En los últimos cinco años no ha habido una mayor sorpresa para el mundo del espectáculo en México que el éxito inusitado de Eduardo Hernández Saucedo, un chico que empezó a componer canciones a los 16 años de edad dentro de su habitación en Delicias, Chihuahua, influenciado en varios de los compositores pertenecientes a la industria emergente que le precedieron. Hoy sus canciones cuentan con un puñado de millones de reproducciones en YouTube, pertenece a los artistas mexicanos más escuchados en Spotify y se perfila como el próximo representante del país en el Festival de Música de Coachella… solo le tomó un par de años, una guitarra y las ganas de decir todo lo que se tenía guardado.
A través del teléfono, el artista conocido como Ed Maverick me declara que su éxito se debe a que su personalidad se basa en la apertura emocional y la aceptación de sus fragilidades. Una lucha en contra de los artistas frívolos, pero que también ataca directamente al rockstarismo que se basa en una concepción grandilocuente de la personalidad. Para él, los artistas del presente y del futuro tienen que ser sinceros tanto con su público, como consigo mismos. Ya no más machismos basados en la vieja identidad de la música popular, llena de chamarras de cuero y de figuras que forman un mundo a su alrededor como si se trataran de dioses griegos. El presente es hoy, es igualitario y reconoce a todas las personas por igual, incluyendo a los artistas.
Esa es la lucha del compositor mexicano, la cual inició con su música, pero que se ha extendido hasta las redes sociales, un medio mediante el cual ha señalado los abusos de la gente que comete cyberacoso. Es por ello que hablamos con él sobre sus amistades, su visión con respecto a la industria musical mexicana, su lucha en la Internet y los machismos del típico rockstar.
Me interesa bastante todo ese círculo en el cual estás involucrado como Dromedarios Mágicos, Señor Kino, porque veo que son propuestas jóvenes, pero con un universo muy bien creado que convergen en muchos elementos.
Pues fíjate que la gente con la cual me relaciono de cierta manera ahora, hace dos años yo era su fan. La gente con la que cotorreo, que son mis amigos, yo era su seguidor. Fue muy bonito conocer gente que admiro y al mismo tiempo verlos crecer.
¿Nunca has sentido que a un amigo tuyo le pasa algo bien chingón y te sientes bien orgulloso de él? Es eso básicamente, me da orgullo que sean mis compas y me parece muy bonita la comunidad que estamos haciendo que además ha logrado que muchos morros se están inspirando para lanzar lo suyo, algo que alimente a la gente.
Me gusta su generación porque yo sí pertenecí a una que no tuvo ese impacto y creo que no se logró porque estábamos más separados.
Sí, creo que es justo eso. No estamos en este pedo para estarnos peleando o para estarnos haciendo mamadas los unos a los otros. Por ejemplo, antes cuando yo todavía no empezaba a tocar, ya tenía un disco Mi Sobrino Memo, no lo conocía, pero me caía mal a lo pendejo, solo porque sí. Así que le tenía coraje, pero después lo conocí y se me hizo bien verga, él se abrió conmigo y nos hicimos bien compas. Me quité una espina que le tenía de cierta manera, una idea de quién era. Se me hace bonito hablar las cosas de huevos y de repente caerte bien con gente que no tenías ni idea de la escena.
A fin de cuentas todas las personas son buenas y les puedes aprender. Lo malo es una capa de protección.
Claro güey, claro. Puede ser una protección de inseguridad de cada quien, no sé, hay mucha gente que también me dice a mí que soy mamón y yo les digo que -no güey, la neta a mí me da pena ver a mucha gente y así-.
Estuve siguiendo mucho la denuncia que hiciste del cyberacoso, me pareció valioso porque no muchas personas se han atrevido a señalarlo en México aunque lo sufran muchas figuras públicas…
Fíjate que el principal motivo por el cual me quejo de esto es porque muchos artistas que vienen, muchos artistas que apenas están saliendo no quieren ser esa persona inalcanzable. No queremos eso güey, eso ya pasó, eso es de los tiempos de Televisa; ahora los artistas están mostrando esa parte humana y sólo es cosa de que el público lo acepte.
No somos esas personas que creen que pueden mandar a chingar a su madre porque no vamos a sentir nada, porque somos artistas y somos de plástico. Eso ya no pasa ni va a pasar. Yo quiero que para mí deje de pasar esto y que los artistas que vienen no tengan que sufrir lo que yo sufrí porque la neta ya nadie quiere ser inalcanzable, ya nadie quiere ser un pinche rockstar y los que quieren serlo están bien pendejos. Los que quieren ser un rockstar ahorita es como de – güey, eso ya pasó, no vas a ser un pinche Kurt Cobain-.
Está mejor mostrar ese lado humano porque eso te mantiene con los pies en la tierra. A mí mis pedos e inseguridades me hacen estar con los pies en las piedras, igual hasta el bullying y toda esa mierda me mantuvo humilde. Es por ello que pude ver a la gente que de verdad me quiere, me hizo valorar a la gente a la cual le gusta lo que hago, la gente que me busca por cosas menos superficiales, tal vez por mi música. Eso es lo que buscamos en estos tiempos: Mostrar nuestra música, mostrar lo que pensamos, salir a tocar a todos pinches lados y conectar con la gente. No queremos ser inalcanzables, eso está bien bonito y esa una evolución para la música mexicana bien sana, una convivencia entre artistas y la gente que nos escucha.
Espero que en unos años puedas salir como artistas y que los mismos fans no te pidan una foto porque -eres inalcanzable- o porque creen que no te volverán a ver. Eso es para la gente que no valora el hecho de que lo que hacemos nosotros como humanos con la gente. Me gustaría que los fans tuvieran la confianza de llegar e invitarme a una cheve o un cigarro para platicar. Ahora que llega alguien y que lo primero que hace es pedirme una foto, le digo -cámara carnal, jalamos a un cigarro-, nos sentamos a platicar, nos conocemos. Eso se me hace un mejor recuerdo que una foto.
Abarca muchas cosas el hecho de que los artistas tratemos de mostrarnos más humanos. Es muy para bien, no sé cómo lo veas tú, pero yo lo veo así.
Yo creo que es muy importante que las figuras públicas se muestren como personas frágiles, porque así el resto aprenderá a aceptar sus sentimientos. ¿Tú crees que por eso has sido tan exitoso, puesto que me estás describiendo que la base de tu personalidad es la apertura emocional y la aceptación de tus fragilidades?
Claro güey. Está muy presente hasta en el tema del machismo que que es algo en lo cual he tratado de mejorar gracias a todos los proyectos feministas que están tratando de romper los tabúes de la masculinidad frágil. Creo que tiene mucho que ver con ello, por ejemplo, ahora que pasó lo del cyberacoso mucha gente está con su pedo de -ah güey, pinche llorón- y es como de -no, güey, todos tenemos el derecho de expresar nuestras emociones y no dejas de ser hombre al hacerlo-.
No dejas de ser hombre al mostrar tus sentimientos, no dejas de ser hombre al mostrarte frágil, no dejas de ser hombre al no romper cosas, al no mostrarte fuerte. Creo que ayuda en ese aspecto a que los hombres también podamos mostrarnos más frágiles y no sentirnos intimidados puesto que a fin de cuentas eso es lo que ha pasado mucho tiempo, los hombres nos hemos sentido intimidados al mostrar nuestra fragilidad y sensibilidad. No sé, siento que eso debe de romperse ya porque si no vamos a seguir oprimidos.
Oye estoy seguro de que te han preguntado mucho cómo te sientes del anuncio de Coachella, pero quiero saber cómo te llegó la info. ¿Te emocionaste, en dónde estabas?
Estaba en Morelia y me marcó mi manager. Él me dio la noticia, sí lo veo como algo imprescindible por la pura experiencia, será algo muy significativo tanto para mi carrera como para mi vida personal.
Va a ser algo lindo, el hecho de estar ahí te apoya y está chingón, pero siento que será una experiencia personal el conocer a más personas, conectar con ellas. Sé que la mayoría de las personas que asisten son de Los Ángeles y la neta está bien bonito porque la gente de allá tiene un amor bien genuino, bien bonito. Es bien sincero pues.