#WARPPresenta God Save The Queens: Entrevista con Select Ishtar

// Por: Ernesto Cruz

lun 19 junio, 2023

Texto de Fabiola Álvarez @soyphabs y Ernesto Cruz Yáñez @joernie9607

Fotografías de David Barajas (@daviddbarajas) y Daniela Méndez (@ladanisela)

Asistencia de fotografía de Fabián Mecate (@_mecate)

Coordinación de locación de Valac (@valac_dj_)

Locación: El Pasagüero

 

Hacerlo siempre con amor. Es el mantra bajo el cual se rige Select Ishtar para vivir el drag… Su drag. Ella es el vínculo entre la pasión y una industria cada día más demandante. Su propuesta: la ensoñación que converge la infancia, la fantasía, el glamour y la narrativa. Siempre fuera de la caja, Select Ishtar es una fuerza creativa imparable porque se fundamenta en despojarse de límites y l prejuicios con tal de llevar sus ideas hasta las últimas consecuencias.

En la expresión maximalista de la feminidad encuentra el camino para ser libre. No busca espacios, los crea. No busca la aprobación, busca ser feliz; y en un mundo regido por el corporativismo hasta en las actividades vinculadas con lo lúdico y la estética, ser feliz y compartirlo con el mundo es Punk.

Ella es la segunda protagonista de nuestro especial God Save The Queen(s) del mes de junio. Un trabajo editorial dedicado a conmemorar y celebrar a la comunidad LGBTQ+, esta vez desde una de tantas luminosas trincheras: la cultura drag en México.

Bienvenido seas a la visión de Select Ishtar. 

 

 

¿Cómo definirías tu drag? 

‘’Pues la verdad creo que mi drag es la verdadera expresión de quién soy, o sea, cuando hago drag  es como dar a conocer los sueños y la manera artística que desde que soy niño no había podido liberar.. Es el espacio seguro en el que realmente soy quien soy y ya, no me gusta  encerrarlo en ideas cerradas o finitas porque siento que todo lo que sale de mi mente es parte de Select’’.

 

¿Recuerdas cuál fue el momento exacto en el que decidiste que querías hacer drag?  

‘’Sí: en la adolescencia veía un programa junto a mi madre llamado Ru Paul’s Drag Race y ella decía que yo lo veía de una manera diferente, como si me quisiera meter a la pantalla, como si quisiera ser una de las participantes. Al principio no lo entendía pero realmente admiraba todo lo que hacían.

Para mi era importante porque era de los pocos espacios donde podía ver a gente como yo, de la comunidad, siendo felices haciendo lo que aman: en una pasarela, en el baile, en el canto, en el modelaje, en la actuación… No se veían amenazados por ser ellos mismos.

También se mezcló con mis intereses por el diseño de moda y la conceptualización a gran escala: de personajes, mundos enteros… 

Mi mamá es costurera, así que cuando le dije que iba a hacer drag, me dijo que no podía verme chafa, que todo tenía que estar a mi medida; y eso fue mi motivación para mejorar mis habilidades como diseñadora y costurera, lo que me dio un mundo de posibilidades porque si bien sí he mandado a hacer algunas piezas, ya no me tengo que limitar con mi visión: me he hecho vestuarios con $100, con el material comprado en Tepito y luego de exprimir los materiales lo más posible. 

Claro que siempre hay margen de mejora en la técnica pero eso ya lo descubro sobre la marcha. Si lo puedo imaginar, lo hago y ya’’.. 

 

Creo que al menos en México, el camino para triunfar en el Drag está muy marcado: inicias con contenido en redes, subes tus números, te acercas a la vida nocturna, subes tus números en redes, audicionas para algún concurso mainstream y si quedas y te va bien, puedes cobrar mejor en la vida nocturna y si tienes suerte, te empiezan a invitar a otros espacios. 

¿Consideras que deberían existir otras rutas alternas para el éxito en el drag? O al menos para hacerlo redituable.

‘’Sí, totalmente; y eso que siempre he sido partidaria de crear mis propios espacios y buscar más allá de la vida nocturna, aunque claro, también he audicionado para esos concurso aún sin éxito, pero porque sé que son las mayores plataformas de exposición. 

En mi caso, al ser mi drag una expresión total de género, es fácil que se asuma como un disfraz o que se exotice, y eso origina que crean que solo servimos para un tipo de entretenimiento; incluso si desde el drag se puede incursionar en la música, por ejemplo. 

Y es cuando dan por hecho que nuestro Arte solo es para la comunidad LGBTQ+ o para públicos 18+, aunque nuestro performance sea perfectamente adaptable a cualquier tipo de audiencia. 

Hago drag, es obvio; pero si me dieran la oportunidad, me gustaría ser catalogada solo como una artista que ha elegido cierta disciplina para desarrollarse, y que a partir de ahí nos abran espacio en plataformas y medios más universales, como a cualquier cantante o actor’’. 

Está claro que el Drag atraviesa un boom mediático en México que ha atraído la atención de cientos de miles de personas, por lo que me gustaría saber si consideras, por lo que ves en tus compañerxs de profesión, si se ha perdido el rumbo y lo artístico dejó de ser la prioridad y ahora lo más importante son los números, la fama, el ego… 

‘’Creo que eso se nota de inmediato y al menos hasta ahora, es algo que yo afortunadamente no he visto. Pase lo que pase se ve que mis compañeras lo hacen por amor y pasión, que se entregan en cada oportunidad, incluso aquellas que primero se acercaron a ese universo como influencers o figuras públicas y ya después lo llevaron a la expresión performática de su drag. 

Creo que al final los números pasan a segundo plano porque es tu propuesta y tu desempeño lo que llaman la atención. Obviamente hay drags que merecen más atención mediática de la que tienen pero al final es la conjugación de varios elementos y no a todas se les dan al mismo tiempo. Muchas drags que ahora son increíbles empezaron siendo no tan buenas; pero el trabajo y la perseverancia fortalecen tus virtudes. 

Y todo lo que sube tiene que bajar, así que cuando pase el boom mediático, ahí también nos daremos cuenta de quién está por pasión y quién por fama; pero insisto, esto es tan mágico que enamora a toda persona que se da la oportunidad de conocerlo’’.

A pesar de que la escena de la Ciudad de México es la más grande del país y por lo tanto, el mercado más sólido, ¿qué tan difícil es concretar oportunidades laborales aquí? 

‘’Es muy difícil. Primero por lo que comentas: al ser la escena más grande, debe existir algún filtro y el primero es el de los números; entonces, si no tienes tantos seguidores, no te consideran. 

De cierto modo creo que desde mi trinchera he cuestionado eso al crear y gestionar mis propios espacios pero sí, he sido rechazada por no ser tan mediática todavía. Imagínate ser una drag que va iniciando en esto: sus posibilidades son mínimas mientras no crezcan sus estadísticas, y aún así, incluso si logras acceder a un trabajo en la vida nocturna, son muy mal pagados: 800 pesos por noche, sin considerar el tiempo invertido previamente, los pasajes, las comidas… Al final trabajas unas 18 horas entre que te preparas y hosteas los antros o fiestas. 

No solo se trata de si es difícil concretar oportunidades, sino también de las condiciones que ofrecen. Digamos que la única manera que existe para que traten con dignidad tu trabajo es aparecer en uno de los concurso mainstream’’. 

 

¿Y consideras que estos espacios aportan algo más allá de la exposición mediática? Es decir: que tienen una influencia en lo artístico, cultural, social… 

‘’En lo social, sí, definitivamente. Ha cambiado la aceptación del público hacia nosotras, en parte porque ahora saben la difícil vida que llevamos y todo lo que implica con o sin la peluca. 

En lo estético también, porque como yo, es el referente primer referente de muchas personas a las que ver Ru Paul o La Más Draga literalmente les cambia la vida; aunque creo que hoy en día ya hay muchas otras referencias de donde nutrir tu propuesta: la moda, las editoriales, la fotografía, el mundo del maquillaje, el cine… 

 

¿Y no crees que el hecho de que las competencias sean el principal referente, eventualmente promueve una cultura de la competencia en todos los espacios? 

‘’Por supuesto. Y es que si bien creo que el drag es lo más importante para todas, también es real que como en cualquier industria del espectáculo, los egos salen a flote y la comunidad se empieza a segmentar hasta el punto que deja de importar que debajo de la caracterización hay una persona con emociones y pensamientos. Se emplea demasiada energía en demostrar quiénes son las mejores o los círculos más exclusivos y eso afecta que funcionemos en unidad’’. 

¿Tú cómo haces para lidiar con el ego? 

‘’Creo que al principio sí me movía hacer drag para figurar, para ganar la aceptación de la gente; pero de un tiempo para acá me ayudó a enfocar mi drag en que me guste a mi antes que cualquier cosa. De hacerlo por mi, porque no sabría hacer otra cosa, porque sin el drag me sentiría muerta en vida. 

Soy yo quien se marca sus propias expectativas, y eso -paradójicamente- hace que me sienta feliz en una industria tan demandante, porque al final no me pesa apegarme a esas exigencias y expandir mis horizontes’’.

 

 ¿Y consideras que el drag en México sí se desarrolla con profesionalismo? En el sentido de que cumplan con horarios, disciplinas, protocolos… 

‘’Pues creo que es muy variable porque no todas lo ven como un medio para desarrollarse a nivel laboral, que lo toman como un pasatiempo al que le dedican mucho tiempo; y también está el tema de que no conoces las dinámicas de la vida profesional -llámense llamados, shootings o cosas por el estilo- hasta que ya estás dentro de ellas y las vives.

Y quienes quieren llevarlo a ese nivel pero no respetan esas dinámicas, pues simplemente no duran, entonces la misma industria hace esa limpieza, por decirlo de alguna manera’’. 

 

¿Consideras que tu drag tiene una línea política particular? 

‘’Sí. Al ser una persona que está en el camino de transicionar, mi drag no se trata de enmascarar sino de darme libertad y eso me parece muy potente porque es exponer todas las capas de lo que soy: me muestra en mi totalidad. 

 El mensaje que quiero dar es que el Drag es amplio y universal, que no hay una manera correcta de hacerlo, importa la que mejor te funcione y que te haga feliz, que te haga fuerte en la resistencia ante este mundo que no nos da ningún tipo de ventaja’’.

¿Consideras que tu percepción del Arte cambió a partir de que empezaste a hacer drag?

‘’Sí, totalmente, sobre todo cuando pienso en el esfuerzo que hay detrás de cada obra o expresión artística que veo. Todo me inspira, todo cobra mayor significado, y adquiere más valor: en lo conceptual ,en la ejecución, en lo material.

Ahora me resulta imposible no preguntar: ¿Cuánto le tomó hacer eso? ¿Qué técnica utilizó? ¿Cuál es su conexión con el resto de la obra? Me estimula a aprender más y más’’.

 

Parecerá una obviedad pero me gustaría preguntarte: ¿qué papel crees que juegan las redes sociales en este momento del Drag en México? 

‘’Es un arma de doble filo, definitivamente. Porque si bien es tu portafolio de trabajo, la entrada a tu mundo, también te expone en muchos niveles y no es fácil lidiar con eso.

Dragas cercanas a mi que han llegado a finales o han ganado concursos se han tenido que enfrentar a ser tratadas como estrellas pero también a ser criticadas y desdeñadas, al grado de crear una presión que haría colapsar a cualquiera.

Y al final muchas personas en situaciones de poder están al tanto de eso, entonces un comentario o una acción negativa puede implicar perder trabajo, oportunidades, espacios y eso te lleva a preguntarte: ¿Por qué hago esto? ¿Vale la pena?  ¿Realmente tengo que aguantar estos ataques?

Y es importante tener las respuestas claras a esas preguntas porque son parte de nuestro bienestar mental.  Tener claro dónde empieza y dónde acaba el drag. 

Yo por ejemplo, tengo dos cuentas: una que es la entrada a todo mi mundo visual y otra que es donde puedo expresar mis sentimientos y cosas más personales. 

¿Entonces te gustaría que no existieran las redes sociales? 

 

‘’No creo que a ese nivel porque amo hacer contenido pero sí me gustaría que como sociedad fuéramos más responsables con la manera de utilizarlas; y que también existieran alternativas para exponer nuestro trabajo’’. 

¿Cuál es tu sueño más grande dentro del drag?

 

‘’Primero, ser feliz con lo que hago y después expandir mis horizontes: en la música, en las artes plásticas, en el mismo diseño de modas; y que eventualmente mi drag genere otros empleos y sirva de inspiración para las próximas generaciones’’.