Volver a escuchar tras varios años el tercer trabajo de Arcade Fire no es un trabajo fácil. Pocos discos se han grabado que contengan un mensaje tan universal sin caer en lo básico, tan descriptivo sin caer en la pretensión y tan cautivador sin caer en el melodrama.
El dolor a crecer, a dejar que se desvanezcan en el pasado las cosas a las que una vez amabas. Los Suburbios, ese paraíso en el cual los niños solían salir a jugar, en el cual solían soñar y en el cual todos pasamos nuestras primeras aventuras, sinceras e inocentes. Un lugar en donde no había problema para regresar a casa y disfrutar con tu madre de una sopa caliente tras adentrarte en los árboles y pequeños comercios con el Sol brillando en el cielo y una sensación de paz en el interior.
¿Quién no recuerda con añoranza esas noches de películas debajo de un montón de cobijas y de peluches en compañía de tus vecinos? O mejor aun, ¿quién no recuerda ese primer beso que le diste a la chica de la cual estabas enamorado, acostados en el pastizal del parque más cercano, mientras acariciabas su mejilla y reían de los nervios?
¿Por qué nos alejamos de todos esos momentos? ‘Sometimes I can’t believe it, Im moving back the feeling’, canta Win Butler en el track homónimo al disco con el corazón en la boca y una melancolía que retuerce mi escucha con melancolía.
El track, una belleza que contiene más de 24 elementos, abre el pecho de todos aquellos que se encuentran en una situación de cambio y que se dan cuenta que no hay mayor cercanía a la felicidad que regresar a cuando se era un niño.
Win Butler lo realiza cuando canta ‘I want a daughter while I’m still young, I want to hold her hand and show her some beauty before this damage is done’, dando como entendido que para volver a aquellos sentimientos necesita poder apreciar algo tan hermoso, frágil e inocente como la misma época a la que extraña: una bebé.
El líder de Arcade Fire dice que le llegó la inspiración de escribir The Suburbs en cuanto leyó una carta que un viejo amigo de la infancia le había enviado. Aquel amigo acababa de volver al suburbio en donde ambos crecieron, The Woodlands, describiendo todos los lugares a los cuales Win recordaba con pasión.
El suburbio, como Win y su amigo, cambió al crecer y ahora, gentrificado, había perdido todo aquel elemento que el cantante añoraba. Los comercios transnacionales habían terminado con las tiendas familiares, los árboles fueron desplazados por centros comerciales y el alumbrado público empezaba a desvanecer a las estrella. ‘With my old friends, it was so different then, before yoru war against the suburbs began’, remarca.
No es una sorpresa que el disco haya sido tan aclamado, y que siga siendo tan importante a casi una década de su lanzamiento. La nostalgia es un sentir universal y mientras Win relata cada uno de los momentos y pesares que vivió durante su juventud en los suburbios, más identificados nos sentimos con su pesar.
De la enérgica ‘Ready To Start’ en la cual Win se empuja a aceptar los cambios a ‘Modern Man’, en la cual describe su ansiedad al aceptarlos y no sentirse del todo cómodos con ellos.
‘Rococo’, por otro lado nos introduce a una juguetona Régine Chassagne acompañada por una sombrías cuerdas que recuerdan a lo realizado por la banda en Neon Bible, su disco más obscuro hasta el momento. Una canción que rompe en intensidad en su segundo corte y que presume de una instrumentación quasi orquestal.
El espíritu grandilocuente del disco fue parte substancial de que le haya valido a Arcade Fire el Grammy, el Juno y el Brit al mejor disco del año en el 2010.
Ese espíritu no está mejor ejemplificado que con ‘Empty Room’, una oda a la soledad juvenil que integra desde guitarras, cuerdas y flautines hasta cascabeles y trompetas en su instrumentación. El violín de Owen Pallet toma protagonismo dentro de los puentes mientras Régine se da cuenta de las limitaciones que hay en todos los momentos de la vida.
Y es que según el propio Win, y mostrando una gran madurez, el disco no es un discurso en pro- o en contra- de los Suburbios. Sólo es una documentación nostálgica de lo vivido en ellos, sin ningún tipo de juicio, lo que de gran manera ayudó a que el disco sea tan emocional.
¿Y tú, extrañas a tu suburbio?