Históricamente, los géneros urbanos de todas las épocas y países han sido señalados como instrumentos que contienen mensajes dañinos para la sociedad. De la bomba africana, a la salsa caribeña y el tango argentino, las expresiones musicales que devienen de las clases marginadas han sido constantemente atacadas ante un señalamiento hipócrita de -inmoralidad-, siendo el reggaetón el último estilo víctima de este trato, en especial por sus letras sexuales y por la forma en cómo se habla de la mujer en sus letras.
En la época del #MeToo y de las marchas feministas más grandes en la historia de México y Latinoamérica, es importante hablar sobre la música que consumimos, sobretodo aquella que ha causado polémica bajo señalamiento que describen que su contenido es -misógino-. Es por ello que nos sentamos a hablar con Cazzu, la última gran estrella del género que tiene ideas interesantes al respecto del por qué en realidad el reggaetón es la expresión musical más “revolucionaria” y “feminista“.
Ella nació en 1993 en San Libertador, Argentina, una ciudad al norte del país que se distingue por su contacto con la cultura andina y por la difusión de las contraculturas. Ahí, ella creció impregnando su gusto por el reggaetón boricua, enamorándose de los mensajes de Daddy Yankee al tiempo que creaba sus propios imaginarios y empezaba a componer sus primeras canciones. Hoy, se le considera no solamente como la mayor exponente del reggaetón argentino, si no también como La Jefa del Trap a nivel Latinoamérica. El seguimiento de millones la han catapultado a la fama a tal punto que está a pocas semanas de lograr su primer sold-out en el icónico escenario Luna Park de Buenos Aires.
Su imagen, basada en una percepción nostálgica de la cultura emo y gamer de principios de la década de los años 00, también la convierte en una artista única, vistosa, que impregna colores brillantes a sus letras repletas de amor propio, cargadas de una gran autoestima y seguridad que le permiten hablar sin titubear sobre sus deseos sexuales, sus desamores más intensos y todo aquello que desea de la vida.
“El género siempre habló de una mujer que hacía lo que quería, una mujer que viste gangster, una chica a la cual no le importa nada“, me declaró la artista cuyo nombre real es Julieta Cazzuchelli, “era la mujer que yo quería ser”.
Leí hace poco que vas a estar presentándote en el legendario Luna Park de Buenos Aires, Argentina…
Me siento bien, es una presión muy importante. El mismo hecho de pensar que tantos artistas se han presentado ahí te da un profundo respeto al lugar. Tuve dudas de hacerlo porque uno no sabe cómo es que surgen esas cosas, pero acabábamos de hacer tres Teatro Ópera sold-out en muy pocos días, entonces queríamos aprovechar para hacer algo más grande e importante. Surgió esto que me tiene bastante contenta.
Es extraño porque normalmente los artistas urbanos tienen su mayor público en países de donde no son, como México o Estados Unidos, pero parece que tu tienes un mayor éxito en la misma Argentina.
Yo creo que sí, mi mayor público por el momento es argentino y nada… eso me entusiasma, pero también tengo mi mayor cantidad de haters en Argentina. Es parte de tener tu base en ese lugar y la verdad me hace sentir muy cálida e importante el amor de mi propio país.
¿Tú cómo lidias con los haters?
Son procesos, uno aprende a lidiar. Aunque desgraciadamente dejé de hacer cosas que capaz quisiera, como leer los comentarios. A veces me agarra alguna locura y elimino en redes a esas aglomeraciones de personas que no tiene nada mejor que hacer más que molestarte e insultarte, pueden ser muy violentos y dañinos. Nosotros somos simples seres humanos que nos lastiman, lloramos y nos preguntamos -¿por qué?-. Después caemos y nos damos cuenta de que hay un montón de gente que nos quiere y que eso es lo que importa. Pero, es difícil, es difícil dejar de prestarle atención a la mala vibra.
Ese asunto fue bastante importante aquí debido a un artista llamado Ed Maverick que señaló la tristeza que sentía por el cyberacoso, nos lo tomamos en serio porque mucha gente se ha suicidado por lo mismo en Asia. ¿Tú le dirías algo a la gente que nada más está molestando en redes sociales?
Creo que hay que tener la consciencia de que todos somos seres humanos sensibles y que algunos son más sensibles que otros. El día que nos suceda, ojalá no, pero que suceda que alguien se quité la vida o le pase algo peor, lo hospitalice o se droguen, vamos a ser todos culpables y cada observación dañina o cada comentario con mala vibra o mala intención, así sea un chiste, será responsable de haber arruinado la vida de una persona. Entonces, ¿cuánto peso te da eso?
Eso le diría a la gente que se dedica a eso – ¿no te haría mal tener que cargar con la culpa de saber que arruinaste la vida de alguien porque fuiste uno de 300 millones de personas que colaboraron para que aquello suceda?-. Si yo fuera público o hater, esa sería la razón por la cual no sería de esa manera. Al fin y al cabo estoy hablando de una persona y me puede estar leyendo o escuchando. A mí me ha tocado leer cosas que ellos no esperaban que yo leyera… en esos casos respondo y les pregunto – te estoy mirando, ¿me dirías esto en la cara?-.
Es una situación muy triste y muchos de nuestros artistas ya tienen muchos problemas debido a eso, lo dicen en sus canciones y nada, hay que prestar un poco más de atención y ser buena onda. Seamos más buena onda entre nosotros y ya.
Sí, igual es una espiral de comunicación; si eres mala onda con las personas, malas cosas te van a pasar porque solo estás repartiendo mala vibra.
Claro, pero ¿sabes qué? ni siquiera es lo peor. Lo peor es que hayas tenido la culpa de que a alguien le haya pasado algo muy malo. De ser un asesino casi, ¿qué pasa si alguien se asesina y tú pusiste -ojalá se muera está músico de mierda-? Bro, vas a ser un fucking asesino ¿entiendes? y ya.
Hablando de cosas más pasionales, morí de amor cuando vi una foto tuya con Daddy Yankee en la cual describiste que es tu leyenda. Quisiera saber cuándo fue la primera vez que la escuchaste y qué es lo que representa para ti.
La primera vez que escuché a Daddy Yankee tenía 12 años, pasó mucho tiempo de eso. Creo que representa muchas cosas, él representa la solidez artística de un género que la gente criticó demasiado, un estilo que vivió en la polémica. Es loco porque no hay un año que pase en el que ese chavón no tenga un fucking hit número uno.
El haberse parado con esa firmeza y haber soportado tantas cosas, que lo culparan de tantas cosas por hablar de la calle y de las mujeres, es muy inspirador. Habló de muchos temas en los que en algún punto pudo haber sido la carnada de mucha crítica social hipócrita. Esa fortaleza y dedicación que le puso a esto nos enseñó qué es el reggaetón y cómo se tiene que hacer. Él representa esta gran puerta dorada que si no te quiere dejar pasar, no pasarás. Siento que es una de las leyendas mundiales más grandes de la fucking historia.
Dijiste que él les enseñó qué es el reggaetón, para ti ¿qué es el reggaetón?
Para mí, como mujer, el reggaetón es una liberación. El género siempre habló de una mujer que hacía lo que quería, una mujer que viste gangster, una chica a la cual no le importa nada -que es mala y le perreo muy duro contra la pared y a ella le gusta-. Es todo muy libre, pero siempre la crítica patriarcal dice – no, no te puedes representar con eso, porque es una mujer indecente y las mujeres han nacido para ser madres, amas de casa y ser respetadas, por lo cual tienes que callarte y vestirte con ropa larga, pero mientras tanto, yo, hombre, voy con la que se viste con ropa apretada-.
Todavía hay una corriente que sigue insistiendo en que el reggaetón tiene una misoginia, que es machista, pero que los artistas lo hayan sido y nunca hayan hecho la música con la intención de ser revolucionarios del feminismo no les quita que lo hayan hecho sin querer. Sin querer, un tipo vino y escribió una canción que dice -mirala, mi gata gangster sin miedo, la que conmigo es a fuego-. ¿Te acordás de esa canción de Daddy? Era como de -woahhhh, broo, a la mina no le importaba nada, ella se plantaba y hasta lo defendía a él-. Era la mujer que yo quería ser.
Es muy increíble que después de tantos años, haya gente que piense que esa mujer es indecente y no es respetable. Si tengo que ser de cierta forma para tener respeto, me vale madres ese respeto, si me respetan por ello, me vale madres, prefiero ni tenerlo. El reggaetón significa eso para mí y un montón más, mucho.
Vi una entrevista que diste con Tony Dandrades de Univisión en la cual te preguntó si las canciones de trap tenían que hablar mucho sobre sexo y tu le contestaste -claro que sí porque si no, no es trap-, pero no te dejó seguir con la respuesta. Me gustaría que profundizaras.
No me acuerdo de esa pregunta, pero no sé si de sexo. En realidad, el trap habla de una manera cruda sobre todo. No es lo mismo que en una balada te diga -tu ropa cae delicadamente en el suelo- a que diga -nahh, te saco todo y te pongo contra la pared-, que es más o menos lo que hacemos nosotros. Es una poesía literal, es algo literal y creo que por eso nuestra música pueda ser más tensa, que no pueda sonar en la radio, lo cual está bien porque sí, no tienes que obligar a la gente a escuchar cosas que no tiene ganas.
Puede ser que alguien hable de sexo, pero el escucha tiene un tabú y diga -ay no, prefiero a Ricardo Montañés cantando ‘iluminada eterna’- lo cual está buenísimo. Es de mi abuela, me encanta. Creo que dibujar de maneras delicadas algunas situaciones con la metáfora es igual de respetable que la parte literal y cruda.
Uno de los elementos de tu éxito creo que es tu imaginario, en donde juegas con elementos de la cultura emo, pero también de los videojuegos.
Tengo un flash con lo audiovisual y visual de crear cosas que estén apartadas de la realidad que vemos todos los días, es un surrealismo escapista. Me gusta crear realidades alternas, crear universos. Me gusta ser un alien por un día y al siguiente vivir en un videojuego. Eso es lo que más me gusta de la libertad de la construcción audiovisual y visual, eso es lo que más me divierte.
Los videojuegos me encantan, pero no tengo mucho tiempo para jugarlos. Solamente juego al Nintendo Switch y estoy tratando de terminar Legend Of Zelda, que me está costando muucho jajaja. También me gusta mucho Mario Kart, Street Fighter y Mortal Combat. Cuando viene Halloween, me disfrazo de algún personaje, el año pasado lo hice de Jade. Me encantan los videojuegos y todo lo que sea construido o artificial.
Supongo que tú solías dibujar mucho cuando eras niña…
Sí me gusta mucho dibujar, lo hago mucho. Soy muy fan, me gusta pintar y dibujar mucho, también me gusta escribir. La primera vez que escribí un cuento era súper loco, sobre la relación de la Luna y del Sol. Soy bastante fantasiosa. Ese cuento lo escribí cuando tenía 13 años, pero nada, me copaba el hecho de que podía crear situaciones en mi cabeza y cuando alguien tiene herramientas para plasmar eso en una pantalla, me parece majestuoso, una de las mejoras cosas que se pueden hacer.
Si yo tuviera mucha plata, me la gastaría todo haciendo videos. Harías que aparecieran monstruos por todos lados, no sé jaja, soy una enferma. Todavía no me alcanza, me dicen -Cazzu, eso es muy caro, no se puede hacer-.
Hace poco hablaste del gusto de tu abuela, me gustaría saber cuál ha sido la persona que más ha influido en tu gusto musical…
Creo que sobretodo es importante saber que de donde vengo es muy importante el folclor de mi tierra, el folclor andino. A veces cuando no termino de inspirarme o quiero escuchar un poco de poesía bien hecha, me acerco al folcor tanto de mi país como de mi zona que está al norte. Está cerca de la cultura andina, el folcor boliviano, estamos bien cerca de toda esa cultura de la cual me siento bien orgullosa y a la cual me gusta volver.
Cuando vuelvo a mi casa, en Navidad o Año Nuevo, siempre ocurre el momento en el cual ya comimos, brindamos y empezamos a cantar mucho folclor. Tengo una familia muy hermosa.
Hablando de la música andina y el folcor, algo que me interesa mucho del reggaetón son sus ligas con géneros tradicionales latinoamericanos. Tego Calderón mezclaba mucha bomba…
El tenía mucha la influencia de la salsa, lo que pasa es que ese género cuando el reggaetón no existía, era lo que estaba mal, era el reggaetón porque hablaba de la calle y la delincuencia. Son las bases del género, era todo lo que estaba mal. Por un momento en Argentina, también lo era el tango por sensual, indecente y de alguna manera hablaba de la villa, de los barrios bajos. Es muy loco sentir que en otras generaciones, lo que ahora consideramos súper histórico y cultural, son lo que nosotros somos ahora.
¿Nunca has pensado en combinar música andina con reggaetón?
Mirá, me ganó mi hermano A$AP Rocky cuando lanzó ‘Praise The Lord’ que puso una zamponia peruana, me imagino, que tiene un sample de un viento andino. Yo me quedé de -bro, este chavo lo hizo primero, noooo-. Pero empezó a pasar, empezaron a agarrar samples de vientos, es increíble, porque ellos están muy lejos. Fue muy loco. Me encantaría hacerlo, pero ya lo hicieron.
¿Cuáles son tus planes a corto o mediano plazo con Cazzu?
Nada, hacer música, hacer arte. Ese es mi primer plan, que la gente me vea cantando, haciendo arte, que vean mis videos y escuchen mi música y vayan a mis conciertos. Ese es el fin de mi carrera, casi todo lo que hacemos lo hacemos para terminar sobre un escenario frente a la gente, mirándolos a la cara.