El aclamado cantautor uruguayo Jorge Drexler presentará su nuevo material de estudio Tinta y Tiempo (2022) el próximo 16 de febrero del 2023 dentro de del Auditorio Nacional de la ciudad de México, una presentación que servirá para celebrar el lanzamiento de este álbum compuesto por 10 canciones en las cuales el compositor profundiza en sus ideas entorno al arte de la creación.
“La composición es una lucha muy desigual entre la hoja en blanco, que es el infinito, que tiene todas las posibilidades, y uno. Es una lucha que suele ser perdida por el escritor, la mayor parte de las veces”, me declaró en una videollamada vía ZOOM, en un momento de compartimiento en el cual pudimos recordar cómo se sentían todas nuestras interacciones durante la pandemia.
Este material rompe con un silencio creativo de cinco años, una de las mayores esperas para sus seguidores, sobre quienes hablamos en esta entrevista como una de las herramientas fundamentales para el proceso de creación del músico: La edición de una obra a través del contacto social con su público.
Recibo con mucho gusto a Jorge Drexler, ya tiene un rato que no platicamos y me da mucho gusto tenerte aquí. Sé que estás en Madrid, en casa…
Esto es mi estudio, en el barrio de Chueca, sí. Esto es Madrid, este es mi estudio. Aquí es donde casi todo lo que se hace el disco sucede, antes o después, en algún momento siempre pasamos por aquí, por esta habitación.
Aquí escribimos ‘Tocarte’ con C. Tangana, aquí escribí la mayor parte de las canciones. Aquí tengo incluso algunos de los instrumentos que usábamos siempre que han quedado arriba de la mesa, de las que usamos para escribir ‘Tocarte’. Todo lo que usamos, realmente lo hicimos con lo que tenía aquí en la habitación.
Estoy muy contento, este es mi lugar de inspiración, mi lugar de trabajo, mi habitación. ¿Tú me decías que estás en Cuernavaca, verdad Alejandro?
Sí, estoy en Cuernavaca grabando esta entrevista. Una o dos veces por semana estoy aquí en casa y bueno, esta entrevista me recuerda sobretodo a esas épocas de confinamiento en donde nos tocaba justo desde esta mesa, enlazarnos al programa de radio, enlazarnos a la entrevista desde casa, como todos estuvimos haciendo lo que nos tocaba, ¿no?
Sí, creo que eso ha cambiado para siempre. Creo que ahora la posibilidad de trabajar a distancia, que no teníamos, eso es una de las ganancias que ha dejado la pandemia. Ampliar las posibilidades de trabajo y de encuentro
Justo antes de la pandemia, ya de Tinta y Tiempo. Me gustaría saber cómo fue ese proceso que tenías listo antes del confinamiento bueno como sigues y logras seguir trabajando en este material que, supongo, cambió mucho.
Sinceramente creo que tenía algunos elementos del plan maestro, no tenía casi nada… Fue escrito casi todo en pandemia. Tenía la ‘10ª’ que canta Rubén Blades que no la escribí yo, la compuso mi prima venezolana astrofísica Alejandra Meljo. Ese que dice -fundirse los dos en uno, crear la palabra hijo-. El disco se escribió prácticamente todo en pandemia y fue muy difícil de escribir.
Normalmente uno deja de dar conciertos, de dar shows en vivo durante una pandemia, durante un aislamiento y te das cuenta de que extrañas mucho los shows en vivo porque no tienes esa posibilidad. Pero luego, en el momento de componer, que muchos consideran un acto solitario, pues realmente para mí no lo es. La ausencia de contacto con el otro, con la comunicación de cuando muestras la canción dificultó mucho el acto de componer.
Escribía un montón, pero mi sensación era que no terminaba las canciones y las terminé cuando se abrió la puerta y volví a juntarme con otras personas.
Lo que viviste fue por primera vez tener una no retroalimentación de terceros que de alguna manera siempre te ayudan. Dicen a abandonar las canciones, más que a terminarlas.
Claro, ese es un dicho que creo que es de Tolstoi. Él decía -las novelas no se terminan, se abandonan-. La gente me preguntaba que para qué necesitaba al otro y ojalá fuera sencillo, pero es complejo. El simple acto de la presencia de otro ser humano al frente… Somos una especie tan gregaria, tan acostumbrada el contacto, tan acostumbrada a a a leer los los micro movimientos de la musculatura facial de otro ser humano, que tenemos enfrente los pequeños gestos, que juntamos mucha más información en silencio. Eso para mí es muy nutritivo.
En el acto de contar es como yo termino las canciones. Yo escribo comunicando, me di cuenta de eso en la pandemia, entre otras cosas que aprendí.
Bueno, tinta y tiempo, la canción que le da nombre al disco, va sobre eso. Sobre escribir, plasmar y el propio acto de narrar algo.
Exactamente y también va de de la angustia y de la impaciencia en la composición. La composición es una lucha muy desigual entre la hoja en blanco, que es el infinito, que tiene todas las posibilidades, y uno. Es una lucha que suele ser perdida por el escritor, la mayor parte de las veces. Pero, algunas veces uno gana y ahí nace un disco. En este disco, cuya portada también homenajea a la hoja en blanco, es la portada blanca del disco entero, un homenaje a esa batalla tan decigual que tuve en esos meses.
En el disco se ven 10 victorias que tuve sobre esa hoja en blanco. Pero por cada victoria, hay otra perdida de canciones que no llegan a ningún lado. Es importante buscar, equivocarse y ser paciente. Esa canción es una canción, como una nana, una canción de cuna, no para dormirme, sino para tranquilizarme y cómo explicarme un poco a qué me dedicaba. Quitarle peso a la composición. Tenía que ver con la pandemia, pero también al hecho de que se cumplen 30 años de que me dedico a esto.
De quién es éramos y qué es lo que hacíamos antes cuando éramos personas sociales entonces empieza relatando lo que dejo por escrito a la composición también tiene que ver con la pandemia y tiene que ver con qué y claro cuando las cosas tiene la suerte decir el color y la presión no es menor y mayor es que tienes qué tu trabajo discográfica nueva, muy grande, muy importante y esas cosas son muy malas compañías.
También las espectativas, me imagino parte de la intención de cómo comienza esa canción y eso que escribes poquito más si forma parte de algo que se queda grabado en momentos de vida o no que ver todo contigo, se quedan ahí como una parte de tu vida.
La verdad es que sí que se quedan pero el compositor. Como en aquella perspectiva borgiana, en determinado momento, porque si escribes para trascender es una carga que es muy difícil. Me gusta más el concepto de inmanencia que el de trascendencia del momento, no te preocupes porque además no lo controlas, nunca sé ni porque. No depende tanto de ti, las canciones se comenen a través tuyo y que no seas tú el que esté ahí.