Esta mañana, el trio estadounidense Bright Eyes rompió con un silencio creativo de nueve años. Casi una década en la cual sus escuchas tuvieron que refugiarse en los materiales solistas del vocal Conor Oberst y en las Bandas Sonoras de sus compañeros, Nate Walcott y Mike Mogis. Durante su receso, su mito como una de las agrupaciones más intensas, aclamadas y, sí, depresivas, de los últimos años no hizo más que acrecentarse. Álbumes como Fevers and Mirrors (2000) y I’m Wide Awake, It’s Morning (2005) se convirtieron en clásicos que terminaron por definir a una generación entera, por lo que su regreso se estableció rápidamente como uno de los eventos musicales más esperados del año.
El pasado martes los tuve frente a mí, sentados detrás de sus escritorios, dando muestras en el fondo de pequeños segmentos de sus casas y departamentos. Previo a nuestra introducción, los tres hablaron por varios minutos, como si fueran un grupo de amigos de la secundaria. De forma caótica e interrumpiéndose sobre lo que pensaban de las entrevistas que habían estado haciendo hasta ese momento. “Discúlpanos, pero hemos estado haciendo esto todo el día”, afirmó Nate, visiblemente cansado, despeinado y luciendo una capa de sudor sobre su rostro. “Tengo que ir al baño”, gritó Conor desde su pantalla, dando un brinco rápido de su silla para entrar al cuarto que estaba abierto justo detrás de él. Cerró la puerta de un golpe. Mike salió de la conversación.
“¿Cómo les ha ido por allá, en México?”, me preguntó Nate mientras esperábamos por la entrada de Conor. “Es horrible”, le dije. “Aun seguimos encerrados en nuestras casas. Como yo vivo en la parte externa al Estado de México, muy cerca de la Ciudad, aquí hay mucha gente que tiene que salir a trabajar todos los días y es un foco de contagio muy grande-, él cambió su mirada de forma inmediata. “Espero estén bien, me encanta México, he vivido cosas muy lindas en tu país”, afirmó tras la entrada de Conor, quien luce en piel misma todo lo que se dice en el mito que lo rodea. Un genio atormentado, totalmente despeinado, un impulsivo que retrata todo lo que siente en su música, un tipo que rompe con cualquier tipo de barrera entre sus emociones internas y sus escuchas. Se notó en nuestra entrevista.
De acuerdo a lo que conversamos, Conor tiene el objetivo de articular la experiencia humana con sus canciones, algo por lo cual “tienes que vivir, confontar y negociar con ambos polos opuestos. Lo hermoso, lo terrible. Eso es lo que es”. Sin embargo, él también cree que “en cierto punto del proceso de composición, sabes que estás envolviendo una caja de regalo. No sabes bien qué es lo que tiene dentro, pero lo adornas con papel, le colocas un moño, le amarras un globo y lo sueltas para que se lo lleve el aire. No sabes quién lo va a recibir del otro lado. No sabes cómo afectará su vida o cómo no afectará su vida. No sabrás qué pensará de él. Tampoco sabes si llegará solo a un basurero y eso será todo. No tienes idea, pero eso es el arte. Tienes que soltarlo y dejar que sea lo que la gente quiera”.
Hoy acaban de liberar un nuevo globo titulado Down in the Weeds, Where the World Once Was (2020), su primer material en casi una década. Un álbum para el cual se encerraron por casi un año dentro del estudio, repleto de momentos instrumentales hermosos que juegan de forma épica con las letras de Conor. Las cuales sí, son tristes, pero también describen varios de los puntos más profundos y humanos que la mayoría prefieren ignorar.
Sé que han estado colaborando demasiado a lo largo de la última década, aun sin el nombre de Bright Eyes. Sin embargo, Conor, dijiste en una entrevista que querías que este nuevo álbum se sintiera como un lanzamiento de la banda. Quiero saber cuál es la diferencia entre el colaborar todo el tiempo sin el nombre del proyecto a aquel que hacen con el nombre
Conor: Creo que la principal diferencia es que cuando hacemos un álbum de Bright Eyes, tiene que tener la misma aportación de parte de los tres miembros, Michael, Nate, y yo. Todos tenemos que estar igual de felices con lo que hacemos. Es una situación muy democrática y todos contribuyen mucho. En este álbum en especial, la mayoría de las canciones iniciaron con ideas musicales que Nate nos envió. Sobre ellas empezaba a componer las melodías vocales y las letras. Es solo una cosa distinta porque, aunque ellos me ayudaran en mis álbumes solista, en esas situaciones yo tengo la última palabra. Tengo el corte del director, la última decisión. En Bright Eyes no es así, los tres tenemos que ser felices. Toma más tiempo, no debatimos ni peleamos, pero tenemos que estar de acuerdo. Es un monstruo de tres cabezas.
Es interesante porque Nate y Michael han estado componiendo las Bandas Sonoras de algunas películas y aquel es un medio narrativo. Sin embargo, creo que tus letras, Conor, también tienen una sensación muy poética, igualmente narrativa. Quiero saber Nate cuál es la diferencia entre el dar sentido a una película con música y el dar sentido a un poema, a las historias que Conor escribe, con una base instrumental.
Nate: Claro. Bueno, hay muchas cosas similares en el hecho de que estás contando una historia a través de música, melodía, armonía y ritmo. Puedes ser literal o jugar en su contra. Creo que es un acercamiento similar en ese sentido. Es una buena pregunta. Pero me gusta pensar que es muy similar en el sentido en el cual tenemos que afinar nuestros sentidos para darle una dirección. Es algo que sentimos mucho en este nuevo álbum, en muchas formas, en cómo nos comunicamos en el estudio y cómo pensamos compositivamente para darle un acercamiento muy cinemático.
Su música siempre ha sido muy cinemática. Ayer estuve escuchando ‘An Attempt To Tip The Scales’, esta canción de Fevers and Mirrors que termina con una entrevista radial. Amo ese momento meta-ficticio. Para mí es obvio que fue muy catártico escribir eso para golpearte un poco al revelar tu interés real al hacer el álbum…
Conor: Jajaja. Sí. Ese ni siquiera soy yo hablando. Ese es mi amigo Todd Fink de la agrupación The Faint pretendiendo ser yo. La persona entrevistándolo también es otro amigo. Yo escribí el guion de esa entrevista. Fue muy divertido.
Es interesante. A mí me gusta escribir relatos cargados de elementos meta y me gusta la libertad de externar las cosas que odio de mí persona y hacerlas obvias en los escritos. Creo que tú hiciste lo mismo en varias de tus canciones.
Conor: Estoy de acuerdo contigo. Creo que muchas de mis canciones, sobretodo de mis primeras canciones, están cargadas de esta emoción de auto desprecio o de odio a uno mismo. Creo que es una herramienta para lidiar con la auto-aceptación. No lo sé. De hecho, no debería decir que está solo en mis canciones más viejas, seguramente está en todas jajaja. De todas formas, creo que es algo bueno. Es parte de ser humano y es parte de la expresión el lograr sacar algunas de esas cosas al mundo.
He estado viviendo en Los Ángeles los últimos dos años y hay mucha charla acerca de auto-ayuda y auto-cuidado. Usar mascarillas, beber y comer saludable. Toda esa mierda. Todo mundo quiere ser sano y saludable. Ha sido muy difícil para mí el relacionarme a esa parte porque… ya sabes.
Nate: Por otro lado, Los Ángeles también tiene un elemento tortuoso. Hay opuestos polares.
La Internet normalmente se enlista a tus álbumes como algunos de los materiales más tristes y obscuros que se hayan publicado. Yo no siento eso, a mí parecer es música enojada en la cual tratas de aceptar cosas que no son alegres, lo cual no es triste. Quiero saber tu visión con respecto a esta noción que la gente tiene con respecto a que tu música es simplemente triste y ya.
Conor: Claro. Yo creo que lo extraño con la banda, o con mi música en particular, es que he estado haciendo música de forma profesional, en el hecho de que la gente me ha estado pagando por ello, desde que tengo 14 años de edad. Ahora tengo 40 años. He estado haciendo música por toda mi vida. Siento que he hecho muchos tipos distintos de música. Hay gente que ha seguido mi carrera y conoce todo lo que he hecho, tal vez por eso tienen un mejor entendimiento de lo que soy. Pero hay muchas más personas que solo tienen pequeñas fotografías. Ellos siempre piensan en mí como el –tipo de Fevers and Mirrors o I’m Awake, Its Morning-. No lo sé. Hay mucha gente que solo tiene esas pequeñas imágenes por las cuales es sencillo que puedan pensar en mí como –es este tipo de música, todo es súper depresivo-.
He hecho mucha música. Tengo mi banda de punk Desaparecidos con la cual volví en 2015 a ser hiper-político. El siguiente álbum que hice fue solo yo con mi piano y una armónica. El siguiente fue una colaboración con Jim Cardinel, uno de los bateristas más clásicos, en una mierda loca americana. El siguiente fue con mi chica Phoebe Bridgers, una mierda indie-rock lo que sea que esa mierda haya sido. Ahora estoy en esto. Yo realmente no me siento en una caja creativa, pero entiendo que la gente tenga preconcepciones de lo que es mi música. Sinceramente creo que ellos no han escuchado mucha de mi música y eso es todo.
Hablando en específico sobre la –música triste- que has lanzado. ¿Realmente crees que es triste?
Conor: Esa es una pregunta interesante. Honestamente mi acercamiento a componer canciones es que la idea de que lo mejor que puedo hacer es articular la experiencia humana, aunque obviamente a veces es muy complicado y no puedes hacerlo todo el tiempo. Hay elementos ahí dentro que son muy tristes y hay elementos que son muy hermosos. Creo que si tratas de llegar al núcleo de él, tienes que profundizar en ambos con el mismo peso en mente. Como dije, creo que no siempre llego ahí con todas mis canciones, pero esa siempre es mi intención.
No lo sé. Creo que para articular la experiencia humana tienes que vivir, confontar y negociar con polos opuestos. Lo hermoso, lo terrible. Eso es lo que es. Trato de hacer lo mejor que puedo para lograrlo. Pero, creo que en cierto punto del proceso de composición de una canción sabes que estás envolviendo una caja de regalo. No sabes bien qué es lo que tiene dentro, pero lo adornas con papel, le colocas un moño, le amarras un globo y lo sueltas para que se lo lleve el aire. No sabes quién lo va a recibir del otro lado. No sabes cómo afectará su vida o cómo no afectará su vida. No sabrás qué pensará de él. Tampoco sabes si llegará solo a un basurero y eso será todo. No tienes idea, pero eso es el arte. Tienes que soltarlo y dejar que sea lo que la gente quiera.
No puedes pasarte la vida peleando contra la gente sobre lo que piensa de tus canciones. No sería bueno y creo que mucha gente pasa su tiempo leyendo cosas en la computadora. Hay muchas opiniones y a fin de cuentas no importa, no lo digo de una forma de mierda, obviamente quiero que la gente guste de mis canciones, pero preocuparte por ello es como golpearte la cabeza con las paredes. Tienes que dejarlo ir.
Nate: Creo que Mike y yo nos regocijamos mucho en lidiar con la analogía del regalo. Nosotros disfrutamos mucho el hacerlos los más hermosos e interesantes como podamos. Puede ser interpretado de diversas formas, pero nuestro objetivo principal es hacerlos sónicamente los más hermosos posibles y en este álbum nos tomamos muy en serio el esparcir algunas de esas ideas para crear los globos más hermosos previo a soltarlos al mundo.
Seguro tuvieron algunos globos que se convirtieron en sus favoritos, aquellos en los cuales pusieron más atención. ¿No?
Conor: Jajajajaja. Sí, claro. Algunos de ellos seguro llegaron a puntos distintos que otros. Algunos en unos mejores, otros solo en medio del océano y a nadie les importaron de verdad jaja. Eso es lo cool del asunto. Al final del día esa mierda no importa.
Yo me siento muy afortunado de haber sido empleado como un músico desde que era un adolescente. He sido muy suertudo. No soy estúpidamente rico, pero he podido vivir del hacer música durante toda mi vida, lo cual es algo genial. Muchos amigos muy talentosos no han sido tan afortunados en ese departamento. En este punto, creo que mi carrera se trata de la longevidad y de tratar de mantenerme creativamente interesado en lo que está pasando, tanto como sea posible. Ya soy lo suficientemente viejo como para no tener la posibilidad de buscar una súper fama o cambiar algo en la música. Solo estoy feliz de mantenerme en un trabajo, hacer música y poder salir con mis amigos. Hacer mierda cool en mi estudio.
Me ha ido muy bien, creo que eso es lo que quiero decir. No me puedo quejar de nada, aunque creo que he perdido un poco de ambición. Tal vez esa es la forma de ponerlo, no me siento muy ambicioso. Solo quiero seguir haciendo álbumes.
Dijiste en una entrevista previa que hablas tanto de la muerte porque tienes una larga obsesión con este tema. Muchos artistas han declarado que su intención al hacer su obra es alcanzar un punto en el cual puedan luchar contra la mortalidad, pues el arte es inmortal en muchos sentidos. Tú puedes escuchar tus álbumes del pasado y estar en contacto con tu yo del pasado…
Conor: Humm. Bueno, desde que era un niño pequeño he estado obsesionado con la muerte, desde entonces pienso mucho en ella y se transformó en una preocupación muy grande para mí. Al crecer es extraño, pero en muchas formas ese miedo se convierte en algo menos intenso. Creo que cuando eres chico lo romantizas de muchas formas, por lo cual se siente muy intenso, pero cuando creces te das cuenta de que solo seguirá pasando una y otra vez.
No lo sé, es raro. Por un lado es mucho más duro y pesado porque cada año te enteras que mueren más familiares o amigos. Sabes que no parará. Si eres afortunado para vivir por un largo tiempo, solo habrá más de ello. Pero también tienes que preguntarte -¿cuál es la alternativa?-. Mi amigo Jim Keltner me estaba hablando el otro día, tiene 78 años, ha vivido una larga vida en el rock n roll, y está despidiéndose de muchas personas. Así que me siento y digo –carajo-. Espero que pueda mantenerme vivo, relativamente sano, siendo yo mismo y amar tanto como pueda.
Todo lo que sé es que despedirse apesta. Si amas algo, despedirte es una mierda, sea de una persona o una situación. Lo que sea. Sí, no tengo una buena respuesta para ti mi amigo, pero creo que tenemos que hacer lo más que podamos con ello. No hay buenas promesas en el mundo. Y sí, siempre he creído que la música es un recurso para decir –bueno, no haré mucho en este mundo, me gustaría poder ayudar a más personas, pero siento que tengo que mantenerme haciendo discos porque es lo que sé hacer-. Mierda.
Bueno, pero hacer música es algo que también ayuda mucho a las personas. Consuelas a través de tus letras, creas relaciones con tus escuchas. Es una forma de calentarte y amar.
Conor: Claro, esa es la idea. La idea es que el globo llegue al jardín de una persona que quiera escucharlo. ¿Sabes? Esa es la esperanza jajajaja.
Leí que quisieron lanzar este álbum en este momento, en la pandemia, para acompañar a las personas. Este ambiente necesita nuevos álbumes, nuevas películas, cosas que ayuden a las personas a seguir empujando.
Conor: Sí. Es un momento de locos ¿sabes? Pero yo creo que en la música estamos un poco decepcionados de no poder hacer los conciertos. Nunca quisimos modificar la fecha de lanzamiento del álbum; de hecho yo quería adelantarlo para que la gente lo escuchara, pero el sello no estaba muy convencido jajaja. Es un poco anti-climático porque no podemos hacer un gran concierto, pero estoy feliz de que esté fuera y espero que a la gente le guste. Es un nuevo globo que estará allá afuera.
Les deseo la mejor de las suertes con este globo. A mí me encantó, espero que brille mucho en el futuro.
Nate: Oscar. Amamos a tu país, amamos a tu cuidad y no puedo esperar para tocar próximamente allá. Les mandamos todas las fuerzas.
Conor: Muchas gracias por hablar con nosotros. Muchas gracias por tu tiempo. Lo apreciamos mucho.