#QueridoWARP Victor Lovlorne, escribir música sobre la situación migrante con ‘Sangre’ y Marcela Viejo

// Por: Oscar Adame

mar 31 julio, 2018

Tras unos días de haber trabajado en Texas las canciones correspondientes a su primer disco de estudio, un evento cambió su enfoque a uno repleto de silencios y aterradores relatos sobre la soledad. Es por ello que el estadounidense Victor Lovlorne decidió viajar a la Ciudad de México y empaparse de la cultura del país latinoamericano para grabar el material.

Victor tiene un talento para crear atmósferas frías con líneas bastante simples de secuenciadores minimal-wave alrededor de sus dulces melodías pop. Baladas de amor pasionales que encuentran a su polo opuesto en lo que las rodean, el calor humano dentro del frío de las máquinas.

En el primer sencillo de su material homónimo, ‘Sangre’, el productor ahoga a la voz de Marcela Viejo, quien murmura un pequeño relato de lucha y pérdida. Es una canción que alude a la relación entre México y Estados Unidos que llegó a la mente de Lovlorne tras ser testigo de una redada en contra de inmigrantes en la frontera. 

Marcela le canta a Victor en español y él le responde con la misma tristeza en inglés, rompiendo poéticamente con la barrera del lenguaje y acercando a ambas culturas en un mismo sentir de impotencia y desamor. Es por esto que Victor nos escribió una carta en la cual nos relata el traumático evento del cual nació el disco, compartiendo en exclusiva para WARP el videoclip oficial de ‘Sangre’. 

Querido WARP:

Escribí ‘Sangre’ en una noche de invierno del año pasado, cuando agentes del ICE (Servicios de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos) estaban en medio de una operación para arrestar y deportar inmigrantes ilegales en mi barrio. Mis vecinos no habían llegado a casa o estaban sentados dentro, en silencio, con las luces apagadas. Un amigo que estaba en peligro me respondió un mensaje. Otro amigo no lo hizo.

Yo estaba sentado en mi sillón, dejando correr mi secuenciador con la frase melódica que se escucha en la canción, mientras trataba de aceptar el hecho de que no tenía manera de ayudar a nadie en ese momento. Estas impotentes palabras son las que escribí en esa fría noche para ‘Sangre’.

‘Sangre’ es el corazón del disco en muchos sentidos. Desde el inicio, quería que cada canción capturara a dos amantes juntos, con las espaldas contra la pared, defendiéndose de la bestia que todos sabemos que vendrá por todos nosotros y sentí que logré eso con cada canción del álbum, en cierto nivel.

Estaba desayunando y tomando algo en un restaurante, de noche, solo, sin posibilidad de parar de trabajar, cuando escuché una canción muy popular. Era un dueto y fue todo lo que tomé para mi tema. ‘Sangre’ se desplegó como un dueto bilingüe en mi cabeza y supe que así era como necesitaba ser presentada en el disco.

Ya había decidido grabar el disco en la Ciudad de México, pues entendí que sería un mejor lugar para enfocarme y cantar esas canciones por un asunto creativo personal y entonces comencé a preguntar a la gente que conocía quién de ellos podía ayudarme a encontrar una cantante que pudiera encajar bien en esta canción; hacer naturalmente su parte, y que estuviera en la ciudad. Me sugirieron muchos nombres y todas eran grandiosas a su manera, pero no podía imaginarlas cantando esas frases.

Entonces, un día le llamé a mi amigo Enrique Bravo, quien ya me había ayudado a arreglar mi estudio en la CDMX como un favor personal. Le conté que no podía encontrar a una cantante que tuviera la sinceridad y la femineidad que yo estaba buscando y él entendió exactamente lo que le quería decir y me presentó a Marcela Viejo.

Mi hermana me ayudó a traducir el verso al español, pues yo lo hablo bastante mal, y Marcela lo tomó, cambió algunas cosas y lo hizo suyo. Nos conocimos en el estudio y la meta era obvia para todos los presentes. ‘Sangre’ relata un amor que es más grande que la separación, más grande que la muerte, habla de la necesidad de estar tanto con alguien, que lo elegirás por sobre todo lo demás y Marcela supo cómo retratar eso.

Es una balada fronteriza en mi mente. Por una parte, es sobre un tipo de amor que es más grande que la muerte, más grande que los límites de nuestros cuerpos. Por la otra, es un lamento, escrito durante un momento en el que algunas personas estaban siendo arrancadas de otras, viviendo en un mundo en donde las culturas están íntimamente conectadas en la vida diaria, pero son forzadas a separarse por un poder más fuerte, al que no le preocupa su humanidad.

-Victor Lovlorne