#WARPPresenta: Entrevista con Li Saumet de Bomba Estéreo, una meditación musical necesaria

// Por: Alejandro Franco

lun 7 junio, 2021

Fotos: Sergio Gálvez para WARP

Durante los últimos 15 años, Bomba Estéreo ha trabajado en crearse su propio camino “a punta de machetazos”. Un trayecto mediante el cual ha ayudado a abrirle puertas a los proyectos latinoamericanos, generando un impacto dentro de los públicos europeos y anglosajones con su mezcla particular de música electrónica con géneros musicales tradicionales de la zona.

Desde cumbia y reggae, hasta champeta y expresiones musicales de los pueblos originarios del norte y el sur de América, la música de este proyecto colombiano se ha colocado como una hibridación vanguardista, resultado de una mente creativa que aprecia el presente de la música internacional al mismo tiempo que se desvive por las expresiones de sus raíces.

“Fue bonito, como empezar para que suceda lo que ahorita está sucediendo, porque yo creo que si no hubiese sucedido eso con Bomba y muchas bandas que abrieron ese camino, pues la música latina no tendría el boom que tiene en en el anglo”, afirmó la vocalista Li Saumet, quien nos contó su trayecto en una entrevista en exclusiva que realizó en el Día de la Tierra, pocos minutos antes de dirigir una meditación guiada, haciendo uso de su música y de su voz con el objetivo de encontrar la paz dentro de sí y los demás.

“No tenemos que correr, no tenemos, no tenemos la necesidad de correr. Podemos darle a la gente las cosas en los tiempos naturales y ha sido súper bonito porque ha sido súper orgánico”, comentó con respecto a la visión que le ha dado la cuarentena y cómo la ha estado traduciendo a su qué hacer musical, fluyendo al ritmo de su próximo material de estudio, un álbum que tratará sobre “los cuatro elementos, primero el agua, luego el aire y luego la tierra y luego el fuego”.

El impacto de la música latina

Li ¿cómo estás? Me encanta tenerte aquí de frente y saludarte y tener la posibilidad de platicar contigo.

Bueno, a mí también. Finalmente, después de tantos años, nos encontramos otra vez. Creo que en un momento muy bonito de la vida.

Es un momento de mucha reflexión y de mucha evolución. Ojalá, ¿no? Para gran parte de la humanidad. Con esto tan particular que hemos vivido en colectivo, pero que también significa un crecimiento y una propia lucha interna de entender en dónde estamos parados, dónde estaba nuestra vida, dónde está ahora, qué queremos hacer con ella y también, sobre todo, tener esta conciencia de lo que nos rodea. Estamos grabando esta entrevista El Día de la Tierra. No lo mencionaría, regularmente tratamos de hacer atemporales las entrevistas, pero hay que grabamos esto es un día de la tierra y creo que todos los días deberían ser de la tierra, pero hoy en especial, es bonito tener esta energía y esta conversación y esta conciencia despierta.

Sí, definitivamente es un momento trascendental, trascendental en la vida en el que nos tocó bajarnos de un ritmo. Veníamos en un ritmo de vida demasiado acelerado en el que no podíamos ni pensar, en el que de pronto nuestros problemas y nuestras situaciones no daban espacio para nuestro ritmo de vida. Íbamos como una moto a toda velocidad, muchas veces sin casco.

Digamos que había gente que se ponía casco, había gente que iba de pie, había gente que iba haciendo piruetas. Había a veces tres en una moto. Habían cinco o seis. Los he visto, con niños y todo. Y nos dijeron como bueno, bájense de la moto, que la moto se daña hasta próximo aviso. Entonces sí, fue como mirar. ¿Que estaba pasando en nuestra vida? Mira nuestra realidad desde cada quien, desde su propia realidad. Muy fuerte, muy duro para muchas personas en general, para todo, porque de verdad nos sacó como de un de un mundo que estábamos viviendo.

Que podía ser cómodo a nivel, pues de pronto no lo sabemos, pero que nos hizo ver más las prioridades. No hizo ver más que realmente lo que nos importa, lo necesario. Ojalá, como dices, ojalá. Entonces sí, creo que es un tiempo fundamental y siento que a partir de acá es muy importante lo que se dice, lo que se habla, el mensaje en todo, en el arte, en la música, por ejemplo. A mí me preocupa mucho eso.

Siento que después de esto. Yo esperaría escuchar letras muy contundentes y muy trascendentales, por lo menos para los artistas.

En la radio yo he enfatizado mucho que el arte es el que va a reflejar realmente lo que estamos viviendo y lo que estamos sintiendo. La música creo que por supuesto, dentro del arte, es un vehículo profundamente directo y poderoso por los sonidos, por las voces, por lo que se dice o lo que se puede percibir a través de lo que escuchas. ¿Cómo empiezas a trabajar en esta etapa nueva de Bomba Estéreo? Quiero decir etapa nueva porque creo que todos estamos en una etapa etapa nueva. Son cuatro años sin un disco y además es un proyecto basado en los elementos, lo cual me encanta, porque además te habla de un equilibrio, te habla de conversaciones como el día de hoy, de muchos temas que justo creo que es parte de lo que te refieres, de lo que vamos a empezar a hablar o deberíamos empezar a hablar y concientizar. Pero cuéntame de este proyecto nuevo.

Bueno, sí, nosotros ya veníamos como en un proceso, porque es un proceso de de años, de tiempo. Yo creo que por allá de Elegancia Tropical ya veníamos hablando de temas más espirituales, como el alma y el cuerpo, y ya veníamos abriendo un poco más el mensaje. Tomando conciencia, yo creo, de lo que es un artista, porque yo creo que un artista canaliza como un canal, no es que pase. Por mí, o sea, porque yo lo hago. No es como una cosa de ego, sino pasa a través de mí.

Entonces fue como. Entender ese mensaje y llevárselo a la gente, entender que entre más limpio esté ese mensaje y más limpio esté la casa de uno, que es el cuerpo de uno también. Ese mensaje llega mejor a la gente. Empieza tú ese proceso y cuando llega este disco, Simón me dice, ¿qué hacemos, eh? ¿Con qué productor trabajamos? Estoy un poco confundido. Yo le dije yo, el mejor productor que conozco eres tú. Así que si tú puede producir todo el disco, yo estoy feliz. Hagámoslo nosotros.

Nos decidimos sentar a hacer todo el proceso inverso o diferente de como se está haciendo la música latina ahorita. Por ejemplo, tiempos apresurados, sencillos. cada semana. Siento que la música ha salido de su curso natural para tomar el curso que le dicen que tome. La industria, ¿no? Y decidimos darle un tiempo natural con los cuatro elementos, primero el agua, luego el aire y luego la tierra y luego el fuego.

No tenemos que correr, no tenemos, no tenemos la necesidad de correr. Podemos darle a la gente las cosas en los tiempos naturales y ha sido súper bonito porque ha sido súper orgánico. De hecho, fue una idea así como muy que llegó, pero ha funcionado muchísimo porque la gente ya escucha el primer elemento, espera el otro elemento, tiene como un tiempo para poder interiorizar cada elemento porque cada elemento trae un contenido bastante fuerte, sobre todo en estos momentos

Y ha sido muy lindo porque, bueno, al final fuego saldrá. Me imagino que al final del año, no sé, va a hacer. No sabemos de verdad, como que es muy orgánico, pero es lindo eso.

Tampoco está el plan trazado incluso en esta estructura de calendario, etcétera. Hay una energía fluyendo.

Es como. Como la Luna, ¿sabes? Como que hay una idea de lo que va a suceder, pero nunca sabemos en realidad qué va a suceder. Cada amanecer es diferente, cada atardecer es diferente. Entonces, queríamos que el disco hasta nos sorprendiera a nosotros. Tenemos un plan general, sí, digamos como de cuenta un calendario lunar de que en esta época se puede sembrar, pero en realidad nos va sorprendiendo y va haciendo.

Queremos que sea realmente un disco que está basado en la naturaleza y no solo decir hay agua, tierra y fuego porque está de moda y todo el mundo ahora es hippy, entonces lo vamos a hacer así. No, es porque de verdad queremos darle ese flujo natural que está funcionando súper bonito y la gente está conectando mucho.

Y si hay sonidos, hay naturaleza. O sea, hay un trabajo también de tratar de captar la esencia de los propios elementos.

Sí, de hecho el disco lo hicimos en la Sierra Nevada de Santa Marta, pues lo hicimos en un lugar donde yo vivo. Es una montaña que es sagrada. Los indígenas kogui dicen que es el corazón de la Tierra, entonces hay mucha energía circulando por ahí. Yo le dije Simón, juntémonos, porque tampoco el disco hubiese sido lo que es, sino hubiésemos estado juntos. Nos juntamos todos unos 15 o 20 días. Yo empecé desde Canadá con Lido, que es mi gran amiga artista también para reconectarnos como con todo eso.

Y de ahí nos fuimos toda la banda a la Sierra, a grabar, a grabar, a grabar y obviamente Simo, grabó sonido, grabó mucho mar, muchos pájaros que al final de cuentas eso es la música, los sonidos mantras que tú escuchas y repites y repites. Y claro, si tú dices -estoy bien, estoy bien, estoy bien y canta eh, que estás bien-, en algún momento vas a estar bien; pero, si cantas, eh, -te voy a dar, te voy a dar, te voy a dar un momento, le vas a dar a alguien-. Entonces, es como que es eso. Es como un poquito entender que el mensaje es una responsabilidad muy grande, sobre todo cuando te escucha mucha gente y esas personas están repitiendo eso y los adolescentes están repitiendo y los niños están repitiendo eso. A mí sí me parece muy importante que lo que repitan sea algo que sea trascendental y positivo para su vida.

Me imagino que involucrarse en un proceso creativo con estas características también tiene sus retos, no, porque todo lo que nos cuentas suena increíblemente orgánico y hermoso y conectado, y hay muchos sentimientos, además de la complicidad de la amistad de ustedes como proyecto de tantos años. Pero esa estructura no estructura, que al final sí es una estructura, porque ustedes son unos profesionales y entienden lo que están haciendo y hacia dónde va. Pero llega a ser complicada la autogestión.

Los grandes retos de la humanidad hoy en día, que fue -tú eres dueño de tu tiempo y de tus espacios, no hay presión, o sí o no, pero tú eres quien lo decide-. Mucha gente desde casa. Ustedes desde una sierra, haciendo su trabajo. Pero, ¿cómo fue ese proceso creativo y además, cuáles fueron los retos, de un proyecto tan bonito pero que tienen una complejidad?

Bueno, sí, yo creo que Bomba es una banda muy afortunada, porque digamos que todo ese proceso de el camino con machete, como yo siempre lo veo, que es como ahí, el camino pavimentado que vas en carro, puede ser el limosinas, el camino un poquito más a tierra, hay cosas trazadas en las cuales también te encuentras unas dificultades que a veces pueden se muy difíciles o depende de que te echen aire la llanta o de que te tienes que bajar del carro para hacer ciertas cosas que no quieres y lidiar con ciertas cosas con las que no.

Nosotros creo que cogimos machete y nos fuimos por el camino que no estaba marcado que los que quieran después podrán también coger por ese camino. Pero fue bonito porque eso también trajo como dices, sus dificultades, y era sí, no saber a dónde íbamos, pero siempre haciendo lo que queríamos.

Obviamente ya después uno va creciendo y llegan la industria, las disqueras y hay cositas con las que uno tiene que negociar para no hacer cosas que uno no quiere. Pero, afortunadamente, como te digo, Bomba ya había trazado ese camino y ya tenía ese camino muy firme y fue como que simplemente. Nos respetaron mucho esa decisión y poder hacer lo que queremos en el momento en que queremos. Eso es una libertad muy grande y  creo que no la tiene mucha gente y nos permite tomar la decisión de irnos por este camino. Entonces no sé qué dificultades pueden ser el hasta donde llego yo o hasta dónde puedo yo hacer las cosas.

A veces ni te das cuenta que estás haciendo cosas y no te sientes tan bien. Lo bueno es que Simón y yo somos muy parecidos y no nos gusta tanto eso. Digamos que no vamos tanto a lo que hacen los demás y como deben ser las cosas. Yo creo que eso es también lo que nos ha hecho, pues la banda que somos. Digamos que poder tomar el camino que queremos. Entonces retos siempre van a ver, pero son los retos que nosotros mismo nos hemos impuesto por hacer lo que nos gusta

Es que es además una muy delgada línea. Lo que cuentas de cómo llegar a tener un acuerdo con la propia industria o con lo que les toca a ustedes compartir de la industria y mantener incluso el camino, aunque sea a machetazos. Mantener ese proyecto vivo de esa manera, con esa independencia. Porque además, ustedes llegan en un momento de la industria en donde no era común que la música latina y la música en español fuera escuchada y recibida por públicos como el anglo o públicos de otras partes del mundo y ustedes no solamente se convierten en un proyecto que a machetazos logra eso, sino que llevan esa teoría a la práctica y logran hacer una comunidad de seguidores o de gente que empatiza con su música y su arte en todo el mundo. Eso hoy es una media de la industria.

La música latina haciendo eso hoy ya es una realidad, existe, es una normalidad. Pero cuando ustedes empezaron realmente eso era atípico y era sumamente difícil porque a veces veías grupos mexicanos, colombianos, de otros lugares; pero, quiero pensar mucho en mexicanos porque aquí en México decíamos -a esta banda está triunfando en no sé dónde- y sí, pero cuando ibas a los conciertos en otros lugares eran ese mismo público mexicano yendo a esos conciertos. Y creo que hay pocos proyectos y ustedes son uno muy contundente que logró cautivar audiencias sin una barrera del idioma y con una música muy latina, pero muy de vanguardia. Ahora que ya es una media y que y que la industria está llena de eso, ¿es difícil o, al contrario, es más fácil decir justo no voy a no voy a ir por esa misma?

Yo creo que fue un camino, ¿no? Así que se abrió. Yo me acuerdo que fue súper bonito porque nosotros no sabíamos qué estábamos haciendo ni qué estaba pasando, simplemente estábamos haciendo música y de repente empezamos a ir a Estados Unidos y nos llaman de KEXP, cosas así que no eran súper gringas, o sea, eran súper gringas y no iban bandas latinas y empezamos a hacer cositas así. Y bueno, ya festivales, tú sabes, todos los festivales y era como que en esa época digamos que la música latina todavía no se ha permeado la radio en Estados Unidos, ni todas esas cosas.

Fue bonito, como empezar para que suceda lo que ahorita está sucediendo, porque yo creo que si no hubiese sucedido eso con Bomba y muchas bandas que abrieron ese camino, pues la música latina no tendría el boom que tiene en en el anglo, pues pide un camino que se venía caminando hace rato de que un eh gringo, un anglo, osea, cualquier persona en Europa o en Estados Unidos te bailara una cumbia o te bailara, ¿me entiende? Porque ya tenía esos elementos que ellos identificaban que eran electrónicos con estos elementos latinos. Entonces era como que ver ya a la gente anglo yéndose al revés, poniendo nuestra música, poniendo nuestra cumbia.

Yo me acuerdo una vez ver en un festival cuando empezamos, como cinco años llevábamos, un chico punk, así en un festival europeo. Él era europeo poniendo cumbia, era un DJ de cumbia y yo era como -guau-. De verdad. se hacía sentir.

Lo que pasa es que la gente no sabe mucho de eso porque la gente no lo vivió de repente y son cosas que tú. No son tan mainstream y yo creo que todo viene de la underground. O sea, todo lo que se vuelve mainstream es porque hubo underground primero. Entonces siento que se fue como under de esa época y que fue creciendo.

Obviamente esta música es cumbia y música latina y a la gente le empezó a gustar. También creo que cogió tan como un todo un grupo de latinos que estaban como que bueno, ¿o es salsa o es rock? Pero ya, ya, osea, ya es como que el rock también identificaba mucho lo anglo en un momento. Fueron procesos, ya eras como bueno, ya quiero ser más latino y quiero ser electrónico, pero también me gusta la cumbia. Entonces fue súper bonito porque fue, digamos que. No, no decir el reggaetón de la época, pero sí lo que está sucediendo con lo que sucede ahora con el reggaetón, de que la gente empezara a bailar y que se pusiera un poco más latina y que se tropicalizara todo.

Que incluso se acostumbraran a la métrica del castellano, del español, ¿no?

Sí, y el baile. O sea, ver a la gente bailando en los conciertos. Que no fuera una música totalmente anglo. Eso es súper bonito. La gente si está bailando en festivales, en Coachella, en Lollapalooza, en grandes stages, cumbia e interactuando de una manera con lo latino, incluso latino, que tenía un poco de pena de ser latino, salió en comunión.

O el latino, por ejemplo latinoamericano hablando de los nacidos en Estados Unidos, también obtuvieron algo que no habían obtenido de manera tan directa. Claro, a veces muy en la superficie, muy en lo popular, en lo que significa el mainstream de la música, con todos los peligros que eso conlleva. Pero, al final del día creo que es más positivo que la carga negativa. Creo que hay una evolución, creo que va a avanzar y es bueno saber que la música e latina y latinoamericana está alcanzando otros niveles.

¿Cómo ocurren las colaboraciones para este disco? Hoy es una media, también, en el mundo de la música, las colaboraciones y ustedes están buscando colaboraciones. Cuéntame. Sí, también sonoras. Pero sé, por ejemplo, si nos quieres compartir el video que acaban de grabar, en San José del Pacífico, en México, otras colaboraciones que tienen en ese sentido. Creo que para ustedes también es muy importante redondear la energía y que la música esté ahí. Me imagino que esa es la columna vertebral, pero también que las imágenes y que quien está involucrado en ese otro proceso, tan necesario también lo visual, tenga una correspondencia.

Sí, de hecho es muy bonito porque estoy trabajando mucho con México. Muchos de los artistas que yo conozco más increíble del mundo son amigos míos. Es decir, tengo amigos que son muy buenos artistas, entonces los admiro mucho, aprecio su arte, me encanta lo que hacen.

Vivo enamorada de ellos y lo que hacen y decidí, tengo una amiga muy, muy amiga mía, con la que desde el primer viaje que hice al DF, que pueda hacer aproximadamente hace unos 12 años, puede ser, que fue en ese monumento la revolución que tocamos con Nortec y Maldita Vecindad, fue increíble. Fue nuestro primer viaje a México y me conecté con esta amiga que se llama Fana. Ella es una coreógrafa muy importante acá y dije Fana ¿por qué nunca hemos trabajado juntas?

En este álbum decidí un poco llevar las riendas de todo el concepto. Además que, por fin tengo tiempo, no estoy viajando, voy como en un en una levitación constante, en mi casa, con mi familia, conmigo, empecé a hacer yoga, empecé a hacer y me conecté mucho con eso de trabajar con mis amigos y empecé a hablar con todo mi amigos. Primero hablé con Lido Pimienta, que es mi amiga, gran amiga, y con la que empecé a hacer música. Empecé a hacer la producción del disco, empecé a hacer todo como la idea.  Luego con Fana, muchas mujeres, me empecé a juntar con muchas mujeres, y empezamos a hacer toda la columna vertebral, pero ya de lo visual.

Estamos trabajando con mucha gente de México, olvido de Dejaseis se hizo en México. Hemos trabajado, estamos haciendo como 6, 7, 8 y 12 videos en México. Estamos colaborando con varias personas a nivel visual y a nivel musical. Por ejemplo, estamos colaborando con un músico que yo admiro muchísimo, que se llama Leonel y que se dio. Es que todo se ha dado orgánico y se dio naturalmente. Su aporte fue fundamental porque es un gran, gran, gran compositor.

También hemos trabajado con gente de África. Pero, sobre todo, digamos que toda la parte visual se está manejando desde acá, de México, por eso estoy viniendo tanto y ha sido súper bonito. También colaboramos con un artista que se llama Lucas Avendaño, que es muxe y que es extraordinario ser y haberlo conocido. Es el niño que más lecciones de vida me ha dado en tres días que estuve, que no sé, muchas más cosas que he vivido entonces.

Siento que Colombia y México son muy parecidos. Siempre lo he dicho a muchos niveles y creo que ese nivel de acá, espiritual e indígena que hay es muy fuerte. Y lo vi en Lucas, en su arte, en lo que dice, en lo que él habla es súper bonito y todo lo que está sucediendo, como acá, he ido a Oaxaca, a San José del Pacífico. He trabajado con gente increíble, acá hay muy buenos artistas y, como en Colombia también, pero me ha gustado el ejercicio de trabajar con otro país y así integro como a México, que se parece mucho a mi país, pero que es muy diferente también como esa energía acá me pareció súper bonito y me conectaba mucho y vienen muchas colaboraciones de mujeres, de directoras, Elisa Mile.

Nosotros estamos felices y creo que va a ser a nivel visual y a nivel de mensaje, algo muy positivo y trascendental a nivel cultural y a nivel latinoamericano.

A mí me encanta que estés aquí con nosotros y me encanta además no verte, siempre que te veo en Instagram y que estás ahí, cerca del mar y en tu casa y rodeada de la naturaleza y de la gente que amas, me da paz. Es de esas cuentas que digo que bonito seguir a Li porque la veo y además de que extrañaba platicar contigo y verte me encanta conectar y compartir un poquito de energía contigo. Además, en un día como hoy, en la entrevista como la de hoy, que es una charla más bien. Yo creo que tiene tanto camino por delante este proyecto de los cuatro elementos que me encantaría que repitamos esta conversación en otro momento para actualizarla y para que nos cuentes de otras colaboraciones y en qué va el proyecto. Además, si estás viniendo a México tan seguido, no lo vamos a desaprovechar.

Por favor. Claro, claro. No es súper lindo, porque de hecho yo me salí de Instagram aproximadamente hace un año porque quería ser como deetox. Acabo de regresar esta semana por eso mismo, también porque la gente me dice -bueno, pero queremos ver también esas fotos, esa paz-. Y ha sido lindo porque bueno, he podido también compartir con la gente cosas que también a veces es necesario, porque es la única red social que tengo.

Entonces está lindo también irse, volver y enfocarse también en las cosas que a uno le parecen como importante y también poder mostrar a la gente cosas que uno no ve y ellos a veces no sé por qué están en su casa.