Sophie Fustec, cantante franco-venezolana, mejor conocida como La Chica, está convencida de que la música puede salvar momentos de desespero. Como el que hemos vivido con el momento de contingencia sanitaria. De ahí sus canciones, que son un intento de transformar las emociones en energía.
Luego de atravesar por la pérdida y desasosiego, Sophie nos entrega La Loba (2020), un álbum donde logra representar este cúmulo de emociones y transformarlas en un producto único con ayuda de su hipnótica voz, un piano inspirado en Debussy y sus sampleos de percusión latinoamericana. Aprovechando el lanzamiento, conversamos con La Chica sobre sus líricas, el feminismo en su música y la visión latinoamericana que establece en su proyecto.
¿Cómo estás cómo has vivido esta pandemia?
Bueno, yo creo que como, un poco como todo el mundo, o sea, con mucha curiosidad de entender lo que está pasando y lo que estamos viviendo, porque yo creo que es la primera vez que vivimos algo en común de una manera tan global, tan general y el proceso me parece muy interesante y cómo reacciona la gente y cómo nos rebelamos como humanos.
He aprovechado los primeros tiempos para mucho, lo que necesitaba, tenía años que no descansaba y fue muy interesante para mí descansar jajaja. Pero al mes ya estaba un poco harta de sentirme encerrada, muchas ganas de compartir con la gente, muchas ganas de tocar música de nuevo y estar en el escenario no sé, con mucha paciencia espero pues el momento de apertura, el momento donde van a abrir de nuevo las puertas de la sala de concierto y donde vamos a poder compartir todos en armonía de nuevo, pero es largo, dura.
Un poco pesado. Yo quisiera saber si consideras que has sido de plumas fáciles, es decir, ¿has podido componer en esta pandemia?
En realidad, sí. Fue muy interesante porque tuve el tiempo de reconsiderar las cosas que tenía, las cosas que quería decir, los temas que quería abordar y fue un momento rico de para tomar el tiempo para leer, para ver películas este y como re-conectarme con el mundo del arte con más tranquilidad también para tratar de entender qué hago aquí y qué es lo que quiero transmitir a través del arte.
Justo mi siguiente pregunta va por ahí. Escuché Cambio y siento que fue como una explosión de emociones, de ritmos, de sensaciones y luego escuché La Loba y va por la misma línea. Me gustaría que habláramos al respecto. ¿Cuáles son tus puntos de partida para las líricas, para la música?
Claro sí. Para mí fue un cambio de proceso porque es verdad que con ‘Cambio’, igual con los dos sencillos que estrené en junio, que son ‘Venezuela’ y ‘Las Serpientes’ que son canciones muy viscerales y muy rítmicas, muy de fuego, muy de baile, tuve ganas de conectarme con la esencia de las cosas, el hecho de haber perdido mi hermano fue muy violento, fue muy fuerte y fue también la fuente de inspiración, necesitaba transformar todas las emociones que he vivido.
Quería transformar esta primera etapa de duelo en música, entonces eso me hizo buscar caminos un poco diferentes y un terreno de juego más limitado que fue limitarme al piano, el piano es mi instrumento de vida, es el gran amor de mi vida, es un instrumento completo con el cual puedes hacer rítmica, melodía, armonía en una orquesta, entonces fue divino porque al limitarme al piano sentí una libertad muy grande porque podía hacer muchas cosas.
Entonces eso fue muchas cosas, la parte musical fue la re-conexión con el piano y como la re-conexión con la esencia de las cosas y la esencia de la música. Y lírica pues todas tienen que ver con mi hermano y con la muerte de mi hermano y con las diferentes etapas y emociones que experimentas. Hay mucha, hay un poco de rabia, un poco de ira, de desespero, de tristeza, pero también hay mucho amor y mucha luz. Y son todas las emociones que quería transmitir, pero no de su forma, no de una forma tan, tan cruda. Ya un poco transformada y un poco trabajada.
Lamento mucho que hayas atravesado por esta pérdida, pero creo que la música tiene este poder terapéutico en el que tú puedes liberar toda la pesadez que traes contigo y toda la oscuridad la puedes desfogar a través de este medio y es muy cool, porque no sólo estás representando tu dolor, tus emociones en sí, sino que también estás conectando con otra gente y no dudo que tus canciones ayuden a alguien más a procesar, a nivelar este caos.
¡Gracias! Pues eso espero; espero generar emociones y espero poder compartir con la gente de esa experiencia en la muerte que es una experiencia muy particular, pero muy poderosa también y muy importante para seguir avanzando en la vida; vamos a vivir muchas muertes en esta vida y tenemos que comprenderlas y tenemos que aceptarlas y transformarlas.
Me gustaría hablar sobre el papel de las mujeres, creo que estamos en un momento muy complicado, pero también ha sido un despertar donde la mujer ha tenido como una reivindicación en la música. ¿Cómo ha sido tu experiencia? Porque creo que en tu caso ha sido más trascendente tu trabajo, lo que puedes dar y que va más allá de cosas banales ¿cierto?
Claro, claro… el tema del feminismo era definitivamente parte de los nuevos temas, y el feminismo mismo lleva muchos años expresándose a través de mi cuerpo, de mis ideas, de mis líricas, de muchas cosas, pero yo creo que, de una forma un poco más tranquila, más discreta.
Entonces, tenía ganas de presentarlo de una manera más frontal y el tema de ‘La loba’ nació de… vino de una discusión que tuve, una conversación que tuve con mi hermano hace rato, porque mi hermano fue la primera persona que me habló del feminismo, me dijo:“Tu eres feminista pero no lo sabes y como no lo practicas, y tienes que ponerte pilas con eso porque es un tema importante y vas a ver que te va a servir muchísimo en la vida” y eso fue hace más de 10 años, pero me despertó porque yo tenía la tendencia de comportarme como un hombre como para entrar en ese
¿De ser aceptada, quizás?
Para sentirme aceptada, para entrar en el patrón de comportamiento del sistema, muchos errores. Grandes errores, porque un hombre nunca te va aceptar, o nunca te va a dejar entrar en la comunidad de hombre por ser mujer jajaja
Porque no eres hombre, exacto.
Porque no era hombre, pero era como una forma, una capa de protección para decir “No, pues yo soy como los hombres y no tengo problema y me puedo comportar así”. Me fragilizó un poco la mente en realidad y ese despertar fue brillante, fue una luz, un tema demasiado importante y no me ha dejado hasta ahora. Entonces, este año tuve ganas de como de gritarlo, de pegar un grito y de decir “DE ACUERDO”; me inspiré de esa leyenda de la loba, de la huesera que cuenta que la vida la castigó por ser bruja y gracias a su canto sagrado.
Y es que así me he sentido muchas veces en la vida, me he sentido como ese paquetito de huesos, sin vida, sin fuego; me he sentido apagada, apagadísima por una revelación y por también esta sociedad, el sistema y muchas responsabilidades también que yo me imponía. Entonces quise usar este cuento para contar y para decirle a todas las mujeres que en esta vida vamos a sufrir mucho, vamos a seguir asando pruebas y vamos a sangrar, pero cada vez vamos a renacer, nos vamos a morir varias veces, pero vamos a renacer y vamos a renacer con un nivel de energía más alto, porque lo que no nos mata, nos hace más fuertes y es una verdad definitivamente.
Entonces, tenemos que aguantar porque tenemos mucho poder, tenemos un poder infinito y cuando nos juntamos tenemos más poder aún. Y yo creo en el poder de las mujeres unidas y la solidaridad y la sororidad y definitivamente nos despertamos. Definitivamente estamos escuchando esta voz interna, todas, todas estamos entrando en una nueva era. Falta mucho por hacer, falta reeducar las mentes, y eso lo vamos a hacer poco a poco pero ya entramos en una nueva era.
Hablas sobre que algo te aquejaba, que te sentías muy pequeñita, ¿qué te ayudó a romper estas barreras, estas brechas y liberar tu ser, qué fue lo que te liberó?
Conectarme, sentí que estaba viviendo a lado de mi ser y que necesitaba centrarme porque sentí, o sea, fue como una intuición de decirme “Tú tienes esto, lo puedes lograr y lo puedes hacer porque tú tienes todas las herramientas para hacerlo, pero lo tienes que hacer”.
Y entonces fue buscar la manera de centrarme, buscar la manera de re-conseguirme a mí misma, porque estaba un poco perdida y eso lo puedo hacer con la música, lo puedo hacer, prendo una vela, prendo un palo santo, limpio las vibras, el ambiente, la atmósfera, el espacio de alrededor. Me concentro un poco y toco música. Y es una búsqueda, voy buscando qué suena ¿qué me hace soñar?, ¿qué me hace reír y qué me hace llorar? Y para re-conectarme y decirme “vale, puedes llorar, puedes sufrir y puedes reírte y puedes sentirte bien, ya estás centrada”. A veces no lo logro y necesito volverlo a hacer, pero la música, para mí, es una herramienta mágica.
Por otro lado, sé que tienes una visión plural por el hecho de que estás conectada con Latinoamérica, pero también con tu parte en Francia, entonces eso te hace tener una perspectiva más amplia del contexto social y político. Me gustaría saber cuál es tu opinión a respecto y teniendo una visión más plural, ¿cómo podríamos empezar como un cambio para dejar de ser parásitos?
¡Ay, ay, gran pregunta! Porque, yo lo veo siempre desde un punto de vista del observador porque la virtud de esta doble cultura es como… estás dentro de la cultura y fuera de la cultura y es una sensación muy rara, porque lo puedes entender todo y hay veces que te sientes extranjero a la situación. Yo, cuando estoy en Europa y particularmente en Francia, tengo la sensación de que debo adaptarme siempre y no voy a poder ser lo que soy. Cuando viajo a América Latina, siento de inmediato una conexión con todos, con la gente, con los elementos y con las piedras y es algo físico, palpable.
Entonces entiendo que cuando llegas a Europa o a Estados Unidos, hay una ilusión de un sistema que funciona y nos deja muy acomplejado, ¿por qué tengo que adaptarme si es un país que conozco tan bien? Además, nací en París. Pero tengo esa sensación de que debo adaptar mi centro entonces sí, y las convenciones me matan no las puedo seguir ni usar, entonces es deshacerse de un complejo porque el problema de América Latina es que los europeos, los colonizadores llegaron con un modelo ya hecho de una civilización europea y solamente lo pusieron encima de civilizaciones que ya existían y eso creó como una esquizofrenia cultural muy fuerte, o sea, los latinos van a tratar de hacer funcionar un sistema que no es de ellos.
Que no les pertenece
No es de Latinoamérica, exacto. Entonces creo que es un proceso muy largo porque tenemos que repensar todo el sistema; es repensar todo a partir de lo que existe en esta tierra y lo que yo creo es que esta tierra si tiene un futuro, la tierra latinoamericana es poderosísima, llena de una intensidad y un fuego creador que permite crear y enfrentar muchas cosas más, pero nos hace falta deshacernos de muchas cadenas y son esos modelos importados.
No tengo solución, sólo veo siempre las cosas desde ese punto de vista del observador y digo, ese complejo ya no debería existir, porque ese complejo no vale la pena, no está justificado para nada porque, en realidad, la gente de América Latina tiene mucho más poder que los del norte que no tienen historia, o los de Europa que ya tienen una historia llena de polvo súper antigua y que necesitarían re-evaluar.