En años anteriores, cuando se pensaba en la escena musical canadiense, generalmente venían a la mente artistas pop como Avril Lavigne, Celine Dion, Nelly Furtado o Bryan Adams. En un nivel menos popular, podíamos recordar a grandes músicos como Neil Young o Leonard Cohen. Sin embargo, a finales del siglo pasado, la escena musical canadiense irrumpió con propuestas contundentes que nada tenían que pedirles a sus similares norteamericanos y británicos. Feist, Stars, Broken Social Scene, Metric y Tegan And Sara son tan solo algunos ejemplos de lo que comenzaba a gestarse y que en la actualidad son artistas reconocidos en todo el orbe. A pesar de que Arcade Fire, muy a su modo, ha procurado mantener un bajo perfil, es innegable que el reconocimiento a su música los está transformando en una banda de estadio. El colectivo se encuentra en el límite de perderse en la masificación de su propuesta –com Kings of Leon y Coldplay- o continuar trabajando como hasta ahora lo han hecho.
El secreto detrás del éxito de los de Montreal, no es nada complicado ni tiene nada misterioso. Como lo reveló su baterista, Jeremy Gara, en entrevista para WARP MAGAZINE, el secreto está en mantener la honestidad y recordar que su trabajo es como cualquier otro.
Jeremy Gara: “En Arcade Fire tenemos la ventaja de que somos tantos, que tenemos muchas y distintas maneras de expresarnos y divertirnos. Somos como pequeños clanes dentro de una gran comunidad. Sin embargo, en ocasiones es inevitable tener esas batallas psicológicas de querer estar solos por un momento, sobre todo cuando estamos tanto tiempo de gira. En realidad, nunca hemos tenido problemas con eso, porque somos como una familia y nos llevamos muy bien entre todos. Incluso, cuando no estamos de gira o estamos de vacaciones, pasamos tiempo juntos. Esto es algo natural en Arcade Fire, pero desafortunadamente, muchas bandas que conozco sólo están juntas cuando se presentan en vivo, y después pueden pasar meses, incluso años, sin verse, sin hablarse. Para nosotros es más importante mantenernos unidos, como una familia, porque creo que una banda debe partir de eso, en vez de integrar una banda y luego convertirse en amigos. Para nosotros no es cansado pasar tiempo juntos, porque nos preocupamos de que todos estemos bien”
Jeremy conocía a los integrantes de Arcade Fire años antes de que se uniera a ellos y, de hecho, ya lo habían invitado a ser parte de la banda, pero no podía porque estaba en otros proyectos. Cuando decidió ser parte del grupo, Jeremy estaba terminando una gira por Europa, con una banda de Wisconsin. Poco después de integrarse, salió de gira promocional del Funeral y, desde entonces, se ha mantenido como un miembro fijo. Las condiciones de trabajo desde aquel tour, al más reciente, han cambiado considerablemente.
Jeremy Gara: “Durante la primera gira del Funeral compartíamos las camas. Recuerdo que viajábamos en una camioneta y sólo podíamos pagar dos habitaciones de hotel, así que dormíamos tres de nosotros en una sola cama, para ahorrar dinero y seguir adelante con el tour. El éxito sucedió rápidamente, y la verdad es que no estábamos listos. No fue sino hasta Neon Bible que comenzamos a considerar pagar habitaciones individuales. Hoy, afortunadamente, las cosas están saliendo bien, la gira está siendo todo un éxito y tenemos un día libre para hacer lo que queramos; y cada uno tiene su propia habitación”-
Historias del sorpresivo y veloz éxito al que se refiere Jeremy han terminado con otros grandes proyectos musicales, ya sea por temor o por exceso de confianza. Pero, en Arcade Fire, el éxito se enfrenta de manera diferente.
Jeremy Gara: “En Arcade Fire no somos estrellas de rock; no nos gusta salir de fiesta, nadie en el grupo está soltero o soltera y preferimos tener actividades diferentes a las del típico rockstar. ¡Creo que somos más como un grupo de iglesia! Para mí, el concepto “rockstar”, en sí, todavía existe; y es un tanto importante que exista, que se dé ese misticismo alrededor de los artistas; es positivo permitir que las personas se imaginen cómo son los artistas y dejar en el aire la duda de si son así o no en su vida diaria. En nuestro caso, nuestra vida no es tan complicada ni tan interesante como lo puede ser la vida de una estrella de rock. Me parece que existen bandas que exageran, que están más preocupados en ser estrellas de rock que en su música, como Kings Of Lion. Por otro lado, tienes a rockstars como Bono y me parece genial las formas en que se maneja su personaje arriba y abajo del escenario, pues entiende que no puede comportarse igual en situaciones distintas.”
La conducta a la cual se refiere el baterista, ha detonado cambios sociales importantes a lo largo de la historia de la música. Por mencionar solo uno, podemos recordar que, en la década de los setenta, el punk en Reino Unido desencadenó una serie de protestas contra el modus vivendi de la realeza, en comparación con las condiciones de supervivencia de la clase obrera. En nuestros tiempos, son pocos los que creen que estos cambios sociales ocurran de nuevo a partir de la letra de una canción o la opinión de figuras públicas del entretenimiento.
Jeremy Gara: “A mí me parece que la música puede detonar cambios importantes, porque el ser humano, por instinto, está programado para disfrutar de la música: somos seres musicales. En el caso de las bandas de rock y de la gente famosa en general, al estar en una posición privilegiada, creo que debemos adoptar una postura o tener una opinión respecto a algunos temas importantes, así como involucrarnos en ciertos asuntos. En nuestro caso, trabajamos con la organización Partners In Health, a la que donamos un dólar por cada entrada que vendemos en nuestros conciertos. Esto es muy fácil de hacer para nosotros y no veo por qué no debamos hacerlo, si estamos en una posición privilegiada. Devolverle a la gente, a la sociedad, algo de lo que nos han otorgado, es una responsabilidad justa para las personas famosas, millonarias. La vida no se trata solo del ‘nosotros’, sino de lo que puedes hacer por los demás.”
En ese ciclo de dar y recibir, Arcade Fire ha logrado colocar tres joyas musicales que se han caracterizado por ser demasiado personales e introspectivas en lo lírico, por una parte, y por no coincidir musicalmente con géneros en boga.
Jeremy Gara: “Cuando estábamos de gira con Funeral, artísticamente fue una época de catarsis para sanar el dolor de los familiares fallecidos, pues esa fue la inspiración para escribir ese disco. Regresamos de la gira para pasar Navidad con nuestras familias y, al término de esas vacaciones, reiniciamos el tour. No paramos sino hasta la grabación del Neon Bible, que es un álbum oscuro porque los tiempos que vivíamos eran de mucha incertidumbre y escándalos políticos, como las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Afortunadamente, después de la gira del segundo disco, nos tomamos un respiro que sirvió de inspiración para The Suburbs, porque disfrutamos de nuestras familias de Montreal; así cuando entramos al estudio de grabación, todos estábamos frescos y descansados. Este último disco refleja ese periodo de confusión y cambio, de sentimientos no necesariamente buenos o malos… más bien, sin dirección alguna. En lo personal, siento que este álbum es menos melancólico que los anteriores.”
La breve discografía de los de Montral ha sido conceptual en sus primeras dos entregas, a diferencia de The Suburbs, que es una producción un poco más abierta, sin hilo conductor evidente, como es el caso de Funeral y Neon Bible.
Jeremy Gara: “Todas son diferentes porque no tenemos reglas acerca de escribir o el tipo de música que vamos a componer, lo que es otra de las cosas que hacen de Arcade Fire una banda afortunada. Creo que los tres discos son totalmente diferentes entre sí. Musicalmente, puedes escuchar una gama muy amplia de géneros en cada producción, pero siempre sabrás que se trata de Arcade Fire. Cuando estamos en el proceso de crear algo nuevo, no acostumbramos escuchar lo que grabamos anteriormente. Creo que The Suburbs sigue sonando a Arcade Fire, pero en un momento en específico: ese cuando nos reunimos y nos encerramos en un cuarto para dejar que las canciones nacieran. The Suburbs se convirtió en una gran colección de canciones salvajes, aunque no es tan oscuro y pesado como Neon Bible, y tampoco tiene grandes arreglos orquestales, sino que se concentran en sintetizadores y guitarras. Es bueno no preocuparse de la manera en que, al final, se escuchará el disco, o predisponerse a un sonido que tal vez no sea natural para el momento del grupo.”
Como todos sabemos, el momento de conocer si una banda es realmente buena o no, es durante una de sus presentaciones en vivo. A diferencia de muchas agrupaciones que suelen reproducir a la perfección lo hecho en el estudio, Arcade Fire se caracteriza por tocar siempre como si fuese su último concierto. Musicalmente, dan a cada uno de los instrumentos su lugar y procuran que todos se escuchen igual de bien. Todo esto se convierte en una ola de energía contagiosa, entrega y constante comunicación con la audiencia.
Jeremy Gara: “La energía tiene mucho que ver con el público con que está presenciando el concierto. Ver a una banda que está disfrutando de lo que hace en vivo, es algo muy especial e inevitablemente se refleja en el ánimo de las personas. Hay bandas que salen de gira y tocan exactamente lo mismo, de la misma forma, noche tras noche. Si las personas perciben que tu presentación es emocionalmente honesta, reaccionarán de igual manera. Y creo que cualquier banda puede lograr esa conexión con las personas; he estado en conciertos en lugares pequeños, a los que han asistido diez personas, y también en conciertos de estadio, y al final toda la responsabilidad del artista se reduce a su manera de canalizar la energía; aunque actualmente también existen bandas que sólo se preocupan por verse bien arriba del escenario.”
Más allá del desgaste físico de un músico que se encuentra de gira por más de un año, el desgaste emocional va mermando el nivel artístico. Los cambios de alineación han sido parte de la historia de Arcade Fire y, en siente años, se cuentan seis exintegrantes, por lo que debemos entender que el éxito comercial no asegura un largo futuro a la agrupación canadiense.
¡Esa es una pregunta difícil! Hemos bromeado sobre eso y hemos visto en vivo a esas bandas “viejas”, como los Rolling Stones y Bruce Springsteen, y algunos de ellos siguen siendo muy buenos en vivo; pero también hay bandas, como Eagles, que son tan aburridas, que percibes que lo hacen sólo por el dinero. En nuestro caso es diferente. Cuando lleguemos al punto en que ya no disfrutemos tocar en vivo, creo que será el final para Arcade Fire. La banda está creciendo mucho, porque estamos llenos de energía creativa, y mientras concibamos eso seguiremos adelante. Finalmente, el 10 de octubre próximo, Arcade Fire tocará suelo mexicano. Los rumores del por qué no vinieron con Funeral han estado a la orden del día. Uno de los más sonados es aquel que afirma que el grupo se caracteriza por ser racista.
Jeremy Gara: “¿En México creían que no íbamos porque somos racistas? ¡Desde luego que no es verdad! ¿Quién pudo haber inventado eso? Nosotros nos tomamos las giras con mucha calma y paciencia. Existen muchos lugares en los que nos gustaría presentarnos en vivo, pero que desafortunadamente nos ha sido imposible visitar. Por ello, para esta gira tuvimos como prioridad ir a México y nos aseguramos de que así fuera: nos presentaremos en Monterrey y Ciudad de México, y estamos tratando de abrir dos fechas más. La gente puede decir lo que quiera –aunque me gustaría que no creyeran todo lo que se dice por ahí– pero les aseguro una cosa: la espera valdrá la pena.