lo complicado. Entre los que juegan en la extraña línea de promoción comercial y contenido real, está el docu-serie Search On. Esta se postula como una serie enfocada a diagnosticar la actualidad, su relación con productos o filosofía Google y mostrar los perfiles de la gente que encarna esto.
Las historias incluyen a un padre creando, por medio de un tutorial de Youtube, una prótesis ocular para su hija, una tribu en el Amazonas usando celulares viejos y machine learning para escuchar tala ilegal a sus alrededores y una artista agorafóbica fotografiando el mundo por medio de Google Earth.
¿Pero qué pasa con estos desarrollos que si bien no son ocultos son radicalmente efímeros en su intención? Recordemos la sensación que causaría Deep Dream 2015, el programa de machine learning y data mining.
Este programa usando redes neuronales convolucionales buscaba intensificar patrones en imágenes por medio de algoritmos de pareidolia para crear imágenes alucinógenas en su procesamiento. Si bien el proyecto parecía interesante y se viralizó rápidamente, sin más desaparecería la herramienta web, con un silencio absoluto sobre su verdadero objetivo o el porque cesaría de estar abierta al público.
Más allá de esto, lo realmente oculto. ¿Qué hace Google en las sombras? No tenemos ni idea, pero los leaks ayudan.
Apenas en Agosto del año pasado empezaron a circular noticias sobre una de las protestas internas más grandes en la historia de la compañía. Las protestas, extrañamente tuvieron que ver con más que una sola demanda.
Parte de las exigencias, dirigidas a una necesidad por mayor transparencia interna, sobre la confrontación dada en un proyecto apodado Dragonfly, que traía a la mesa serios cuestionamientos éticos. Este desarrollo, un buscador censurado para el mercado chino.
El problema para los empleados, más allá de una revisión del proyecto, estaba en la manera en que las jerarquías, los accesos a información y el nombramiento de ombudsman o “defensores del pueblo” están siendo manejados. Esto aparte de la obvia evaluación ética de proyectos como el anteriormente mencionado o Maven, proyecto de Google en contrato con el Pentágono para crear tecnología de drones asistidos por AI.
“Si bien apoyamos y nos unimos a los Googlers preocupados para resistir este esfuerzo, debemos ser claros: los empleados individuales que se organizan contra el último proyecto dudoso no pueden ser nuestra única salvaguardia contra las decisiones no éticas. Esto equivale a una ética insostenible. asume que los empleados conocen un proyecto para empezar “.
Así descrito por la carta de demandas por parte de los empleados en Google, justamente hablando de que el problema de los proyectos “ocultos” de la empresa, no corresponde a un público deseoso de conocer las políticas, procesos y proyectos internos de una empresa privada, sino en la extraña manera en la empresa ha demostrado manejar estos temas tanto con el público como con sus internos. Para muchos empleados Dragonfly llegó con noticia al mismo momento que al público.
Ante el problema, Google reacción con la publicación abierta de sus guidelines éticos para trabajar con AI. Esto propio al estilo de la empresa de comunicación digital supuestamente en una cultura abierta. De esta manera ignorando, lo evidenciado en los secretos guardados entre empleados y el extraño tratamiento de los mismos.
La carta continúa enmarcando el problema de raíz “¡No es así como hacemos las cosas!, Traiciona esta cultura de franqueza y transparencia que les gusta fingir que tenemos”. Continuando la examinación necesaria de un proyecto como Dragonfly, que con un trazo claro o no existe como opuesto a lo que la compañía pretende promover.
El primero de Noviembre del 2018, siete empleados de Google organizarían una propuesta masiva apodada Google Walkout for Real Change. En esta 20,000 empleados y contratistas de la empresa en alrededor de 50 ciudades aseguraron dejar sus puestos para manifestarse en contra de la manera en que la compañía ha atendido alegaciones de abuso sexual.
A pesar de que esta protesta está orientada a lo que es descrito como un patrón “desenfrenado de sexismo y racismo”, a esto se le han sumado demandas de frustración con la cultura corporativa, los contratos gubernamentales poco éticos y la falta de transparencia.
De esta manera es claro que tanto en conferencias de carácter mediático como I/O, los extraños laberintos web de su página corporativa e internamente, la cultura abierta de Google, no existe. En su lugar, hay una preocupante manera en que la compañía aborda sus desarrollos y problemas, como moviéndose cautelosos e inseguros en sus decisiones administrativas. Esto mientras es una de las compañías más influyentes en nuestras vidas diarias.