No ha pasado mucho tiempo desde que la voz de Laura Pergolizzi, mejor conocida por su nombre artístico de LP, atravesó con la ferocidad de una daga los oídos de quienes se dieron cita en la carpa del Vive Latino, un sábado bajo un sol que todavía quemaba. El escenario lucía más rebasado en capacidad que el sistema de transporte colectivo de esta megalópolis, lo cual no representó un reto mayor para la amplitud vocal de la cantautora.
Me quedo con la idea de que un paisaje nocturno pudo haber quedado más adecuado con el drama que emana de esa persona de los rizos negros y el gran tatuaje de barco de vela en el pecho que se presentó ante cientos de almas ansiosas por captar, aunque sea un fragmento del hitazo ‘Lost On You’, ya sea en la memoria o en la pantalla de sus celulares. Pero eso ya quedó en el pasado, la vida toureante de LP no se detiene y acumula millas aéreas como quien acumula centavos en su cuenta de ahorro para el retiro.
Ahora se encuentra en Rusia para dar inicio con la sección europea de su tour. Desde ahí nos conecta una llamada trasatlántica a las 7:20 a.m., aún no son horas para lucir presentable. Una charla amena con un talento de la música que ha crecido exponencialmente siempre será mejor para iniciar el día que cualquier café de la selva chiapaneca cuidadosamente elaborado.
Hablemos de tu show en el Vive Latino. Es un festival único porque puedes escuchar casi todos los géneros musicales el mismo día. Como extranjera, ¿qué te pareció esa experiencia? ¿Tuviste chance de ver otras bandas?
De hecho no pude ver a ninguna otra banda, lamento mucho decirlo pero tuvimos que irnos muy pronto. Mi experiencia fue increíble porque pude sentirme muy cerca de los fans en el show, hubo una gran energía ahí. Pude escuchar de lejos lo que pasaba en otros escenarios y puedo decirte que realmente hubo un público hermoso para todos. Mi experiencia fue fantástica.
Tuve la oportunidad de estar ahí y siento que el escenario quedó muy chico para ti y tu público…
Sí, fue loquísimo.
¿Esperabas ese nivel de locura considerando que tuviste que competir en horario con nombres grandes como Ximena Sariñana, una de las mujeres más importantes de la música en México?
Oh, Ximena, sí, la conozco bien. De hecho, ella iba a subir al escenario conmigo en el festival e íbamos a hacer un dueto con una de mis canciones, así que estoy un poco decepcionada porque eso hubiera sido muy divertido. Pero amo a Ximena, hay buena vibra y creo que realmente no hay una competencia, no lo siento así en los festivales. Más bien se siente como tener una comunidad.
En México, esta semana explotó en redes sociales un movimiento #MeToo en el que muchas mujeres denunciaron casos de violencia, abuso y violación en el ámbito artístico. En tu experiencia, ¿cómo es el mundo de la música en términos de género y cómo podría mejorar?
Es muy difícil cuantificar cómo es que las cosas puedes mejorar. Creo que realmente no es que lo podamos ver y medir, ¿sabes? Pienso que es algo de lo que tenemos que estar muy conscientes y alzar la voz con respecto a lo que vemos. Me parece que la razón por la que esto se está perpetuando es porque hay personas que se han sentido aisladas y han pensado que están solas en estas situaciones.
Creo que aporta mucho el hecho de hablarlo. Obviamente hay algo grande con respecto al #MeToo, significa poder decir -yo también experimenté esto-. Considero que mientras más nos comprometamos con la conversación, más cambios vamos a poder seguir viendo. Ya hemos vistos muchos cambios, pero es muy difícil medirlos. Siempre pongo en mi propio mundo la seguridad de no sentirme comprometida en ninguna manera con nadie. Para ser sincera, ésta no ha sido mi experiencia, he sido muy afortunada en ese sentido.
Es raro que una deba ser afortunada para poder seguir con su carrera…
¡Claro! es duro. Ha sido algo raro desde el principio, no sientes que no puedes ser un ente sexual. Porque enfrentémoslo, el sexo y la música han ido de la mano, la música es una actividad sexy jajaja.
Es extraño sentir que tienes que negar una parte de ti para no sentir que se están aprovechando de ti. Es una línea precaria y difícil de caminar. Pero creo que esta situación ha estado mejorando desde que la gente habla sobre ello y exige conductas dignas.
Hablemos ahora de Heart to Mouth (2018), que me parece un gran título para un álbum…
Gracias, ¡cool! Recuerdo que la primera vez que lo pensé se sentía muy básico, porque realmente es muy literal. Es interesante que al principio mucha gente me preguntaba qué significaba y yo estaba como de -pues creo que dice lo que significa ¿no?- jajaja, es muy directo.
Sí, justo eso, es como una metáfora fácil, pero a la vez algo literal…
¡Sí, ahí lo tienes! Exacto, lo comprendiste, jajaja. Fue muy divertido para mí al principio, cuando comenzaba con la promoción, no en México sino en algunos otros países en que todos estaban como de -¡aaagh, Heart to Mouth, ¿qué significa esooo?!-. Nunca sabes cuando alguien te va preguntar al respecto, es divertido.
Me parece que el álbum habla de manera muy profunda sobre darle todo a alguien que amas, pero a la vez sobre lo que ocurre cuando una relación termina. ¿Cómo encuentras la fuerza para hablar de temas tan personales?
Sí, sobre lo personal… creo que para mí no hay otra forma de hacer música más que ser personal, ¿sabes? Pero creo que a la vez es nuestra experiencia humana en común. La vida es jodidamente personal, de la manera en que la veo. Y se va haciendo más y más personal cada día, hasta la política es ahora muy personal.
La vida está en un estado constante de flujo, creo que hay ya mucho peligro en el mundo y si logramos algo así como desmitificar las emociones que todos sentimos a lo mejor podemos conocer mejor cómo somos. Así es como veo las relaciones personales y humanas.
A pesar de que hay varias canciones sobre desamor, cuando leí las letras sentí que eran hasta cierto punto optimistas. ¿Eso es algo que querías expresar?
¡Claro! Aunque hay veces en las que puedo estar súper triste por algunas cosas y expresar eso, creo que a fin de cuentas soy una persona bastante positiva. Inicialmente muchas de mis canciones sirvieron para ayudarme a mí a sentirme mejor sobre esas situaciones.
Así que, aunque escarbo mucho en esos temas, intento convertirlos en una fuente de luz y hacer que las cosas mejoren. Creo que a veces no estoy consciente de que eso es lo que estoy haciendo o no necesariamente es lo que trato de hacer, pero parece ser que así es mi naturaleza.
Por tu música podría decir que eres esa persona que dice “bueno, todo está jodido… pero en algún momento esto va a mejorar”…
Jajaja, sí. Tienes que mantener algo de esperanza. Hay siempre algo que me impide irme totalmente a un lado oscuro. Es como si estuviera bebiendo mucho pero no me volviera alcohólica o algo así, jaja, sólo para pasar el rato.
En algún momento dijiste que Heart to Mouth es como crear carreteras entre tus emociones y las canciones. ¿Dirías que cada pensamiento es como un pasajero temporal de esas carreteras?
Oh, no lo sé. Tal vez sí, es una linda manera de verlo. Como si alguien se subiera a tu coche y lo llevaras por unas cien millas hasta que se baja. Lo encuentro interesante de esa manera. A veces crees que ya superaste algo, como a algunos amores en mi vida que reintroducen malos comportamientos de muchos años atrás, ¿sabes? Como creer que ya había pasado por eso y me había vuelto una mejor persona, pero me involucro en otra relación que lo vuelve a sacar a flote.
He estado en la posición de decir -creí que ya no era más esa cabrona, pero ¡oh! Aquí sigue. Sigo siendo la misma cabrona, sólo que otras personas no sacaron esa actitud de mí-.
Hay veces que nos toca ser la mala de la historia y otras veces la buena…
Sí, es interesante. A veces no puedes creerlo. Justo estaba viendo el documental de Whitney Houston y no pude saber si Bobby Brown era un mal tipo o no, sólo supe que era malo para ella, jajaja. O sea, no conozco al sujeto, tal vez no es la mejor persona, pero él con ella lograba ser un desastre.
Todos somos el villano en la historia de alguien…
Totalmente. ¿No crees que apesta? jaja. Es como esas exes que dicen -oh, púdrete, eres una idiota- y tú te defiendes diciendo -no, pero ahora soy una persona súper linda con mi nueva novia-, jajaja.
Me gusta la metáfora que haces en ‘The Power’ porque comparas una relación con darle a alguien poder sobre ti. ¿Crees que es similar con la música? ¿Que debes darle cierto poder sobre ti para poder componer?
Sí. Es curioso que lo digas porque esa canción está casi hablando con la música, de cierta manera. Explora un poco la relación tempestuosa con el oficio de la música. Hay veces en las que la gente me dice -¡oh, por dios, vas a ser grande, es una locura!- y luego, seis meses después, con las mismas canciones de antes, las que me decían que serían grandes hits, de pronto ya no van a serlo.
Es gracioso, sí es como una relación porque la otra persona a veces piensa que eres lo mejor del mundo y luego de repente cree que eres una completa idiota, jajaja, y tú tienes que sobreponerte a eso, ¿sabes?
Recientemente colaboraste con Morrissey en un cover a ‘It’s Over’ de Roy Orbison. No sueles cantar muchas canciones que tú no hayas escrito. ¿La experiencia cambia, cómo fue trabajar con un músico como él?
Realmente no. Para mí es un clásico y ya antes le había hecho un cover a esa canción, me encanta. Y él es genial, Morrissey es un gran tipo, en realidad yo no hice demasiado en esa canción si te fijas bien, jaja. Él ya es toda una leyenda de la música y le tengo un completo respeto.