Hacer música es un proceso espiritual, algo tan intenso que puede que en el camino nos sea difícil encontrarnos a nosotros mismos. Dicen que lo peor que puedes hacer cuando te pierdes es seguir caminando, que lo mejor es parar y regresar a la fuente. Xenia Rubinos es una cantante, compositora y productora multiinstrumentista con ascendencia cubana y puertorriqueña, nacida en Nueva York que, desde su primer disco Magic Trix (2013) nos ha sorprendido con un sonido que mezcla sintetizadores y ritmos poderosos con una voz honesta y fluida.
Su segundo álbum Black Terry Cat (2016) fue impactante para muchos y tuvo críticas increíbles. Desde ese entonces, la neoyorquina se ha mantenido bastante activa: Comenzó un proyecto alterno, Xenia 2020, hizo un cover de ‘Should I Stay Or Should I Go’ de The Clash, que fue incluido en el documental ‘I’m Leaving Now (Ya Me Voy)’, y varias colaboraciones, por ejemplo, con Helado Negro en su canción ‘I Fell In Love’.
Ahora nos trae la emocionante noticia del estreno de su tercer disco Una Rosa, disponible el 15 de Octubre de este año. Ya nos ha dado adelantos de ésta nueva entrega con los sencillos ‘Who Shot Ya?’, ‘Did My Best’, ‘Cógelo Suave’, ‘Working All The Time’ y ahora ‘Sacude’, una canción que, a base de son cubano, claves, sintetizadores, coros y pregones, que son casi como un mantra, crea una atmósfera de sanción y baile que invita a librarse de lo que no sirve para dejar espacio a lo nuevo, lo más luminoso.
Tuvimos la oportunidad de escuchar ‘Una Rosa’ y sin duda conectará de forma muy especial con el público. La voz de Xenia se siente libre, vulnerable, más fuerte y divertida, las melodías son interesantísimas, combinadas con múltiples ritmos latinos, samplers y sintetizadores mágicos que crean una dualidad perfecta entre ambos lados del disco, rojo y azul, para transportarnos por hermosas atmósferas cinemáticas que nos muestran distintas facetas y cualidades de la artista.
Es por esto que compartimos una conversación profunda y bella con Xenia, en la cual hablamos de su proceso creativo, de lo que significa ‘Sacude’ para ella, cómo encontró su propósito en la música y de cómo se siente ahora que el disco está próximo a ver la luz.
Antes de leer el comunicado de prensa, decidí lanzarme a la escucha del disco y, sin saber, percibí el ambiente cinemático. Siento que el primer y último acorde que usas en el disco justamente dan pauta a algo entre misterioso y reconfortante ¿por qué usar estas notas?
¡Oh, wow! ¡Gracias por escucharlo! Sobre el acorde, surgió por una improvisación que hice yo sola hace varios años en mi Rhodes. Mis sesiones de composición son siempre improvisaciones. Estaba tocando y como que me encanté, sentí este acorde como un momento de meditación.
Al principio pensé que iba a ser una cosa más larga pero al final me quedé solo con ese acorde. Me gustó mucho la calidad de ese sonido y cómo se puede apreciar el sostén del acorde, cómo va muriendo y el espacio que tiene. Lo veo casi como un reloj que marca la hora, el comienzo y el fin de una ceremonia, de una experiencia de una noche; me trajo muchas imágenes.
Creo que es bastante acertado. Soy muy fan de los musicales y mientras iba escuchando el disco, me imaginaba escenas. Luego, al ver los videos, que tienen varios personajes pensé -este disco podría ser ‘Una Rosa: El Musical-.
¡Si! jajajaja. Yo también soy fan de los musicales, aunque hace muchos años que no veo uno pero a mi papá le encantaban. Desde niña me llevaba a ver musicales en un teatro donde nací, en Hartford. Todos los musicales más famosos los tiene en VHS y los tengo yo también jajajaja, así que creo que definitivamente ese mundo está presente. Hay muchas cosas que me caen pesado de los musicales pero todo ese mundo tan de fantasía, de romance y de sacar la música por el cuerpo, me inspira bastante.
¡Claro! Se nota. Muchos de los sintetizadores me recordaron a Wendy Carlos, que tiene mucho de musicalizar historias ¿cómo fue el proceso de creación de las canciones, pensaste el álbum como un todo o fueron saliendo una a una y luego conectaron?
No conozco a Wendy Carlos, ¡pero la voy a escuchar! Sobre el proceso, sabía que estaba haciendo un todo, un disco. Tenía un archivo de muchas ideas que tenían varias cosas en común. Estaba la clave, la exploración de algunos ritmos latinos, algunas ideas y frases que eran recurrentes en varias piezas que estaba haciendo pero el trabajo fue una por una.
Tuvo el flow de un todo hasta el año pasado, en septiembre, cuando terminé el primer single ‘Who shot ya?’. En ese momento estábamos mi compañero Marco Buccelli y yo, quien ha tocado la batería y produjo este disco conmigo, dándole duro a la música todos los días en la pandemia, tratando de sacar adelante los temas; él me ayudó a escuchar todo lo que tenía ya guardado y de ahí, a ir escogiendo las piezas que íbamos a trabajar.
Fue una labor bastante técnica en la que estaba todo el día ahí metida. A cierto punto, salió todo un mundo visual, lo de las canciones rojas y azules, el cover art de la lámpara con las rosas y en ese momento, todo conectó. Fue mucho más fácil porque teníamos ya muchos limites: Decidí que el disco iba a tener un lado rojo y otro azul, escogimos los 14 tracks y como que ya con todo decidido, fue mucho más fluido el trabajo.
Eso es muy interesante. Sabiendo eso, ¿crees que lo que estabas consumiendo, ya sea de cine, música, pintura y arte en general te ayudó a encontrar ese camino durante el proceso de creación de ‘Una Rosa’?
¡Sí! Para cada canción que hicimos abría un archivo de imágenes, arte visual, links a videos, canciones, playlists, y eso me ayudó muchísimo cuando sentía que no sabía por dónde iba. Por ejemplo, si no me salía un sonido de synth decía ‘okay, vamos a parar, no encontramos el sonido porque no sabemos a dónde vamos, hay que mirar imágenes de cómo queremos que se oiga esta cosa’. Nos podíamos pasar una sesión entera de seis horas mirando imágenes de Andy Warhol o Wilfredo Lam, que es un pintor cubano, perdernos por YouTube y, a cierto punto, parecía como -oh, my God!, ¡estamos perdiendo tanto tiempo!-, pero al final de la sesión como que empezaba a calcificar la idea.
Todo eso me ayudó muchísimo, fue una parte constante del proceso que ya hacía desde antes pero no lo tomaba tan en serio ¿sabes? Pensaba como: ‘oh, okay, como que ya me cansé y estoy haciendo esta otra cosa’ y no veía la relación pero esta vez tuve más presente el decir: ’esta parte de la búsqueda visual es parte del disco, lo vamos a tomar en serio.
¡Increíble! Es muy interesante que lo digas, porque a veces como artista te bloqueas y estás con un constante ‘tengo que hacer música’ en la cabeza y no sale porque solo lo estás forzando justo esas ‘fugas’ que no se ven productivas, al final te conectan de nuevo a la esencia.
¡Sí! Así fue, por ejemplo con ‘Did My Best’. Estaba teniendo bloqueos para escribir y me puse una excusa para escribir algo. Me dije: ‘mira este video’, un documental sobre unas bailarinas famosas cubanas que se llama ‘Las Cuatro Joyas del Ballet Cubano’; ahí hay una sección de música que me arrebata y no pude encontrar en ningún otro lugar.
Estaba obsesionada con esa pieza y dije: ‘bueno, el prompt va a ser: haz algo con eso, sampléalo y haz algo tú’. Empecé un día, de mal humor, así de: ‘okay, vamo’ a poner esto aquí’, ¡tú sabes!, que a veces como que no te da; y me lo propuse como un homework, como una cosa de escuela. Y así salió este ritmo de ‘Did My Best’ con unas partes súper dark. Yo pensé que iba a ser una pieza experimental, casi de música clásica, instrumental sin voces y de ahí partió para totalmente otra cosa. Así que la cuestión de las fugas fue muy importante.
¡Wow! ‘Did my best’ me parece una de las piezas más vulnerables del disco y es muy curioso que haya salido de esa manera. Cuando la escuché y vi el video, conectó mucho conmigo. Me llamó mucho la atención leer que un curandero te diagnosticó “pérdida de espíritu” ¿Cómo te diste cuenta de esa pérdida y qué sucedió después para encontrarlo de nuevo?
Todavía lo estoy encontrando, tal vez jajajaja. No he vuelto al curandero pero sí me siento mejor, más en la tierra. Me estaba sintiendo muy mal. Pasé una etapa muy difícil, la más difícil de mi vida, jamás había pasado por una depresión tan fuerte y creo que fue así, poco a poco, tratando todo, que logré salir. Una de las canciones, ‘Sacude’, que es el nuevo sencillo, tiene un verso que dice como: ‘hice todo lo que podía hacer, todo el mundo hizo todo por mí y no veía la luz’. No sentía que estaba cambiando nada pero poco a poco fui encontrando algo.
Creo que fue con el cariño de mi familia y de mis amigos; mi relación con ellos y conmigo misma, con alguna otra cosa que está más por arriba de mí que no sé qué es pero que me quiso viva, que pude salir. Empezar el proceso del disco en una etapa así fue muy interesante porque se sintió como aprender desde cero cómo hacer música, cómo cantar y cómo hacer todo; fue como comenzar de nuevo, de un modo muy despegado de lo emocional o personal, poniendo un espacio en medio. Haciendo ejercicios como el que te conté para ‘Did My Best’ o diciendo: ‘vamos a empezar, va’, o lo que pasó con ‘What Is This Voice’, la ultima canción del disco, que fue algo totalmente vulnerable, donde me puse el prompt de: ‘voy a cantar sin cantar, tratando de escuchar mi voz, cómo es mi voz, como si estuviera hablando o llorando pero sin cantar; sin estilo, estética, nada, mi voz pura como es’. Así, el proceso se dio poco a poco, cada día haciéndolo, realmente de manera sorprendente.
Todos esos instantes como cuando salió la letra de ‘Did my best’, fueron una sorpresa total. Fue una labor de todos los días, tratar de hacer lo mejor que pudiera, cosas simples cada segundo: mirar el cielo, comer lo que tengo que comer, hablar con quien tenga que hablar, pensar, dormir y tratar de hacer lo mejor cada momento, a veces tener días malos y días buenos. Nada muy especial pero muy mágico al mismo tiempo jajajajaja. Cuando me pongo a mirar para atrás es como: ‘¡wow!, no puedo creer que salí de eso’ y que, hablando de la música, hicimos este disco, que es mucho más grande de lo que me pasó en lo personal aunque las dos cosas están muy relacionadas. Lo veo como una labor a parte, como una obra que hice y por lo cual estoy super orgullosa.
Y con razón, de verdad es un gran trabajo y se nota todo lo que me acabas de contar. ¿Cuál fue la primera canción o melodía que te ayudó a salir de esa oscuridad que te inundaba?
Creo que fue el momento de cantar ‘Did My Best’. Que se formara más una canción que una pieza instrumental. Cuando sucedió eso fue un momento bien importante porque fue el primero en el cual sentí que me recordé por qué canto. Sentí una cosa bien real, algo como: ‘aquí esta, estás cantando, eres tú, estás aquí’ eso fue super valioso.
También diría que ‘Sacude’, porque esa canción la escribí hace unos años, cuando no era consciente de lo del espíritu que se me iba pero esta muy, muy presente en la letra; ahora cuando la escucho digo: ‘ah okay, sí, eso es lo que me estaba diciendo pero ni lo sabía’. Esta canción se volvió super importante para mí en lo personal y también para el proceso del disco, así como los cambios que tuvo durante esos años la melodía, especialmente en las primeras frases, la primera sección.
Me da mucha alegría que hayas retomado la música y que sigas haciéndolo. Hablando de tus sencillos ‘Working All The Time’ y ‘Who Shot Ya?’, que de alguna manera están relacionados con aspectos sociales bastante actuales, ¿cómo llegó la decisión de hablar de estos temas?¿Fue intencional hablar sobre ellos o fue más una coincidencia?
Empecé ‘Working All The Time’ hace como dos o tres años, antes de la pandemia. Al principio quería que hablara de la labor de las mujeres, era otra canción totalmente, incluso empezaba con un intro de mi abuela hablando de su niñez. Después la escuché y dije: ‘¡no, qué horrible, la odio, la detesto!’, pero había este hook y Marco me decía: ‘¡es que está muy bueno!’.
Yo le peleaba con: ‘no, no me gusta’, él me buscaba la vuelta y sostenía: ‘vamos a hacerle otro beat, que no está relacionado, es otra cosa’ y asó se armó esa pieza como si fuera un collage musical de muchos sonidos. Yo lo veía como un mixtape, una cosa divertida, porque si no pensaba como: ‘no, está pesado, no me gusta, es cheesy, ¡agh!’ [risas], pero de esa manera le busqué el modo y nos divertimos muchísimo poniéndole mil cosas.
Yo quería usar samples de la radio, de Funkmaster Flex en Nueva York con su ‘pew pew pew!’ [risas]; también sampleé un ballet de Prokófiev y un episodio de Sábado Gigante de un participante cantándole al chacal. Nos divertimos poniéndole todo a este esqueleto. Los temas sociales, no sé, me salen de forma muy natural porque a veces es lo que estoy pensando en ese momento o lo que está a mi alrededor. No lo pienso como tema, como por ejemplo, en ‘Mexican shit’, de mi último disco, tampoco lo planeé.
Escribo lo que veo, lo que siento, lo que estoy pensando y como estoy improvisando, me sale así. A veces sí digo: ‘¡ah!, está interesante este tema’, digamos que pienso en los cuentos de mi abuela o mi bisabuela cuando iban a trabajar lavando ropa al río y se me ocurre que quiero profundizar este tema de la labor de la mujer, pero para las letras en sí, no pienso como: ‘¡ah!, ahora esta sucediendo esta cosa y tengo que hacer esta canción’, no es así, más bien surge naturalmente. No lo veo como una cosa distinta o lejana de una canción de amor o desamor, es igual, algo que te pasa, cosas que piensas. Escribo lo que me viene.
Excelente. Ya hablamos de que usaste varios personajes para interpretar tus canciones, ¿qué relación tiene uno con el otro y por qué decidiste encarnarlos tú?
Me ayuda mucho pensar que son personajes porque me saco fuera de cuadro, ya no soy siempre yo, así, si no me siento bien o algo por el estilo, no importa. No es que siempre quiero estar diciéndote mi mierda, mis cosas personales o que soy tan importante o que tales cosas son tan interesantes para mí. Me gusta crear arte, hacer arte, entonces, si propongo que la que esta haciendo eso es un personaje, me es mucho más interesante porque me libera, siento que puedo hacer muchas cosas sin pensar tanto en: ‘¡uh!, pero ¿me vi bien ahí, me vi fea, me vi vieja, me veo gorda, me veo tal cosa, dije eso mal, lo dije bien?; ay, yo no soy así, ¡soy así!’, todas esas cosas que tú mismo te dices, de tanto mirarte en el espejo y que a veces cae pesado al minuto que tienes que crear.
Para mí eso fue algo que me liberó demasiado y me ayuda mucho a usar mi voz en otras maneras en las que no lo he hecho porque pienso: ‘okay, estoy haciendo un personaje como las cantantes de ‘córtate las venas’, voy a tratar de entrar en ese personaje, voy a tratar de ser Libertad Lamarque, voy a entrar en esa onda’ y eso le da libertad también a la voz para hacer otras cosas. Por supuesto que hay cosas mías también. Es como darte a ti misma permiso para jugar sin prensar; ‘ahora soy así, ahora soy asá’; siempre puedes ser otra, siempre puedes encontrar muchas versiones de ti.
¡Claro! ¡Qué emocionante! Me da curiosidad, después de todo ese recorrido, todas las canciones que hiciste y los procesos que llevaste en busca de tu espíritu ¿cuál fue tu conclusión del por qué cantas?
¡Está difícil! Es complicado explicarlo. Es como una planta que quiere de todos modos vivir, que aunque haya mal o buen tiempo, busca la forma de salir adelante. Es algo muy profundo que va más allá de lo que pueda compartir contigo, va más allá de si me pagan mucho o poco, si alguien me escuchó, si a alguien le gustó, va mucho más allá de todo eso. Es una cosa muy espiritual, una práctica espiritual, una manera de estar conmigo misma, de estar con Dios, de estar viva. Es eso, es todo.
¡Eso es increíble, qué bello! Ya quiero que todo el mundo escuche este álbum, ¿qué has planeado para seguir construyendo el camino de “Una Rosa”? ¿Vienen más videos o shows?¿Qué sientes que cambio en ti ahora que este disco verá la luz?
Sobre los planes, estoy haciendo más arte visual con el disco. Espero lograr todo. Es difícil porque no siempre hay presupuesto para hacer todo lo que quisiera pero yo siempre intento hacerlo. ¡He aprendido muchísimo! Nunca había hecho tantos videos en tan poco tiempo; poder hacer la música y los videos al mismo tiempo en un año, ha sido super super lindo, me gustaría seguir haciéndolo. Tengo algunos planes para sacar algunas piezas visuales con lo que falta por compartir del disco.
Sobre los shows y performance, me gustaría presentarlo en un show un poco distinto a lo que he hecho en mi pasado, con más diseño del set, tal vez con alguna onda musical jajajaja y de arte visual, también usando el cuerpo y movimiento. Estoy a penas creando un sketch de lo que quiero hacer, tal vez presente algo en el otoño, como un work in progress de lo que pudiera ser el show; vamos a ver cómo se presentan las oportunidades el año que viene para ir de gira. Me gusta mucho tocar en vivo pero no me gusta ir de gira jajajaja, como que no lo he extrañado para nada.
Hay algunas cosas que sí, como conocer personas nuevas, ver lugares que nunca he visitado pero hay mucho de ese ambiente que es bastante tóxico y que no quisiera repetir. Estoy tomando mi tiempo para saber, si voy a ir de gira de nuevo, cómo hacerlo de una manera distinta, que sea más saludable para mí; qué puedo exigirle a los venues, a los promotores y cómo puedo montar a mi propio crew para hacerlo una experiencia más saludable para todo el mundo.
Ahora que he terminado el disco, es difícil decirle adiós y saber que ahora otras personas lo pueden escuchar. Todavía no siento que lo he terminado por completo porque sigo haciendo cosas visuales. Aún tengo un momento para abrazarlo y tenérmelo para mí porque aún no se estrena y la mayor parte de la gente no lo ha escuchado, por eso sigo en una etapa en la que como que no lo quiero dejar ir jajajaja. Creo que la primera cosa que me viene a la mente es que conseguí una libertad más grande para ver las cosas que hago desde una perspectiva distinta. En este proceso me acerqué muchísimo más a hacer el arte, a la acción, al ritual de hacerlo y eso fue super importante.
Después del último disco siento que me encontré muy, muy lejos de todo, no solamente de mi espíritu, también de la labor de crear, y de todo lo que viene con eso. En este proceso me acerqué mucho a ese propósito, a por qué lo estoy haciendo; ahora lo veo como que es muy importante y no, al mismo tiempo. Me veo a mí y a mis amistades que hacen música, personas que conozco y no, en un círculo en algún lugar; estamos parados al rededor y, si tú sacas una canción, vas al centro del círculo, pones tu canción y nosotros la escuchamos, luego sales y vas de nuevo al círculo y ahora yo, voy y pongo mi canción. Lo veo como que soy parte de algo más grande, que estamos todos compartiendo y que tiene una importancia como de ser humano, de comunicar, compartir ideas, compartir música, es algo muy rico. Es un cambio de donde yo me encontraba mentalmente hace unos años antes de hacer este disco.
¡Es increíble, Xenia! Muchísimas gracias. Gracias por tu tiempo y por compartir tanto conmigo, es lindísimo platicar contigo. Espero que todo el mundo escuche “Una rosa” y lo disfrute tanto como yo, es un disco con mucha alma. Que pronto podamos verte en México y que ese espíritu siga con fuerza para iluminarnos.
¡Gracias a ti, igualmente! Y gracias por compartirme a Wendy Carlos, voy a ir a escucharla. ¡Yo también espero ir pronto!, aún no he ido a México pero tengo muchas ganas. Muchas gracias, me alegro muchísimo que el disco te haya llegado así. ¡Te mando un abrazo!