La cinta más reciente del director Alonso Ruizpalacios, Museo (2018), protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, forma parte de la competencia mexicana en la 16ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Co-escrita por Manuel Alcalá y producida por Gerardo Gatica y Alberto Muffelmann, la película cuenta la interesante historia de dos jóvenes que hurtaron piezas en el Museo de Antropología de la Ciudad de México burlando la seguridad absoluta. Platicamos con el director que nos contó el génesis de la película y los detalles de su construcción.
https://www.youtube.com/watch?v=rIB-6YRp4nI
Museo (2018) está basada en la historia del famoso robo en el Museo de Antropología, sin embargo no te interesó hacer una docuficción, ¿Cómo fue el proceso de construcción de la historia entre el guionista Manuel Alcalá y tú?
Manuel vió Güeros (2014) y me enseñó su guion con la idea de que yo lo dirigiera y a mí me gustó la historia aunque para mí el guion no acababa de funcionar como una película, no sé, yo sentí que hacía falta conocer quiénes son estas personas, por qué lo hicieron, conocer su entorno y entonces fue un proceso de irnos desprendiendo de datos reales para que funcionara mejor cómo ficción.
Creo que siempre hay un proceso natural de desechar cosas reales cuando conviertes algo en película, entonces fue un proceso largo de diálogo, de probar cosas y de volver a investigar. Lo que hice con Manuel fue clavarnos un poco en cuál es el mundo interior de estos individuos, qué es lo que oían y qué libros leían, eso a mí me interesaba mucho y revisitamos esas cosas, Pink Floyd, rock progresivo de esa época de los 60, de los 70, Castaneda y eso nos fue dando muchas pistas para entrar a la mente y al alma y no quedarnos nada más en los datos como periodísticos.
Es curioso que en tu primer película, Güeros (2014), los personajes centrales son jóvenes clase medieros sin motivaciones ni vocación y ahora en Museo (2018) se repite la misma línea en la narrativa, ¿Esto es coincidencia o verdaderamente te interesa retratarlo?
Fue coincidencia que esta historia ocurriera en este entorno, eran dos jóvenes sin rumbo y eran de clase media. Yo me crié en un entorno parecido en la clase media de la Ciudad de México y supongo que es algo con lo que me puedo relacionar, pero no es que busque esta temática, más bien creo que esta temática me encontró.
Es muy común que durante la construcción de historias basadas en hechos reales, los realizadores se acerquen a los involucrados o a sus familiares, ¿Hubo algún tipo de acercamiento con las familias de los ladrones que ayudó a nutrir su narrativa?
Hubo un acercamiento, sobre todo de Manuel Alcalá cuándo empezó esta investigación con las familias, con la Princesa Yamal y amigos de los ladrones, pero las familias fueron muy claras al principio que no querían tener nada que ver con la película. También fue una de las razones para separarnos de la historia real, para cambiarles los nombres, para que tomara su propio camino.
Todavía nos encontramos a cada rato gente que los conoció y que tiene anécdotas con ellos.
Una parte medular de la película es el manejo del lenguaje sonoro. La música de Silvestre Revueltas afirma situaciones importantísimas y le da identidad al filme, ¿cómo fue el proceso de creación musical?
“La Noche de los Mayas” de Silvestre Revueltas era una de las raíces, incluso Manuel y yo escribimos el guion escuchándola mucho y oyendo rock progresivo, escuchando la música que oían estos chicos, cuándo escribes así, incluso se va colando eso al inconsciente y de alguna manera no sé cómo pero terminan esas texturas en la película.
Cuándo la llegamos a editar, ya sabíamos que “La Noche de los Mayas” era parte de la película, nunca lo cuestionamos y el resto de la música que compuso Tomás Barreiro, que es con quién he hecho todos mis cortos y Güeros (2014), un gran compositor porque entiende muy bien los puntos de partida que a veces no vienen de él, cómo en este caso era entender que “La Noche de los Mayas” es el DNA de la película. Apartir de ahí el compuso estas otras piezas corales con poemas de Castaneda que es lo que cantan los niños, tenía que ver con que partiera con esa tonalidad de “La Noche de los Mayas”, de esa instrumentación, de ese tipo de melodías y es justo una elaboración de eso.
¿Qué representa llevar nuestra cultura a todo el mundo en una película tan representativa como Museo (2018) en un circuito de Festivales de Cine tan importantes y reconocidos, iniciando por supuesto con La Berlinale donde incluso ya fuiste acreedor al premio de Mejor Ópera Prima por Güeros (2014) y en donde este año ganaste el Oso de Plata a Mejor Guion?
Un chingo de orgullo la verdad y sobre todo porque hay oportunidad de mostrar la cultura.
Esta película que habla de la cultura mexicana moderna y antigua de nuestro antepasados prehispánicos. Es un orgullo poder proyectar esta película, que puedan ver el Museo de Antropología, que vean estas piezas, que vean Satélite, que vean estas historias enloquecidas que no tienen nada que ver con narcotráfico y violencia, que son historias que hay que contar también, pero esta historia es otra cosa y creo que es muy interesante poder mostrar esto en el mundo.