Tutti Frutti: Recordando al templo de música underground de Lindavista (1985-1992)

// Por: Staff

jue 7 junio, 2018

Fotos por: Tutti Frutti, El Documental

Por: Sr. Galleta

En los años ochenta no existía Internet, ni Google, ni Shazam, ni Uber, ni Spotify, no había GPS ni teléfonos celulares. Era una época dónde la única estrella que podía guiarte a nuevos territorios, era el ojo con estrobo del TuttiFrutti.

La vida en Satélite

En la segunda mitad de la década de los ochenta vivir en los suburbios de Satélite era un poco frustrante, sobre todo si eras un alma que buscaba otras fronteras en cuanto a música o antros. En las generalidades del Distrito Federal, como en todo nuestro país, se transpiraba represión mediática, cero apertura comercial y poca oferta cultural.

Y si en la capital la cosa estaba fallona, la situación en los suburbios Sateluquenses estaba aun peor. Las librerías más avanzadas eran la Casa del Libro o la Librería de Cristal, el mejor lugar para tomarse un cafecito era el California de la Zona Azul y en cuestión de antros, a excepción delosqueyadescansabanenpaz Satélite Rocks o el High Tower, había pura discoteca tipo News, Magic o el Andy Bridges, videobares como el Surf y para los que les latía la trova estaba el Sapo Cancionero. La mayoría tenían su respectivo cadenero.

Las tiendas de discos que valían la pena en áreas Satelolcas eran Zorba y Aquarius  que tenían buen material pero la variedad no abarcaba tanto. La tienda más cercana donde sí tenían opciones para almas experimentales/under/alternativas, era Supersound de Polanco, un oasis donde pasabas horas con el ojo cuadrado de lo que veías en sus estanterías y la mente explotaba con lo que escuchabas de las bocinas y de las personas que formaban esa logia alienígena que atendía la tienda.

Lo que restaba para tener contacto con música interesante era el Chopo, algunas cosas en el bazar de Lomas Verdes o grabar cassettes de los compas que viajaban al extranjero e irlos rolando.

El viaje hacia el Tutti Frutti

El fin de semana se acercaba, opciones: vámonos de rol, fiesta-tocada-en-jardín, peda casera o caguama callejera-tanque-and-rol; si alguien saca nave vamos al DF, Rockotitlán, Bar 9, Rockstock o el LUCC.

Wey, tienen que conocer el TuttiFrutti es otro pedo, neta otro pedo¨, me dijeron, -¨¿Y dónde queda?¨-, le contesté, -¨Ni idea, a mí me llevaron¨-.

Mantuvimos el silencio hasta que alguien  llegó con el santo y seña. Ese viernes la noche cayó como reja de changarro para abrir sendos portales en el tiempo que llevaban a las áreas de Lindavista.

Con un coche lleno a las 10 de la noche partimos, las piernitas temblando por el estado de combustión combinado con el ambiente de ir hacia lo inesperado, esa emoción que se siente cuando vas a comprobar que sí existe la vida después de la muerte

Cassette Ampex de 90 minutos, dos caras repletas para la odisea kilométrica, cinta adentro del estéreo y aguanta el tanque mientras vamos bajando por la avenida Lomas Verdes, cruzamos Gustavo Baz, Avenida de Las Armas, ejes viales, doblamos esquina en una semáforo que nos llevó de la mano por capas y capas de distintos microclimas urbanos, vías de trenes, zonas semi industriales, lugares extrañísimos, multifamiliares, callejones obscuros, colonias y colonias una más rara que la otra.

En frente de nosotros pasaban varias cuadras rodeadas por malla ciclónica (creo que era una estación de metro o un laboratorio) hasta que al fin arribamos,  Av. Instituto Politécnico Nacional # 5130, lo que se miraba era un restaurante llamado Apache 14(los dueños eran el dueto romántico de cantantes Carmela y Rafael), un ¨Restaurante familiar con variedad¨ , tenía un aire como de cabaña.

nos  internamos a la parte trasera, se sentía una onda vampira. Después de soltar tanque apareció una escalera y hasta arriba una puertita, que en verdad era un umbral que se abrió.

Una visita al templo underground

Atravesamos y los pies caminaban por un lugar perdido en espacio y tiempo, todo tipo de punks, darks, goths, groovies, electros, anarcos, piscodélicos, vamps, garageros, avant garde, outsiders, rockers, despistados, new wavers, dark wavers, no wavers, post punks, desmadrosos, new romantics; peinados imposibles, pelos largos, pintados, rapados, picos, conos, fachas alucinantes, delineadores, estoperoles, símbolos, insignias, tatuajes, parches, piercings, colores.

Los anfitriones, un ser alto, flaco, tatuado, perforado con greña larga-china y botas vaqueras que estaba piloteando las tornamesas  y su chica de piel blanca, también perforada, pelo negro, extraída de quién sabe dónde, dirigiendo la orquesta de la barra; eran Danny y Brisa, quienes habían  tomado la estafeta de este lugar único y lo forjaron como el Templo del Underground.

Desde su retablo eléctrico, Dany recetaba acetatos en sus tornamesas como latigazos de fuego: Iggy Pop, Siouxie and the Banshees, The Ramones, Pixies, The Cramps, The Trashmen, Bob Marley, Pippi Eats Cherries, The Cult, Scientist, Sex Pistols, T. C. Matic, Joy Division, Love & Rockets, Bauhaus, Mano Negra, Dead Kennedys, PIL, The Sisters of Mercy, Killing Joke, Sugar Cubes, Pandoras, The Sonics, Jane´s Addiction, Lard, The Ultra 5, The Cynics, Celibate Rifles, The Gun Club, The Stooges, Sonic Youth, The Creatures, Ministry, R.E.M., The Cure ,Tones and Tail, The Godfathers, Wipers, Mudhoney, Nirvana, The Fuzztones, The Nomads, Stump Wizard, Peter Murphy, Echo and the Bunnymen, Cabaret Voltaire, Magazine, Tuxedomoon, Clan of Xymox, Charlatans U.K., Japan, A-Bones, The Jesus and Mary Chain, Alex Sex Fiend, Flaming Groovies, Soft Cell, The Clash, Christian Death, Ultravox, Martha and The Muffins, The Alarm, David Bowie, Doctor & The Medics, Nick Cave & the Bad Seeds, The B-52´s, The Fall, Nitzer Ebb, The Church, Skinny Puppy, Liaisons Dangereuses, Violent Femmes, Gang of four, The Velvet Underground, OMD, Gary Numan, Devo, Cocteau Twins, Gene Loves Jezebel, The Mission UK, The Stranglers, Fad Gadget, Tommy Knockers, Nina Hagen.

Se respiraba un vibra gregaria, el alma descansaba con un sentimiento profundo de que por fin llegamos a Pénjamo. Estábamos en una casa donde habitaba una rara familia que solo se encontraba en esas noches. Hogar de contracultura, de nuevas expresiones, de la fiesta clandestina, de los antropólogos de lo desconocido, de melómanos, de una tribu que le gustaba crear caminos nuevos por debajo de la tierra, de astronautas siderales, de una extraña compadrería.

Recuerdo algunos posters, en especial  uno del grupo belga La Muerte que tenía un dinosaurio y uno de los Pixies, al cual miré por horas. A lo lejos había un pasillo que llevaba al baño donde ¨Piraña¨ tatuaba mientras la tinta aguardaba en corcholatas.

Centro de Conciertos

Aquí se vivieron tocadas de Atoxxxico, Café Tacuba, Las Insólitas Imágenes de Aurora, Ninot, Bon y los Enemigos del Silencio, Psicodencia, La Lupita, Café de Nadie, 34-D, Bayou Pigs, Hellbyllis, Santa Sabina, Década 2, Caifanes, La Neurona Violeta, Cosmic Psychos, Espectros, Simples Mortales, Juguete Rabioso, The Ultra 5, Planeta Jaula, Santísimo Mitote, Monomen, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Masacre 68 y muchos más.

Agotados y tocando  estrellas, el regreso tenía un sentimiento parecido al de esos viajeros de la antigüedad cuando regresaban en sus barcos con una sonrisa en la cara sabiendo que pronto volverían con más amigos a visitar la tierra prometida. Ansiosos a que llegara el próximo fin de semana y con él la oportunidad de presenciar las misas de Danny en ese lugar clandestino sin anuncio en la puerta ni señalización para llegar.

Un documental para preservar su legado

Actualmente Laura Ponte, realizadora de cine, junto con Alex Alberty Felipe Haro armaron un crew aguerrido para hacer un documental del Tutti y su escena. Además del material que han grabado durante varias semanas, organizaron tres fiestas: en Bizarro Café, en El Imperial y en el Underdonde se terminó de generar material para el armado final del documental.

Ahora solo queda aguantar el tanque y esperar a que lo estrenen en el cine, de las cuales se extrajeron las fotografías.