#WARPPresenta: Entrevista con Bob Clynes, la nueva cara del ambiental mexicano

// Por: Staff

mié 9 septiembre, 2020

Por: Sheila Navarro

El productor mexicano de ambient, Bob Clynes presenta su más reciente material Archaea (2020), un álbum inspirado en una amplia gama de influencias, así como en el pasado del compositor. El álbum posee una energía, madurez, calidez y textura que encapsula cuidadosamente su habilidad para crear y concebir música que desafía la categorización, tocar varios géneros, graves y ambient entre los elementos más fuertes.

En el transcurso de 7 melodías, Bob manipula el lado más inconsciente de nuestros pensamientos, llevándolos a adentrarnos emocionalmente a cada uno de los paisajes sonoros que complementan el espacio imaginario que, más que tratarse de un estado de somnolencia, nos invita a explorar y estar alerta a cada estímulo melódico que se nos presenta.

A propósito de este lanzamiento, conversamos con el productor acerca de su inspiración creativa, la colaboración con Techno Para Dos, el proyecto de Raúl Villamil, y sobre las emociones que ha evocado la música en su espíritu.

Archea, una mezcla de sonoridades

Hace poco lanzaste Archea en las plataformas de streaming, pero me gustaría que me dijeras ¿a qué evoca este material?

La idea inicial era… pues quería que la gente bailara, ¿sabes? Como que, en mis tocadas pasadas, o sea, yo hago música medio tranquila y tocando mis discos pasados me di cuenta de que no me gustaba… no aburrir a la gente, sino que quería que se lo pasaran más chido y bailen. Es un material que lleva por título Archea.

Andrea (@shshellsh) se encargó del arte de la portada, pues yo platiqué con ella de lo que yo quería con la portada y me entendió perfecto. A mí me gusta en mis portadas trabajar con artistas mexicanos, y me gusta como yo darles una idea y que ellos solitos la plasmen. Siempre hay muy poquitos cambios y más que nada es una portada que te lleva a ese mundo de caos, un mundo donde hay muchos organismos distintos. Siento que así es el arte un poco. Es decir, ¿cuántas veces tienes la oportunidad de preguntarle al artista qué es lo que quiso decir? Nunca.

Sí, claro, creo que por ello el arte está sujeta a la interpretación y es algo increíble. Por otra parte me gustaría que me hablaras del trabajo colaborativo con Raúl Villamil…

Yo lo conozco por este sello que se VA (Varios Artistas) y he tocado con él como en varios lugares; nos hicimos amigos y comenzamos a colaborar. Yo ya tenía cerca del 70% del disco trabajado y le dije “oye, ayúdame… vamos a ver qué le podemos meter” y sí, a él le gustó mucho las rolas y pues echó la mezcla conmigo. Estuvo en gran parte de la mezcla del disco.

Hace poco escuché +Mist (2019) y Música para dormir Vol. 1 (2020), y percibí una gran motivación quizás para una observación interna, pienso que tal vez esto procede de la meditación o alguna actividad catártica. En ese sentido, mi pregunta es ¿practicas algún tipo de meditación?

Sí, claro. Yo empecé a hacer ambient por la meditación. Me gusta meditar mientras hago sonidos y puedo dejar un loop como seis horas y lo estoy escuchando, o estoy seis horas con ese loop y esa es una forma de meditar para mí. La música siempre ha sido como algo que me ayuda a estar tranquilo.

Por otra parte, creo que cuando hago música, es una manera también de verme como artista y explorar nuevos procesos que hacen que crezca o que sea mejor. Eso me encanta. Si voy viendo toda mi carrera musical y escucho mis rolas pasadas, aunque están buenas, sí hay muchas cosas que no sabía o estaba haciendo mal. Entonces son experiencias y lecciones que voy aprendiendo y que tienen mucho que ver con este rollo de ver cómo yo me siento con un tipo de género o hacer géneros que antes no hacía. Es algo como de ver mi interior.

Lo que está padre es que tienes que seguir como con el Flow de las cosas y me gusta porque, por ejemplo, la tecnología también ha avanzado y esta onda de los instrumentos y todo. Ha cambiado la forma en cómo hacemos música y eso también es muy interesante porque cambias con el instrumento y el instrumento te cambia a ti.  

Ahora que hablamos de cambios y tecnología, pienso mucho en los estragos que ha dejado en las personas este periodo de contingencia. ¿En algún momento afectó tu paz interior? Es decir, ¿atravesaste por esta ansiedad?

Sí, muchas veces. La verdad es que yo soy muy impulsivo y soy medio enojón entonces todo esto genera miedo y tensión entre las personas, y el rollo de la chamba bajó cañón. Está el problema del dinero y esta incertidumbre, y más que estamos desde casa, no puedes salir. Luego no tengo mucho con quién hablar y sí me genera este tipo de estrés. Siento que en estos momentos es muy difícil conectar totalmente con alguien y que te entienda perfecto.

Hace un momento hablábamos de la meditación, ¿practicarla te ha ayudado para gestionar esas emociones?

Sí, mucho. Y más que nada para calmar la mente y estar un poco más tranquilo. La ansiedad ya sabes, llega y la verdad sí sirve; sí funciona escuchar ambient y estar tranquilo y respirar y no pensar en nada y solo escuchar. Está interesante, porque la música es de las artes que te hace sentir más rápido y cualquier lenguaje, cualquier cosa. Y eso es lo chido de la música electrónica, hacer sonidos que resalten, que digas “¡wow! ¿cómo hicieron ese bajo?”.

Es muy del diseño sonoro que tiene cada melodía, porque si escuchas techno o drumanbase pues es muy similar, y eso es lo difícil de los músicos: ¿cómo resaltar más? Y ahorita más. Siento que muchísima gente está haciendo música. Hay muchísima música. Demasiada. Pensando en eso, me pregunto ¿cómo le llegas a la gente?

Quizás hay una saturación… me parece que, si tu deseo es tocar a la gente, se necesita ser muy honesto. Porque lo superfluo se queda ahí, pero si tú lo haces con esa misma intensidad y sinceridad de lo que estás sintiendo, creo que puedes tocar más corazones que de manera superflua.

Sí, y tienes toda la razón. Mi trabajo, mi música siento que siempre lo he hecho así, ¿sabes? Como de una forma muy honesta. Nunca me ha importado el dinero o la fama, no hago música por eso. Hago música para mí y los pocos fans que tengo, o después de tocadas que llegue alguien y me diga “wey, está bien chida tu música” sé que es honesto de su parte.

Es decir, no llegan a decirlo porque tienen que hacerlo y eso está chido, porque no gano dinero de esto o es muy poco. Y es difícil estar siguiendo un camino cuando quizás no la vas a armar. No sé… piensa en esto, ¿en qué momento dieces “pues tiro la toalla y dejo de hacer música o lo sigo haciendo”? Es un sentimiento raro, hacer música que quizás nunca se va a escuchar o va a pasar desapercibida. Pero cuando llega alguien, una persona o dos personas… con eso quizás vale la pena.

Ahora que lo dices de esta forma, me parece un poco triste. Es como escribir y que nadie te lea, sería letra muerta. Pero yo creo que y estoy convencida de que no hay que bajar la guardia. Algo increíble puede suceder.

Sí, me siento muy motivado y más ahorita que es la primera vez en mi vida que lo estoy haciendo. He tenido muchas bandas y proyectos en el pasado que no funcionaron, y me harté de todo esto y comencé mi proyecto de solista. Está bien porque es mi nombre y eso nadie me lo va a quitar y soy yo. No es una banda. Y eso creo que ha funcionado muy bien porque es mi nombre, no son decisiones de nadie ni egos de nadie más y es la primera vez que está funcionando. Entonces siento que todo el trabajo y todas las lecciones y fracasos fueron por algo. Ahora estoy en un momento donde todo fluye muy bien y está funcionando y quiero seguir haciendo música.