#WARPPresenta Entrevista con Vanessa Zamora: el ascenso y la caída de la Damaleona

// Por: Ernesto Cruz

mié 9 noviembre, 2022

La tecnología vinculada con la industria de la música es un arma de doble filo; pero si existe algo increíble en ello, es la oportunidad de, por primera vez en la historia, ser testigos del proceso de gestación de una canción, un EP o hasta un disco.

Y en ese tenor, hay álbumes que desde su proceso de grabación -aún sin tener la oportunidad de escuchar el material- emanan una energía distinta… Energía de que lo que se construye ahí tiene potencial de ser una obra maestra.

Esa sensación me da el DAMALEONA de Vanessa Zamora: una placa de la que apenas conocemos un intro y dos canciones, y que por su particular manera de darlo a conocer, no escucharemos completo hasta la primavera del 2023.

Lanzado por volumenes de manera trimestral, DAMALEONA enmarcará el viaje de Vanessa Zamora entre lo más oscuro y lo más luminoso de su ser. 

Aquí y ahora, en vísperas de la publicación del segundo volumen, platicamos con ella sobre su actualidad artística y todo lo que es DAMALEONA, como disco y como personaje, en medio de una linda anécdota sobre cómo está conversación se manifestó en Twitter apenas unos días antes.

 

Por tiempos y contextos, DAMALEONA es un disco de la pandemia; y creo que en muchos sentidos, el encierro orillo a los artistas a replantearse sus métodos, sus carreras y en general la vida que llevan como artistas…

¿Cuál consideras que fue tu mayor aprendizaje después de la COVID-19?

 

“Que no soy lo que hago, que la música no es toda mi personalidad; porque llegamos a este punto en el que me quitaron las presentaciones en vivo, perdí muchas facilidades para grabar y eso me llevo a cuestionarme quién era fuera de esa rutina como artista.

Tuve que recordar que soy Vanessa y si bien mi música es una parte vital de lo que soy, tampoco soy mi productividad. Esa reflexión me permitió conocer otra faceta de mi porque toqué lugares oscuros de mi mente, lo cual me llevó a encontrar estrategias que me permitieran salir de esos lugares oscuros y esa también es una manera de entenderme para identificar de dónde vienen ciertas ideas y pensamientos”.

 

Al menos desde mi perspectiva, tu primer disco se siente como un relato que romantiza la juventud; por otro lado, Tornaluna es justo la contraparte, la de la adulta joven que se da cuenta que esa misma juventud también tiene pasajes tenebrosos; y ahora el DAMALEONA, al menos en sus primeros singles y la energía que desbordaste en el show que dio inicio a esta era, se siente como una mujer consolidada que nos comparte su proceso en el que se enfrenta a la luz y a la sombra de sí misma. Al hacer este tercer álbum, ¿tenías una idea preconcebida de lo que querías para él?

 

“Fíjate que en ninguno de los tres discos me he planteado de qué se va a tratar  antes de hacerlo. A lo mejor sí pienso que quiero hacer un disco más eléctrico o en una escala de BPMs más alta pero no establezco una narrativa que guíe todo el trabajo. 

Generalmente hago un beat y a partir de ahí lo lleno de detalles y complementos a partir de lo que sienta en el momento. Lo que tampoco hago es producir veinte o treinta canciones para después cortar la mitad hasta quedarme con el disco. No. Las canciones que hago son las únicas que hago y son aquellas en las que me centro para sacarlas adelante. Si hay diez maquetas, al final el disco se formará de esas diez ideas preliminares. 

Todo lo de DAMALEONA llegó después cuando ya estaban muy avanzadas las canciones. En realidad DAMALEONA es una especie de alter ego que nació con mi faceta como DJ y siempre me gustó mucho por su potencia y la manera en que expresa una faceta femenina y su faceta masculina porque al final me siento bien conectada con ambas partes.  Es como un nombre no binario, casi casi.

En conexión con la pregunta anterior, DAMALEONA también ha sido un puente para asimilar que cosas como la ansiedad y la duda también son parte de la naturaleza humana,  de mi naturaleza.

Ahora que lo pienso siempre estuvo rondando mi cabeza y cuando lo identifiqué, ya no lo solté”.

Creo que el concepto de los alter ego son muy comunes en la historia de la música pero tú lo llevaste al siguiente nivel al darle una imagen a la DAMALEONA: ahora tus fans saben que Vanessa Zamora se ve de una manera y el personaje tiene el cabello a dos colores, usa pijamas de satín con prints, trae tenis, usa gafas cromadas y carga su guitarra…  Recién que veía el documental de David Bowie él comenta lo difícil que es cuando el alter ego genera un arraigo emocional en ti al grado de que puede comerse a la persona hasta un punto en el que ya no sabes quién eres.

¿Tú has tenido esta sensación?

 

“Fíjate que no, eh. De hecho apenas pensaba que no me molestaría que me siguieran llamando DAMALEONA incluso después de esta era. 

Yo lo veo así: Vanessa Zamora ha sido mi nombre toda la vida, con el que la gente me conoce dentro y fuera del escenario; entonces ese siempre ha estado ahí, y ahora DAMALEONA es la oportunidad de hacer y ser cosas diferentes.

Incluso en la imagen no creo que solo tenga que ser el cabello de dos colores y el conjunto de satín: también puede evolucionar porque no es tanto el aspecto sino la energía que produce”.

Fotografía de @la.danisela

 

En esta dinámica de lanzar el álbum por partes y con lo que comentabas de no tener un catálogo de decenas de canciones, en los últimos meses he notado una frustración entre los artistas independientes que un día se levantan muy motivados en menos de 48 horas hacen una rola ya hasta masterizada, aún a sabiendas de que probablemente no verá la luz hasta dentro de meses o incluso años.

¿Tú lo has sentido? ¿Ha sido difícil, en tu caso, lanzar DAMALEONA en volúmenes?

 

“Te lo voy a poner así: cuando lance Hasta La Fantasía (2014), publiqué primero un par de singles a los que les fue muy bien y la gente pedía más y yo me emocioné porque ya las tenía listas; pero alguien me metió a la cabeza que tenía que esperar el momento adecuado y así se fueron meses hasta que finalmente saqué a la luz el disco y ya no tuvo el recibimiento que pudo tener.

Las cosas pasan por algo y con Tornaluna (2018) también hubo ahí un rollo raro con la promoción… El caso es que esa idea de “el momento ideal” para lanzar es una idea medio de la generación pre Spotify en la que, por ejemplo, no lanzaban música en diciembre porque navidad y la gente no va a tener tiempo ni dinero de comprar tu álbum y no sé qué; pero ahora, con las canciones al alcance de unos segundos, las personas escuchan música todo el tiempo.

Entonces, si la industria va a la velocidad de los singles pero yo tengo un disco completo, pienso que la mejor manera de lanzarlo es así: por partes. Y es que, número 1: soy mi propia fan y me encanta mi música, y número 2: como mi fan, al menos para mí, todas las canciones en este disco tienen potencial de single, así que por qué no darles ese tratamiento. Lo pienso como un regalo en el que la entrega también es una experiencia. Además cada canción tiene temáticas muy diferentes y quiero que la gente pueda tener el tiempo de conectar con cada una”.

 

Hablando de eso, cuando escuché el volumen 1 sentí que “Trascender” era perfecta para ser el track inicial del disco y en contraparte, “Contracorriente” suena a la canción final del álbum. ¿Ya cuando salgan todas van a venir en el mismo orden en el que se publicaron o el tracklist va a tener un orden distinto.

“Va a tener un orden distinto. Yo soy muy de valorar las decisiones de los artistas cuando proponen un orden específico en sus discos porque nada está ahí al azar o solo porque sí, casi siempre hay una razón de ser y quiero que la gente valore eso en DAMALEONA porque, además, cada canción tiene vive en su propio universo y si a lo mejor comparten identidad sonora, a nivel lírico están muy lejanas una de la otra o viceversa”.

Cuando las escuché en el Lunario sí sentí eso de que son muy diferentes, eh; sin embargo, también sentí como si todas fueran canciones hechas en los 70’s, ¿sabes? Algunas cosas me sonaron a Stevie Wonder, otras a Carole King, algunos bajos a Fleetwood Mac; entonces, más que pedirte que lo definas en géneros -porque sé lo chocante que puede ser- me gustaría pedirte que lo definas en una experiencia, onda “DAMALEONA suena como a ir en un Ferrari a 200 Km/h”.

¿Cómo lo describirías?

“DAMALEONA es un viaje por todas las emociones efímeras que experimentamos los humanos”.

Algo que me gusta mucho de tu proyecto es que eres muy clara y directa con lo que escribes: la relación con tu madre, tus vínculos sexoafectivos, tu consumo de psicoactivos…  Y creo que eso es muy poderoso en un mundo en el que a las mujeres históricamente se les ha obligado a escribir solo de amor y desamor o de cosas que al ojo masculino resultan banales.

¿Es algo en lo que piensas?

 

“En general no soy alguien que use su música o sus plataformas para hablar de política o de religión. Prefiero tener incidencia en mi entorno directo: que si alguien cercano hace algo que considero indebido o poco ético, prefiero actuar ahí que en Internet o en mi obra. Y no porque no me interesen los temas sociales a gran escala pero siento que mis acciones son más efectivas en chiquito.

También porque no quiero que mi proyecto se defina por consignas, ¿sabes? Porque quién sabe si mañana pueda cambiar de opinión o de sentires. Por ejemplo: yo me considero una mujer queer pero no por eso diría que mi música solo está enfocada a la comunidad LGBTQ+.

Lo que sí diría que es parte de mi agenda son las emociones y la salud mental porque creo que en este mundo tan demandante y complicado necesitamos sentirnos más acompañados”.

Y eso también es muy potente porque bajo la premisa de que lo personal es político, cualquier tema que vincule la convivencia en sociedad puede tener un gran impacto, se busque o no. Por ejemplo, aunque es de tu disco pasado, creo que “Malas Amistades” pone sobre la mesa una conversación poco explorada que es la de que les amigues también pueden ser culeros y romperte el corazón. Creo que el único referente que tenía era “How Do You Sleep?”, esta canción de John Lennon que le escribe a Paul Mccartney post Beatles y le reclama lo mal amigo que fue con él.

 

Y bueno, ya para terminar: ¿Cómo fue grabar en los Sonic Rancho?

“Ese lugar me encanta no solo por lo que significa sino con lo contrastante que fue con mi flujo de trabajo regular. Mi estudio en realidad es pequeño: solo tengo mi computadora en la que grabo con Garage Band, mi interfaz, dos monitores, un piano Midi y mi guitarra; y en Sonic Ranch hay todo lo que te imagines: instrumentos que eran de otros artista, instrumentos de otras épocas que ofrecen sonidos muy específico… Además puedes grabar a la hora que quieras, es muy cómodo y tiene una energía muy cabrona porque se sienten los fantasmas de todo lo que ha pasado ahí y se vuelve algo súper inspirador”.

 

Finalmente: hace un tiempo leí una conversación entre Lorde y David Byrne en la que decían que estaban algo cansados de este momento de la industria en el que la música se trata de todo menos de hacer música: se trata del marketing, las estadísticas, la merch; pero cada vez hay menos tiempo para hacer música. ¿Tú qué opinas al respecto?

“Creo que si quieres vivir de esto, es inevitable hacer las otras cosas porque al final es un trabajo, una profesión que demanda hacer más que solo componer; y la clave está en también aprender a disfrutar esas cosas. Por ejemplo: para mí, esta conversación es chamba porque me ayuda a que más gente me conozca pero también la gozo porque platicamos chido. 

Por otro lado, creo que les artistas no pueden perder el gusto por hacer música. Luego me da risa porque me preguntan qué hago en mis ratos libres y yo en mis ratos libres sigo haciendo música porque lo gozo mucho. Ese placer debería ser innegociable porque al final la pasión es la que nos tiene aquí, es la vida que elegimos”.

 

Fotografía principal de @la.danisela