Dentro del marco del Mes del Orgullo LGBT+ y en camino a la 41 Marcha, una serie de contenidos que resaltan tanto la lucha como la inclusión, de esta comunidad en la cultura popular y en la materia de lo social.
Es interesante el caso de la historicidad y documentación en la comunidad LGBT+. Es claro que hoy, nos enfrentamos a una problemática relación histórica, a consecuencia de su inherente marginación.
En construir las referencias fundamentales al movimiento, hay una urgencia, pero también una triste realidad donde se evidencia a veces el desenlace trágico, el enfoque reduccionista o la sorprendentemente reciente naturaleza de sus logros.
Con esto en mente, parece importante definir algunos de los momentos históricos, las figuras significativas y los símbolos claros de la contemporánea historia de la comunidad LGBT+, para contextualizar lo que hoy entendemos como un esfuerzo por construir una inclusión, algo que no pasa sin memoria y crónica.
Quizá el suceso de la historia reciente de la comunidad LGBT+ más obviado, pero no por eso uno menos importante, es Stonewall. Este se refiere a una serie de demostraciones violentas por parte de la comunidad, en contra de una redada policiaca, en la madrugada del 28 de Junio de 1969 dentro del establecimiento Stonewall Inn y los alrededores de Greenwich Village, vecindario de Manhattan, Nueva York.
El suceso contextualizado, por una sociedad civil drástica en su tratamiento de la comunidad LGBT+. Esto no solo encarnado por las duras sanciones legales a cualquier actividad relacionada con la comunidad, pero agravado por las constantes redadas policiacas a los pocos establecimientos que albergaban a las personas abiertamente homosexuales o fuera de lo heteronormativo.
Mientras que Stonewall, se postulaba como uno de los pocos “bares gay” en Nueva York, era también un espacio controlado por la mafia. Está veía ahí, una una oportunidad de negocio en una clientela, que además de sobre-cobrar, podía extorsionar.
Las revueltas que inicialmente comenzamos el 28 de Junio, serían una detonación exacerbada al constante abuso por parte de las autoridades, en medio de un vecindario que se había vuelto partidario a la comunidad LGBT+, así el despertar comunal frente a la opresión.
El significado histórico de Stonewall, no está en su violencia, pero en marcar el precedente a la demostración pública y las marchas de orgullo LGBT+.
Junto con el Society for Human Rights en Chicago, The Mattachine Society es de las primeras organizaciones en defensa de los derechos de los homosexuales en los Estados Unidos. La organización fue administrada por el laborista y comunista, Harry Hay, quien pretendió unir a un grupo de sus amigos en Los Ángeles, para defender y mejorar los derechos de los homosexuales.
La idea fundamental, la creación de un grupo internacional de fraternidad, una organización de servicio y bienestar. Esta sería concretada en 1950, con el apoyo financiero de Rudi Gernreich, el diseñador austriaco, quien sería pareja de Hay.
El contenido del documento llamado “The Call”, donde Hay, delimitó los principio de la organización, fue considerado tan radical para su momento, que el tratamiento del mismo fue amenazado y trabajado en confidencialidad por mucho tiempo.
Después de años de impulso, Hay fue capaz de reunir y bautizar al grupo como Mattachine Society, en inspiración a las sociedades secretas de la Francia medieval, donde hombres enmascarados se sentían habilitados por el anonimato a criticar a los monarcas con impunidad.
Con una serie de células y enmiendas, Mattachine se expandió de manera organizada y peleando por derechos de los homosexuales de las maneras más simples, como organizando “sip ins” en Nueva York. Acto que consistía en entrar a un bar, anunciar que se era homosexual y esperar a ser atendidos. Esto en un tiempo donde pocos establecimientos daban servicio a este grupo. El legado de Mattachine, queda en la propuesta organizada de acciones activistas.
El primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos. Harvey Milk fungió como miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco, siendo el político más activo, respecto temas de activismo correspondientes a la comunidad LGBT+.
Aunque el tiempo desempeñando dentro de cargo público fue corto, su contribución sería tan significante, por la manera de gestionar temas de política LGBT+ de manera tan abierta y pública. Esto evidenciado por el patrocinio a legislaciones, que buscaban vetar la discriminación en alojamientos públicos, vivienda y empleo por motivos de orientación sexual.
Aunque la historia de Harvey Milk, término trágica con su asesinato y el de George Moscone, un político Demócrata, también partidario de la diversidad, la historia de Milk es recordada como un mártir en la comunidad gay, a parte de ser una cara definitiva en el activismo legislativo por la comunidad.
La británica, conductora de motorsport y piloto durante La Segunda Guerra Mundial. También conocida como la primera mujer transgénero, en someterse a cirugía de reasignación de género.
Mientras su historia ha sido víctima de la complicación, su biografía da detalles de una vida envuelta en diferentes conflictos sociopolíticos, ambientes hostiles e informa la manera de sobrevivir bajo una identidad reprimida, en medio de una sociedad lejana de siquiera comprender esto.
La historia de Cowell, tiene un punto crítico en 1948, donde por diagnóstico de su terapeuta se le fue revelado tener una “mente inconsciente predominantemente femenina”. Así naturalmente peleando con una vida tradicionalmente masculina.
En 1950, Cowell comenzó a ingerir estrógeno, aunque siguió viviendo como hombre. Fue hasta que conoció a Michael Dillon, la primera persona en someterse a cirugía de reasignación de mujer a hombre en Gran Bretaña, que se convenció en empezar un arduo proceso legal, físico y psicológico, que le permitiría volverse mujer. Mientras que pasó el final de su vida como reclusa, permanece en la memoria popular como una historia de resiliencia, valentía y pionera.
Gilbert Baker, el artista y activista americano, mejor conocido por el ser el diseñador de la Bandera LGBT. Este sería el artífice del icónico símbolo que engloba al movimiento internacional LGBT+. Tiene su origen en 1978, cuando Baker usaría originalmente la bandera en las marchas de orgullo en San Francisco, culminando en su montaje en el Centro Cívico de la ciudad.
La aspiración de Baker, era reflejar la diversidad de su comunidad, al mismo tiempo de ser una conjunción simbólica de lo que para él representaba históricamente el grupo.
El diseño de Baker, que originalmente integraría estos colores extra, sería cambiado a lo él se refiere como una “versión comercial”, hecha así porque facilita su producción para comercialización.
Aunque la bandera, puede existir hoy de manera superficial para muchos, para el momento en que Baker la idearía, sería crucial para la definición del movimiento LGBT+ en el mundo contemporáneo.