#WARPPresenta El regreso de Kiddie Gang (y el derecho a ser indescifrables)
A lo largo de la historia, las etiquetas y los géneros han ayudado a que la música se contextualice dentro del espacio-tiempo, para el presente y para la posteridad; sin embargo, como todo Arte, debe preservar su derecho a ser impredecible, indescriptible e indescifrable, en el afán -sobre todo- de conservar su libertad como experiencia multisensorial.
Desde que se conocieron en Monterrey, ese derecho es el fundamento sobre el cual se construyó Kiddie Gang como proyecto. Para saber a dónde vamos es necesario recordar de dónde venimos: Foudeqush, Kalifrn y LEE FLAME se conocieron en la universidad a la que acudían para estudiar producción musical. Una cosa llevó a la otra y los tres terminaron en la casa de Bear Macklin -ex miembro de la banda- e hicieron su primera canción. Así de fácil, tan natural como respirar.
Los jams se convirtieron en sesiones más en forma y sin definir realmente si eran una banda, un colectivo, una pandilla o un negocio piramidal, empezaron a llamar la atención dentro y fuera del norte del país.
En la industria musical, los números no son el mejor parámetro para medir la calidad de una propuesta musical; pero si hablamos de un proyecto que solo entraba al estudio por diversión, sin una estrategia clara para sus lanzamientos o la proyección de su imágen, conseguir que sus canciones obtengan cifras de reproducción de ocho dígitos es la prueba de la conexión que tienen con toda una generación.
Ese mismo caos y la pandemia los orillaron a tomar una pausa (que ni siquiera ellos sabían si sería permanente o solo un descanso), que ahora entienden como un paso necesario para seguir adelante.
.
Y hoy están de regreso: en exclusiva para WARP Magazine y como parte de nuestro especial The Class Of 2023 que enmarca a los talentos clave de la nueva generación dentro de las diferentes industrias creativas, Kiddie Gang nos relata con todo detalle lo que significa para ellos volver al ruedo, más sabios y con una estructura más clara pero sin perder el vértigo y lo salvaje de su música.
‘’Nuestra música es como si tres criaturas fantásticas, extraterrestres y terroríficas viajaran en un auto convertible a toda velocidad’’.