Jueves de geopolítica.
Por: Ulises Kentros
La semana pasada, una pareja en Estados Unidos produjo una masacre que tomó las vidas de 14 personas y produjo 17 heridos. El FBI decidió investigar ese evento como un atentado terrorista. Ver esa noticia plantea la pregunta sobre el terrorismo doméstico –el que surge en el mismo país donde se realiza el atentado. Ya abordé la pregunta sobre la posibilidad que Daesh (también llamado “ISIS”) ataque México, pero, ¿qué hay de la posibilidad de ataques por terroristas domésticos en México? Veamos…
Primero, unos datos: el Institute for Economics and Peace emite anualmente un índice de terrorismo global. [1] Es claro que producir una definición clara de terrorismo, que arroje resultados cuantificables es difícil por lo borroso que es el concepto mismo de terrorismo. Sin embargo, este índice es un buen esfuerzo para tomar en cuenta al respecto de este tema. En él, para el año 2014, México aparece como el país número 44 de 162 países (siendo el número 1 el más seguro) ordenados por el impacto del terrorismo. Mencionan cuatro incidentes en 2014, sin heridos o muertos. Por otro lado, una lista de terroristas, recientemente reportada por El Universal [2], emitida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, incluye a 620 individuos y entidades como bancos, universidades y ONGs. Lo que tienen en común es que todos son extranjeros y con operaciones en otros países, tan diversos como Corea del Norte y la República Democrática del Congo, y todos tienen la meta de financiar o de otro modo facilitar al terrorismo. El propósito de la lista es prevenir que esos individuos o grupos puedan hacer transacciones en, o a través de nuestro país.
Son relativamente pocos individuos listados y pocos ataques catalogables como atentados terroristas cada año. Con esto, parece una amenaza pequeña, comparada con la tasa de homicidios del país, hoy relativamente baja [3], pero que hace pocos años llegó cerca de los 30 por cada cien mil. Es obvio que esa tendencia puede cambiar, pero su trayectoria hasta el momento es clara: el problema de seguridad en México es más bien uno de seguridad pública. Para los ciudadanos, es bueno tener en mente que no sólo Daesh no tiene interés en atacar México, pero que en general el terrorismo, doméstico o internacional, no prevalece en nuestro país.
¿Por qué esto es así, y no de otra forma? Al final, el terrorismo es, grosso modo, una táctica utilizada para obtener metas políticas. Si asumimos un punto de vista racionalista, los grupos que pudieran avanzar metas políticas extremistas no lo hacen por el terrorismo pues no tienen incentivos para hacerlo por esa vía. Se puede especular que algo tiene el sistema político mexicano que no permite ganancias políticas por ese medio. También puede haber otras causas sumadas a esa: el International Business Times reportó que «el Chapo» Guzmán mandó un mail al líder de Daesh (Abu-Bakr al-Baghdadi) amenazándolo, menospreciando sus tropas, y diciéndole que no se meta en “su” territorio. [4] Los grupos terroristas que busquen implantarse en México tendrían que competir con organizaciones criminales, enormes y bien financiadas.
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1: http://static.visionofhumanity.org/sites/default/files/2015%20Global%20Terrorism%20Index%20Report_0_0.pdf y http://www.visionofhumanity.org/#page/indexes/terrorism-index/2014/MEX/OVER
3: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=551769&idFC=2015
4: http://www.ibtimes.co.in/el-chapo-guzman-mexican-cartel-boss-threatens-isis-leader-baghadadi-658951