La comunidad de artistas contemporáneos se ha visto sumamente afectada por la crisis causada por la pandemia del COVID-19; desde el mes de marzo las galerías de todo el país cerraros sus puertas, ferias de arte se suspendieron y las subastas se vieron aplazadas. Ante la indiferencia de las autoridades y las dificultades en este contexto de emergencia, se buscan alternativas para generar ingresos a través de su trabajo.
Se trata sin duda, de un sector vulnerable y en muchos casos olvidado por las instancias gubernamentales, sin embargo, entre la precariedad donde ya se encontraban sumergidos previo a la cuarentena, la tecnología y las plataformas digitales han fungido como un soporte para la comunidad artística, y es que las subastas en línea han aumentado considerablemente durante las últimas semanas de confinamiento.
Las galerías de gran parte del mundo se han sumado a esta tendencia con el objetivo de mitigar el golpe de ingresos que les está dejando la crisis sanitaria del coronavirus. Y es que, según una encuesta realizada el mes pasado por Art Newspaper y la economista Rachel Pownall, alrededor de un tercio de las 236 galerías internacionales no esperan sobrevivir a la crisis.
En ese sentido, los coleccionistas han sido bombardeados en las últimas semanas con ofertas de distribuidores, especialistas en subastas y organizadores de ferias con el objetivo de mantener su interés en el mundo del arte.
Al respecto, en entrevista con Alejandro Franco para WFM de W-Radio, Manuel González director de operaciones de Morton Subastas explicó cómo han trabajado las subastas en línea: “En Morton Subastas estamos haciendo todo lo posible para que el arte continúe su paso en esta nueva realidad; creo que una de las cosas que hemos hecho y lo hemos hecho bastante bien es, de alguna forma, siempre cuidar la integridad y la posibilidad de traer el arte a la gente de distintas maneras. Hace mucho tiempo nos dimos a la tarea de poder hacer subastas en línea, y es lo que hoy por hoy de alguna manera está provocando que Morton siga haciendo subastas de una forma virtual”.
El soporte digital y tecnológico en tiempos de coronavirus es algo importante y que se debe destacar, ya que el fin principal de éste es facilitar la forma de vida del ser humano en sociedad, dicho esto, lo que vivimos ahora es una realidad que eventualmente iba a pasar y ya estaba ocurriendo a cierto nivel, sin embargo, esta contingencia aceleró el proceso de adaptación digital.
El futuro de un tipo de subasta online no se veía tan lejano, pero ahora mismo las circunstancias obligan a que existan estas metodologías de una manera mucho más pronta y en ocasiones un poco improvisado a lo que estaba planeado, pero este era el destino y responder a las necesidades e implicaciones de esta nueva normalidad resulta lo más acertado.
De acuerdo con los resultados que arrojó la encuesta de Art Newspaper, las casas de subastas alrededor del mundo también han aumentado su presencia por Internet. Sotheby’s vendió 60 millones de dólares en arte y objetos de colección en marzo y abril, incluida una pintura de George Condo por 1.3 millones de dólares en una subasta online.
“Hay un público consumidor que evidentemente va a las casas de subasta y se interesa por varios lotes, y hay un público conocedor que nunca había entrado a una subasta, que nunca había hecho la oferta de un lote o que no sabía de esto y lo está aprendiendo a través de las plataformas digitales y eso nos parece maravilloso porque el público nuevo, el público joven y más dinámico se está familiarizando con el mundo de las subastas, con el mundo del arte, de la joyería, de las antigüedades, etc. Indudablemente sabíamos que íbamos para allá pero este confinamiento y esta situación que estamos viviendo lo aceleró y esto se ha visto reflejado en las subastas que hemos tenido”, sostiene Manuel González.
Evidentemente existen límites para comprar arte vía online, sin haberlo visto ni tocado antes. La confianza de los coleccionistas suele depender de su familiaridad con el trabajo del artista en cuestión, con la persona o casa que lo vende y, por supuesto, el precio de la obra.
“El arte ha sido una galería, es disfrutar de una obra, es pararte enfrente de un cuadro, mirar sus líneas, pero igualmente puedes disfrutar de esa obra de arte por medio de las plataformas digitales, acercarte a la obra, ver los trazos, alejarte, ver distintas fotografías, ver distintos planos, en fin… de alguna manera la parte digital también nos está ayudando a ver la óptica y ver la obra de otra manera”.