// Por: Diego Galán

jue 10 enero, 2019

En #WARPWatches visitamos diferentes tipos de new media para revisar el presente de la industria y discutir las propuestas a manos de los creadores de contenido.

El pasado 9 de enero, iTunes cumplio 18 años de su lanzamiento, hoy el software es un extraño híbrido y permanente herramienta en nuestros dispositivos Apple, aunque su uso ha sido minimizado. Es una aplicación que vive junto a iTunes Store y Apple Music, servicios que, de alguna manera, siguen llevando a él.

Sobre el lanzamiento de iTunes en 2001, Steve Jobs presentó al proyecto detrás de bambalinas como una alternativa formal a las grandes disqueras para aceptar y unirse a la revolución de la música digital. Para los consumidores, se presentó como una iniciativa para llevar más gente a esta revolución por medio de una interfaz simplificada. Jobs aceptó que Apple estaba jugando a “catching up” con este tipo de sistemas, conociendo bien el panorama de la piratería a través de P2P y el principio del torrenting.

l discurso público de iTunes como vanguardia, fue de unirse ante una nueva industria de consumo musical por medio de la digitalización de CD’s a computadoras, MP3’s y playlists, donde la área de oportunidad era por una aplicación multimedia mucho más amigable. En realidad, esto también era cierto. iTunes encontró éxito no solo en lo obviado por sus logros, como 70 millones de canciones vendidas en el primer año, pero también al convertirse en un accesorio de muchos de los consumidores de piratería que trataban de transformar. El software logró legitimar el consumo de música digital, pero también se volvió un importante útil en otras formas de piratas cibernética, algo que hoy existe en conjunto con su legitimidad para un mercado más pequeño.

 

La epidemia del audífono blanco

Desde su lanzamiento, Apple anticipó los cambios del uso de la tecnología, aplicando su típica estandarización en la experiencia de sus consumidores. Desde el inicio el “media player” estaba acompañado por el mencionado iTunes Store como surtidora de contenido. En octubre del mismo año lanzaron el iPod como acompañante físico a este software y años más tarde el pipeline de consumo musical digital estaba marcado de principio a fin por Apple. Descubres, compras y escuchas con Apple. La epidemia del audífono blanco.

Para 2010, iTunes ya era el más grande retailer de música en el planeta. En el estilo de la marca, se hacía cada vez más ambicioso con servicios como genius, radio y match que lamentablemente nunca encontraron sincronía con su consumidor.

Culturalmente, iTunes marcó la pauta del consumo digital como uno desparecido desde los años cortos del CD que regresó el poder al álbum. La música se dio cabida para la personalización a través de la idea del “mixtape” minuciosamente curado por el usuario. Solo hasta la llegada del streaming, el ocaso de iTunes llegó. El streaming desapareció los conceptos de compra, de la acumulación de una biblioteca, de novedad vs back-catalog. Se volvió la comunicación directa de las disqueras con su promoción, de la dilución de la “posesión” de música como algo que no es ni del consumidor, ni del distribuidor, ni limitado por las disqueras.

El ocaso, vía el streaming

Para esto, la evolución espiritual y necesaria de iTunes llegó con Apple Music. El software se volvió un cascarón inútil, pero inescapable. En los años que han venido, el streaming se sigue ajustando y la audiencia que aún usa reproductores dedicados a la música de bibliotecas personales es un nicho. El valle dejado por la ausencia de los conceptos de uso de iTunes, de la privacidad, la posesión musical y la curaduría íntima de una biblioteca personal existe, parte en compras de música, parte en streaming, parte en piratería. El vinil retomó su lugar como máximo valor estético del consumidor y iTunes en una alternativa estándar para estos conceptos en el mundo digital.

A 18 años del lanzamiento del software que aceptó y legitimó el consumo musical moderno, los núcleos de consumidores no han cambiado en absoluto, pero sí las herramientas que utilizan para sus necesidades personales. En los compromisos que creó Apple por ser líder en medio de la revolución cultural, su herramienta hoy es un retorno al consumidor que trato transformar.