“La obscuridad de un hombre es el Dinseyland de otro” me dijo Mark Lanegan a través del otro lado del teléfono, una frase que puede resumir a la perfección su carrera de más de 44 años en la industria de la música. Un viaje que se ha caracterizado por la apertura emocional y obscuridad de los temas en los cuales ha colaborado.
Mark es esa persona que puede transformar cualquier instrumentación en una canción lúgubre gracias a su distintivo barítono y poético imaginario, así lo ha demostrado desde su transformación en una figura central del grunge como líder de Screaming Trees a su época como miembro oficial de Queens Of The Stone Age. Además, se lo ha agregado a su aclamada carrera como solista y a las colaboraciones cercanas que mantuvo con gente que va de UNKLE y Soulsavers a Mad Season y Nirvana.
Hoy se encuentra promocionando With Animals (2018), su segundo disco en colaboración con el multi-instrumentista Duke Garwood. Un material de blues atmosférico que fue trabajado sobre unas sucias grabaciones en casetes de ocho tracks y que a lo largo de las últimas semanas se ha convertido en uno de los discos más aclamados del año.
Pese a su fama como difícil entrevistado, Lanegan se decidió a platicar con WARP de la forma más abierta posible, bromeando y profundizando en varios de los momentos más difíciles de su vida. Previo a su próxima visita a la CDMX, hablamos de la magia de su último material, su proceso de escritura y la forma en cómo robaba casetes durante su juventud.
Tu nuevo disco con Duke Garwood, With Animals (2018), ha sido increíblemente bien recibido por la crítica. ¿Cómo te sientes respecto a este disco ahora que ya lo lanzaste?
Este disco ha marcado la situación más mágica que he tenido grabando un álbum. Hicimos un disco en el 2013 llamado Black Pudding, ese fue difícil porque nos tomó dos años de trabajo y jamás volvimos a hablar respecto a hacer otro disco. Él tocó en mis discos solistas, me acompañó a mis giras y no hicimos nada en conjunto, no creativo. Así que estuvimos trabajando juntos, pero no de esta forma.
Esto inició cuando terminamos el tour para Gargoyle (2017), volvimos a Los Ángeles para cuidar por un par de semanas de nuestras casas, darles comida y agua a mis gatos, demás. Fue ahí cuando llegó a mi puerta con un cartucho de ocho pistas como los que solían usarse para grabar demos en los años noventa. Ya tenía todas las canciones a sintetizadores, sólo les agregamos unas cosas con un teclado Casio de los años setenta, algunas cajas de ritmos baratas y mi guitarra eléctrica.
Resultó en un disco hermoso de música obscura que no puedo describir siquiera con palabras. El disco quedó listo tras tres días de trabajo, nunca había hecho algo tan rápido. Lo último que hicimos fue la mezcla, ahí mismo agregamos el canal de vocales. Empezamos sin ningún plan para hacer un disco y a la semana ya lo teníamos todo listo.
Fue mágico, no sólo por la forma en cómo se dieron las cosas, sino también por los resultados. Lo amo, amé trabajar con Duke, amo trabajar con él, todo fue tan inesperado y estoy realmente orgulloso del disco.
Dices que la base fue algo grabado en un cartucho, decidieron trabajar sobre ello. ¿Crees que si no hubiera sido por esta tecnología ‘de antaño’ el disco no hubiera resultado en la locura opresiva y sucia que es?
Claro, cuando grabas música en un cartucho de ocho pistas de los años noventa, la tecnología termina por entregar un sonido en sí mismo. Como dije, la gente los usaba sólo para hacer demos caseros, entonces hay un cierto tipo de sonido al utilizar este tipo de máquina que sin lugar a dudas agregó al ambiente del resto de los elementos. Aunque también creo que la naturaleza de las canciones hizo que decidiéramos grabarlo de esta manera.
Además de la base, utilizamos sintetizadores, viejas cajas de ritmos, pequeños teclados y rocas encerradas en una caja de cartón jajaja. Lo hicimos con muy pocas herramientas y las máquinas agregaron demasiado a la forma en cómo suena, pero creo que las canciones son hermosas en su propia naturaleza y que todo en conjunto formó a uno de los discos más poderosos en los cuales he trabajado.
¿Duke también llegó con las líricas o las escribiste tú?
Yo escribí las letras en tres días, pocas horas antes de empezar a grabarlo.
Algo que siempre me ha interesado mucho de tu carrera es tu forma de escribir líricas, son muy poéticas de una forma narrativa. Supongo que tienes un buen puñado de influencias literarias, me gustaría saber si tenías algún tipo de estilo en mente al escribir este disco…
Todo depende de la intención, no importa si soy yo u otro quien escribe la música, siempre trato de entregar algo que vaya de acuerdo a los sonidos. No pienso respecto a autores o al trabajo de alguien más cuando escribo, pero sin lugar a dudas hay escritores que han marcado mi vida, desde mi juventud soy un gran lector de William S. Burroughs y Charles Bukowski, fueron muy importantes para mi formación. Al crecer llegué a John Fante, Ask the Dust es mi libro favorito.
Cuando llega la música a mí, lo primero que hago es un mapa, un mapeo melódico para saber primero sobre qué voy a cantar. Una vez teniendo la voz, llegan un par de palabras y todo empieza a escribirse sólo, es un proceso natural y no sé de dónde viene, creo que llega del aire y yo lo bajo al papel.
¿Siempre ha sido el mismo proceso a lo largo de tus cuarenta años de carrera, nunca has tenido primero una historia que quieras narrar para después producir la música para hacerlo?
En realidad no pienso en mis letras como historias, sino más bien como sueños o emociones. Pienso que son más sentimientos que historias respecto a algo en específico, aunque sí he escrito canciones para personas en mente. Le escribí una canción a mi ex-esposa y algunas se las he escrito a amigos, pero usualmente lo que quiero es crear atmósferas con mis palabras.
Creo que me influyo mucho más de las cosas que pasan en mi vida, algo que me haya pasado directamente, algo que escuché u algo que vi en persona, aunque muchas cosas se acumulan en ello. Es por eso que no me gusta pensar en mi trabajo como poesía, no creo que relate algo. Estoy escribiendo un libro ahora mismo, así que creo saber la diferencia jajajajaja.
Estas escribiendo un libro de ficción…
No, en realidad es un memorial.
Genial. ¿Has estado recordando algo en específico al escribir este libro, nació de un impulso por querer compartir algo en específico?
No, lo estoy haciendo porque tengo un par de amigos que se preguntaron muchas cosas respecto al libro que publiqué el año pasado con varias de mis líricas. En ese libro profundizó un poco en lo que me hizo escribir cada una de las canciones, con relatos y dibujos, pero de forma muy vaga.
Mis amigos son autores muy premiados, ellos me empujaron, me dieron la confianza para ir y empezar a escribir un libro de recuerdos, mucho más en forma. Llevo ya un buen segmento del libro y hay muchas historias. Es difícil, muchas de las historias que estoy relatando nunca se las he contado a nadie, son memorias muy tristes, llenas de obscuridad, pero he querido verlas desde un enfoque centrado en la espiritualidad y el amor.
Como sea, hay una gran diferencia entre escribir un libro y escribir una canción. La música es muy fácil, hay mucha más diversión en hacerla y además hay una libertad mucho mayor, creas tu propia realidad, tu propia atmosfera. Cuando escribes un libro, escribes en específico sobre algo, tienes que centrarte y es un proceso muy distinto.
Dices que las líricas vienen de vivencias que te han marcado. ¿Qué ha pasado en la vida de Mark Lanegan que lo hizo escribir algo como With Animals, qué estuvo dentro de tu cabeza?
Siendo honesto contigo, he estado en un periodo muy infeliz en mi vida, pero creo que el disco tiene mucho que ver con el no ser feliz. Sé que ni yo ni Duke estábamos felices mientras lo hacíamos, creo que terminó por curarnos a ambos, de la obscuridad, de la depresión.
No puedo hablar de ello ahora, disculpa. No tengo las palabras para explicarlo, pero lo que te puedo decir es que no estaba pensando nada en específico al escribir las líricas. Fue cuando lo terminamos de grabar que me di cuenta de que escribí un disco respecto a mi depresión y me sentí muy bien al darme cuenta de ello. Sé que mucha gente considera a mi música como algo muy obscuro, sin luz, pero siempre me llegan mensajes de gente que me ha dicho que mi música le ha salvado la vida.
Mucha gente dice que Closer (1980) de Joy Division es uno de los discos más depresivos de la historia, pero para mí es uno de los discos más festivos, ese disco salvó mi vida. Ese disco me dio una pared en donde recargarme, me hizo darme cuenta de que no estaba solo en el mundo y me enderezó. Creo que si escribes cosas personales, la gente puede relacionarse con ello, la gente siempre se relaciona más con aquello que es doloroso, triste que con aquello alegre. La gente conecta con esta música de una forma mucho más fuerte y puede ayudarla, hay discos que han salvado mi vida.
La música depresiva de un hombre puede ser Disneyland para otro.
Hablando de memorias y discos que han salvado vidas. ¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Bueno, robé muchos discos cuando era un niño. No recuerdo cual fue el primero que obtuve de forma legal jajajaja.
¿En serio, estuviste alguna vez en problemas por robar discos?
No, nunca por robar un disco, pero siempre tuve problemas con la ley en mi juventud por robar otras cosas. Hacía muchas cosas cuando tenía entre 12 y 19. Creo que los primeros que robé fueron Pysical Graffiti (1975) de Led Zeppelin, The Wall (1979) de Pink Floyd y algunos de Alice Cooper.
Jaja, es que las tiendas solían tenerlos almacenados de esta forma en la cual había como una caja enorme de plástico con hoyos en el centro para que pudieras agarrar y ver los cartuchos de ocho pistas. Si querías uno tenías que llamar a un trabajador del lugar para que te lo abriera. Pues bien, algunas tiendas eran tan estúpidas que a veces metían casetes en esas cajas, obviamente cabían dentro de los agujeros jajaja. Robé muchas cintas de casete.
Vi que la semana pasada le rendiste un homenaje a Layne Staley, el ex vocalista de Alice in Chains es uno de mis cantantes favoritos de la historia y sé que fuiste como su hermano. Me preguntaba si podías compartirme una memoria, algo personal que hayas vivido con él.
Claro, Layne era una de las personas más mágicas y hermosas que he conocido en mi vida. Todos los días escucho alguna de sus canciones, fue uno de mis mejores amigos y logró enseñarme muchas cosas respecto a la compasión, el perdón y la belleza. Además, estoy de acuerdo contigo, era un excelente vocalista, tenía la voz más poderosa que he escuchado en mi vida, se sentía físicamente su voz cuando cantaba.
Era un fuera de serie, uno de los mejores músicos a quienes he conocido. Fue un placer, ¡¡cuídate!!