Alejandro: Reflexiones desde el asiento de un avión. Es mi regreso del Amsterdam Dance Event, mejor conocido como ADE, desde hace 23 años la conferencia / evento de la Industria de la Música Electrónica, más importante del mundo. Todos aquí, en charlas, conferencias, reuniones, comidas, borracheras y las mejores fiestas. No lo digo en sentido figurado, todas las fiestas de respeto en el mundo vienen a hacer una versión aquí; más grande, más larga, con más artistas o ejecutando algo nunca antes hecho por primera vez.
En Georgia, no solamente pude conocer el surrealista Bassiani, debajo del estadio de fútbol Dynamo donde está ubicado (sí, leyeron bien, el club se ubica en el bunker del estadio exactamente donde antes habían unas albercas olímpicas que construyó Stalin), sino también a los creadores de tan interesante concepto que ha recorrido el mundo y de paso, tocar como DJ en su casi satánico Horroom, su segundo “room” dentro del Club.
Así como se imaginan el lugar; así es. Subterráneo, underground, parece la antesala de las fiestas del infierno y tiene una vibra tan especial como si el tiempo pareciera no pasar ahí. No hay huellas de que el Gobierno-Ortodoxo-de-Ultra-Derecha de Georgia, los haya intentado cerrar permanentemente hace unos meses.
Rector: A mí entrar a Bassiani me recordó al video de ‘Ava Adore’ de los Smashing Pumpkins. Nunca había visto gente bailar con tanta intensidad, de principio a fin de la noche. Sin importar si están escuchando house o techno, el público de Bassiani lleva en la venas el We Dance Together, We Fight Together, que es el grito de guerra con el que la gente defendió al club en las redes sociales durante las redadas hechas por el gobierno georgiano en marzo de 2018. Existe la leyenda de ” los cuidadores” contada por los fundadores de Bassiani y los DJs que han tocado en el club. Es un grupo de aproximadamente 30 personas que van todas las noches que abre el lugar y se quedan hasta que el último DJ haya puesto su último track. Ellos velan que la música y el ambiente sea el apropiado. Estoy seguro que aquel sábado, pasadas las 9 AM cuando Alejandro estaba cerrando la noche, ellos eran los últimos que quedaban porque se sentía su conexión con el Club. Al final ya estaban en círculo bailando una especie de Capoeira.
Alejandro: Cuando cenamos con el DJ y Productor de techno Rødhad y Tato Getia, uno de los fundadores de Bassiani, en un restaurante hipster en una zona muy cool de la Ciudad, en el medio de la comida y los deliciosos vinos de la región que ha dado vinos al mundo (o de menos a ellos mismos) desde hace unos 8,000 años, tampoco se notaba vestigio de que a Tato y a sus socios se los llevó un comando armado de la policía y estuvieron desaparecidos varios días.
La historia la contaron el primer día de ADE, en plena apertura de la conferencia en una charla llamada “Rave for a Revolution”, donde la historia menos cruda era la de los georgianos que con presión del mundo del techno mundial y sobretodo, las más de 10,000 personas que se fueron a manifestar bailando frente al parlamento, lograron salir libres y reabrir puertas unos días después.
Rector: El “Nyege Nyege” o “Sex Sex” fue otro de los invitados a la mesa, es un festival que se realiza desde el 2015 en Uganda. El festival promueve la música africana moderna y el respeto a los derechos de los jóvenes y de la comunidad LGBT.
Se canceló dos veces porque el gobierno alegaba que se hacían alabanzas al diablo, en medio de un país Cristiano tomando por la Iglesia Americana. El fundador Derek Debru, recomendó que viéramos la película God Loves Uganda para que entendiéramos la situación que se vive realmente en ese país. Debru ha sufrido acoso por parte del Ministerio de Ética y Buenas Costumbres del gobierno de Uganda por promover a la homosexualidad, misma que es negada y calificada de inexistente en este país por dicho Ministerio. El festival se llevó a cabo gracias a que de los 4,000 asistentes más de 1,000 eran turistas y traían dinero al país.
El tercer ponente en Rave for a Revolution fue Jazar Crew, el primer colectivo de música electrónica fundado en Palestina, donde solo pueden haber dos tipos de fiestas: casamientos y Navidad. Los jóvenes viven oprimidos por la violencia y por la falta de oportunidades. Hacer la primera fiesta y tener el respaldo de la sociedad les tomó 9 años. En su música retratan lo que se vive día a día: disparos, ambulancias y terror, combinado con ritmos electrónicos. La música es única y de alta calidad. Los permisos para hacer el Boiler Room Palestina tomaron dos años, debido a que lo tuvieron que autorizar las autoridades israelíes, mismas que tienen bloqueado el acceso a Palestina. El equipo de Boiler Room tardó 20 horas en cruzar la frontera. Los dos fundadores pueden salir y recorrer el mundo gracias a que cuentan con pasaporte británico.
Alejandro: Es el momento del techno. La música electrónica sale por fin de un letargo estúpido, generado por la industria de Estados Unidos, llamado EDM. Les llegó tarde el memorándum de la música electrónica, como 15 años. Quisieron hacerlo industria como todo lo que hacen. Y lo hicieron. Fue una mierda ver como David Guetta cambió su estilo de tocar, ridículo lo que podía llegar a hacer Steve Aoki (un show basado en pastelazos), triste saber que Diplo se vendió y de cómo “los Van Buurens”, “los Tiëstos” y todos los que vengan a la mente, hicieron de la radio un verdadero lamento. El EDM murió junto con Avicii, el solitario príncipe que se envolvió en la bandera como niño héroe y sacrificó su vida por un género que ya estaba en etapa terminal.
No importa que DJ Mag salga con su ridícula lista de Los Mejores 100 DJs y ponga a Martin Garrix en el 01. No importa que llenen de nombres de EDM la lista, incluido Avicii desde otra dimensión e ignoren a toda la escena verdadera actual mundial. Ellos ya no existen tampoco y en la historia, tendrán una factura que pagar. Denles unos años más (no tantos) a esos “Disneylandias” andantes de Tomorrowland o el EDC; guarderías donde los más jóvenes van a probar sus primeras drogas y a sentir que todo es posible.
El Techno por el contrario sigue y seguirá aquí. No es un género de moda y nunca lo va a ser. Responde a las situaciones como un ente perfecto y se ocupa de lo que como sociedad no sabemos ocuparnos bien. Detroit lo sabe, Berlín lo sabe, Medellín lo sabe. El techno cambia Ciudades, voluntades, perspectivas y lo hace a través de la fuerza de su mensaje. Una locomotora a 350 km/h, una bala expansiva en el pecho. Es la adrenalina ,el peligro, pero también de mucho amor.
La discriminación no existe en el techno. El techno no tiene ego.
Rector: Esta fue la tercera vez que asistí al ADE y lo que más me impresionó fueron las producciones de los eventos. DVS1, el artista más importante del techno en la actualidad, ruso-de-San-Petersburgo-que-se-hizo-gringo-de-Minneapolis, cuyo nombre significa, el estado más puro de un diamante, propone que las fiestas tienen que ser una verdadera experiencia, tienen que marcar a la audiencia y esta a su vez tiene que exigir que las próximas experiencias sean de mayor calidad. Cada visita percibo avances en la calidad del sonido, los lugares son diseñados en base al sonido y a la iluminación no al revés como antes solía serlo. La audiencia cada vez es más madura y exigente. Cada vez hay una brecha más grande con lo escena prostituida y abandonada que se vive en el mainstream.
El mensaje que transmitió este año el ADE fue directo: respeto, inclusión y libertad.
El dancefloor tiene que dejar de ser un lugar hueco para convertirse en un lugar donde se hable de política y progreso. La música electrónica tiene que fijar una postura clara y directa contra la creciente radicalización de las políticas de ultraderecha en Europa y Estados Unidos. En las pistas de baile convergen millones de personas cada fin de semana, el público es multi- generacional y tiene que fijar una postura contra estas tendencias que están invadiendo de odio las calles y enfrentando día a día a gente que sin ninguna información, juzga y segrega a lo desconocido.
Clubes y festivales alrededor del mundo tienen que alzar la voz. Cada vez hay una distancia más grande entre la visión que proponen los políticos y lo que necesitan los jóvenes. No dudo que Naja Orashvili activista política a favor de los derechos de los jóvenes y las minorías georgianas, también fundadora del Club Bassiani, llegue a convertirse en una figura política importante fundando o siendo parte del primer partido de izquierda de este país de Europa del Este.