#WARPPresenta: Entrevista con Róisín Murphy

Una conversación es un portal multidimensional en el que entras y nunca sabes dónde vas a terminar. Tratándose de un personaje tan polifacético y lleno de historia como Róisin Murphy, las posibilidades son inagotables: desde sus primeros días como parte de Moloko, hasta su carrera en solitario como una de las artistas Pop más visionarias de nuestra época, la irlandesa siempre ha estado a la vanguardia de la innovación musical y la expresión creativa; sin embargo, el talento de Roisín se extiende más allá de la música.

Dueña total de su relato como una mujer feroz e independiente, platicó con Alejandro Franco sobre esa hambre insaciable por aprender aún con tantos años de trayectoria, las luchas con las que ha tenido que lidiar dentro de la industria y la manera en que enamorarse ha influido en el desarrollo de su trabajo.

Cálida y llena de sensibilidad, esta plática sirvió como una retrospectiva de una de las mujeres clave en el entendimiento de las pistas de baile contemporáneas y la puedes leer en exclusiva a continuación, como parte de nuestra portada digital del mes de mayo.

»¿Puedes escucharme?»

Sí, Rósín: puedo escucharte. Antes de empezar permíteme decir que es un gran honor para mi el poder platicar hoy contigo, soy muy fan de tu música desde hace mucho tiempo. Te vi en vivo en el Festival Sonár en Barcelona y fue la mejor presentación de ese evento. Ahora estás por salir de gira otra vez y me gustaría saber cómo preparas los shows. Aquí estamos emocionados porque en este tour visitarás México y eso es increíble.

»Bueno, para empezar debo decir que estoy muy emocionada por ir a México. Todas las veces que reviso mis redes sociales hay decenas de comentarios pidiendo que visite su país y la verdad me sentía un poco mal de no poder hacerlo, ahora creo que nuestros destinos finalmente se cruzarán y no podría estar más feliz al respecto. Actualmente estamos en la fase final de pre producción y en los ensayos, con un trabajo muy íntimo con mi director musical Eddie Stevenson, con quien he trabajado desde hace 13 años.

He hecho discos con él como productor y compositor, así que es parte trascendental de este proyecto. Para esta gira hizo una disección meticulosa del material nuevo para potenciarlo en las presentaciones en vivo y creo que será espectacular.

Algunos músicos de la gira serán diferentes respecto a los que estuvieron en las sesiones de grabación del disco para darle un giro a algunos arreglos y detalles aunque las canciones sean esencialmente las mismas. Esta vez queremos experimentar con eso’.

Siempre buscamos que el nuevo tour sea mejor que el anterior».

¿Te estás preparando de alguna manera especial para este tour?

»Creo que no en particular, estoy ensayando mucho como siempre; aunque esta vez estoy un poco más involucrada en todo el trabajo visual y de iluminación del show. También me encargo de mi propio styling y aunque es algo que disfruto, también es un caos que debo ordenar. Muchas prendas, ya sabrás, es un desafío (risas).

Mucha gente cree que viajo con un gran equipo experto en moda pero no, solo somo Simon -el chico encargado de cargar y tener mi ropa en las mejores condiciones- y yo. Es un ejército de dos personas pero él hace el trabajo importante».

La última vez que sacaste disco fue en el peor momento de la pandemia. Supongo que fue un momento muy loco para lanzar material. Después vino un disco de remixes, hacer algunos shows… ¿Cómo fueron esos meses para ti?

»Muy raro, la verdad. Como todos en la industria, teníamos grandes cosas planeadas que se vieron alteradas por el encierro y hubo un punto en el que no había certeza de algo, sólo suponíamos lo que vendría. Después se dieron algunas condiciones para dar algunos shows en Europa y el Reino Unido y fue un tour muy lindo porque se notaba que la gente valoraba la oportunidad de estar en los conciertos otra vez. Hicimos algunos festivales hermosos y pudimos presentarnos en Glastonbury, de hecho cerramos un escenario por primera vez en nuestras vidas. La verdad es que corrimos con mucha suerte. Con todo y los cambios de planes, no podríamos quejarnos.

Incluso los shows producidos para ser transmitidos en exclusiva por streaming nos sirvieron para ensayar y reconectar con los músicos y el equipo en general.

Me hubiera encantado hacer un tour por otras partes del mundo con ese disco pero bueno, las cosas pasan por algo y ahora les llevaremos algunas de esas canciones y un nuevo álbum».

Para este nuevo álbum hay colaboraciones importantes como la de DJ Koze y viene de la mano con tu incorporación a Ninja Tune. Cuéntanos al respecto, por favor.

»Bueno, para empezar se siente bien estar un sello sólido y estable después de todo este tiempo. Sobre todo porque es un label que realmente se preocupa por la música, así que estoy muy feliz de estar ahí.

Sobre DJ Koze: todo nació de una colaboración que hice en sus canciones hace un tiempo. Disfrutamos mucho trabajar juntos y hemos estado en contacto constante. Debo decir que él fue quien me animó a usar Ableton, de hecho insistió mucho en hacer mi disco en ese programa.

Nuestra relación es muy remota porque siempre estamos en países diferentes pero eso no ha evitado que sea un intercambio creativo increíble. Se siente muy puro. Le envío videos y cosas que me gustan, él hace lo mismo, compartimos ideas… Nos respetamos mucho.

También hemos cambiado puntos de vista sobre economizar los procesos detrás de un disco. Muchas de esas conversaciones sucedieron incluso antes de la pandemia.

Supongo que lo de Ableton y la disquera cambiaron tu proceso creativo…

»Sí, creo que una de las mayores diferencias es la de la inmediatez: que cuando todo depende de un estudio debes programar, agendar y financiarlo, pero cuando ya dominas estos programas puedes hacerlo en el momento que desees y con una calidad muy profesional. Pero es complementario, ¿sabe? Tal vez en el programa haces el 50% del track en el primer esfuerzo porque te evitas todo el proceso técnico con el ingeniero; sin embargo, ya cuando llegas al estudio con algo muy avanzado, puedes concentrarte en los detalles».

¿Podríamos decir que este es un disco colaborativo Roísín Murphy DJ Koze?

»Mmmmh, digamos que de manera oficial sale como un álbum solista de Róisín Murphy pero siempre trabajo los proyectos muy cerca con mis productores: en este caso DJ Koze pero también ha pasado con Eddie Stevenson y algunas otras personas. Creo que el único diferente fue Overpowered (2007) en el que básicamente cada canción se hizo con un equipo diferente. Eso también fue divertido… Pero muy caro (risas)».

Esta dinámica de colaboración en la que trabajas palmo a palmo con algún productor, ¿viene desde tus primero años con Moloko?

»Sí, en aquellos días Mark (Moloko) fue una gran guía e inspiración para formarme como artista dentro del estudio. Precisamente me instruyó en la importancia de los detalles para lograr una buena canción».

Antes de seguir con la máquina del tiempo me gustaría hablar de »Cool Cool» y su video oficial como parte del inicio de esta nueva era para ti. Cuéntame un poco más al respecto…

»No podré contarte todo porque quiero mantener un poco de misterio hasta que salga el disco pero puedo decirte que siempre soy la directora creativa de todos mis videos y me gusta usar el espacio que representan las portadas para mostrar quién fui o soy en el momento que se hizo el disco. Debo confesarte que durante años creí que sería artista visual y no música, a pesar de estar rodeada de músicos y cantantes desde que era niña; lo que pasa es que eran muy buenos y yo sentía que no pertenecía ahí.

Siempre imaginé que sería fotógrafa, pintora o incluso diseñadora de interiores. Por eso trato de involucrarme en la parte visual de mis álbumes lo más que puedo. La alegría que encuentro en eso es indescriptible».

¿Cómo fue entonces que te involucraste con la música?

»Fue una transición natural, siempre fui muy inquieta y creativa: me la pasaba en mi cuarto dibujando o construyendo cosas. Siempre he amado la música y cuando me volví una fan más activa, de esas que compran discos y van a conciertos, esa inquietud creativa se hizo más grande.

Después me mudé a Manchester durante la adolescencia, una ciudad muy musical y llena de movimiento sonoro. Fui a todos los clubes y vi a todas las bandas de la época: vi a Jesus & Mary Chain, Sonic Youth, Dinosaur Jr, todo lo de Sub Pop, a The Stooges… Toda la escena alternativa de los 80’s y los 90’s.

Íbamos a conciertos dos o tres veces por semana, por lo menos. Todos iban a Manchester porque es un lugar importante para posicionarte dentro de la escena británica. Después lo que creció fue la escena de los clubes y los raves y esa se volvió una vida diferente.

Después hubo una situación familiar que nos obligó a separarnos y yo tuve que irme a vivir sola a los 15. Obviamente fue difícil pero al final me dio una libertad que me ayudó a explorar de otra manera el mundo de la música. A los 19 me fui a Sheffield y me enamoré de Mark Brydon y de la manera en que trabajaba. Su estudio era increíble. Lo conocí a la mitad de la noche y simplemente fuimos a su estudio y grabamos algunas cosas. Sólo estábamos él y yo y recuerdo que preguntó: <<¿Te gusta mi suéter ajustado?>>.

Pasamos todo el fin de semana jugando a los amantes. Íbamos a fiestas raras, realmente desconcertantes, y después regresábamos al estudio y trabajabamos cosas aleatorias. Pasaron los meses y su manager llevó las mejores tomas a la disquera de Mark y una cosa llevó a la otra pero teníamos un álbum.

Firmamos, hicimos tour y así empezó un camino de seis discos y un montón de historia. Recuerdo que un día llegamos a las oficinas de un ejecutivo estadounidense que le dijo a Mark: <> con este pragmatismo y contundencia de los americanos. Y yo pensaba que no, que yo no era cantante, solo me estaba divirtiendo.

Sigo pensando que me sobre estimaban porque cantaba y el mismo ejecutivo decía <>. Creo que es la única vez que pasé por un proceso de A&R (risas).

La verdad creo que si hubiese dependido del sistema de disqueras británicas regido por hombres, jamás lo habría logrado. Tuve que convencerme de que podía ser cantante e inició un proceso de aprendizaje en el que mi padre y Mark fueron fundamentales; y lo hicieron bien porque no cualquiera puede enseñar y entender lo que su alumno necesita».

¿Cómo fue cuando Moloko terminó? ¿Te cuestionaste si valía la pena seguir como solista?

»Claro que sí me lo cuestione, 100%. Sobre todo porque había hecho muy pocas cosas fuera de Moloko; pero algo en mi decía que podía ser muy buena en lo que ya hacía bien, entonces fui a San Francisco y trabajé algunas para una escuela de modelaje que necesitaba algunos sonidos para sus presentaciones . En el avión les puse algo que traía en una grabadora de cassette y me llevaron al estudio a darle formalidad y eso fue todo: supe que podría seguir sola.

Se escucha fácil pero yo venía de entrar en pánico varias veces porque el último disco de Moloko fue difícil de terminar. Ya sabes, nuestro romance había terminado y eso inevitablemente se reflejó en el estudio. Todos los involucrados lo resintieron, hasta nuestros músicos e ingenieros; sin embargo, todos estaban obsesionados por terminarlo.

Al final salimos de tour con ese disco y fue agridulce porque fue una de las mejores giras, en el mejor estado de forma; pero sabíamos que sería la última.

Teníamos una manera muy específica de trabajar y traducir y cambiar eso fue un proceso que tomó un tiempo.

Después apareció Matthew Herbert, hizo algunos remixes de cosas de Moloko y nos entendimos bien.

Él me enseño otras cosas como a enfocarme y aprovechar de mejor manera el tiempo en el estudio. Al principio no dimensionaba con quién estaba trabajando hasta que me decían: <<¿saben con quién estás trabajando? Es Matthew Herbert>> y tenía que tomármelo con más seriedad (risas).

Recuerdo la primera vez que entramos formalmente en el estudio y me pidió que llevara algo:

Llevé un artículo de periódico en el que explicaban cómo Brian Eno gestionaba su proceso creativo. Pensé que era algo para romper el hielo así que solo se lo di y entre a la cabina de grabación. De repente empezó a mover el periódico de cierta manera, sampleo el sonido, agregó un beat y ya teníamos una base hermosa para iniciar una canción.

Fue como una prueba de sus intereses y su manera de trabajar: la sensibilidad que tiene para entender y exprimir el sonido.

Con esa canción del sonido, se dedicó a arreglarla, mezclarla y masterizarla. Al día siguiente ya teníamos una canción, y así día tras día. Todas muy bellas».

Ahora que has hecho una retrospectiva tan amplia de aquellos días, ¿cuáles son las principales diferencias de aquellos días en la industria a lo que se vive hoy?

»No puedes ser perezoso, siempre hay algo por hacer; pero por otro lado es consecuencia de lo accesible que se ha vuelto todo. Ahora tienes que involucrarte en otros rubros más allá del estudio pero porque puedes hacerlo, ¿sabes? No estás sujeto a lo que digan en la disquera o a un presupuesto millonario.

Ahora podemos comunicar lo que queramos cuando queramos gracias a las redes sociales. Es hermoso tener un canal directo por el cual hablarle a mis fans.

Sí es extenuante pero tiene muchas posibilidades que antes no teníamos y que le dan poder al artista en relación con su audiencia.

Obvio entiendo los debates y lo que se dice sobre el streaming y todo eso pero al menos ahora está la opción de intentarlo y eso no existía como ahora.

Y luego están las discusiones sociales que han abierto tantos espacios que antes no existían: no sabes cuánto tuve que pelear por ser DJ, era inconcebible para la gente que una mujer tomara la tornamesa; y si bien aún ahora no me podría nombrar DJ porque hay DJs increíbles, sí tengo la oportunidad de hacerlo cuando quiera».

Finalmente, hablemos de las letras para este disco. ¿Qué tanto podemos esperar a partir de lo que escuchamos en <>?

»Pues creo que hay mucho sobre el proceso de enamorarse en diferentes situaciones y de diferentes tipos de vínculos; y cómo cambia tu percepción del amor a través del tiempo. A veces no sé si es lo mejor o lo peor de envejecer.

En realidad caer en cuenta del paso del tiempo es difícil. Todas nuestras leyendas de 80 años se están yendo y el mundo que era hace dos décadas ya no existe. Hay que saber lidiar con eso. Mierda, es una locura. Solo nos queda vivir para el momento».

BY ALEJANDRO FRANCO | 01 MAYO 2023