Somos el problema del narcotráfico en México

// Por: Staff

lun 30 julio, 2012

 

Problemas de drogas en México no lo es.

Problemas de drogas en México, eso es.

Es problema de Estados Unidos.

Y nuestra mirada hacia atrás es gran parte del mismo problema.

Nos sentamos y culpamos a México por contrabandear drogas en la frontera como si fuéramos inocentes en todo esto. Como si los diabólicos (y sí lo son) cárteles de drogas forzaran a los americanos con un arma en la cabeza a consumir drogas ilícitas.

(La proposición no es tan descabellada como suena. En 1842, Gran Bretaña forzó a China a aceptar la importación de opio y tomó la isla de Hong Kong para usarla como base de almacenamiento).

Condenamos a México por exportar drogas mientras ignoramos la dinámica a la inversa – estamos importando esas drogas. Somos nosotros, quienes traemos 20 toneladas de heroína, 110 toneladas de metanfetaminas, 330 toneladas de cocaína y literalmente toneladas infinitas de marihuana anualmente.

Los cárteles pueden acumular drogas de este lado de la frontera hasta que lleguen al océano de California y si no las usáramos, no importaría. Las drogas no tendrían valor, en lugar de ser un producto multibillonario en dólares que hemos creado.

México tiene todo el derecho de estar furioso.

Insistimos que el gobierno mexicano tomo medidas enérgicas contra los cárteles de drogas, y al mismo tiempo mantenemos al mercado consumidor de drogas más grande al otro lado de la frontera. Condenamos México por su corrupción mientras ignoramos lo podrido en nuestra propia cultura. Actuamos consternados por los niveles de violencia en México, sin reconocer nuestra propia parte de responsabilidad por perpetuar esta.

Sólo por el hecho de tener una perspectiva diferente, volteen el mapa al revés por un segundo. Solo para tener una mirada fresca, pongan a México en nuestro norte y consideren la situación.

Qué tal si tuviéramos criminales organizados altamente armados, ricos e inmensamente poderosos prosperando en los Estados Unidos — cárteles con poder combinado que estarían a la par del gobierno nacional. Supongamos que se sintieran insultados por las consecuencias que asesinarían a jefes policíacos, alcaldes y periodistas. Que fueran responsables por un promedio de diez mil muertes violentas y desapariciones al año. Que llevaran a cabo torturas espantosas e indescriptibles como venganza e intimidación. En las calles de Nueva York, Chicago y L.A.

Ahora digamos que México los financiara.

Por cerca de $35 billones de dólares anuales.

Sólo vayamos un poco más lejos y digamos que empresarios mexicanos suministran con las armas que usan para matar.

¿Hasta cuándo toleraría la situación EUA?

¿Meses? ¿semanas? ¿días?

¿Qué tal si los consumidores de drogas mexicanos financiaran, digamos, organizaciones terroristas dentro de los Estados Unidos? ¿en cuánto tiempo estarían los tanques?

Pues eso es exactamente lo que le hacemos a México. Nuestro dinero de drogas se va al sur (junto con nuestras armas), perpetuando el poder de los cárteles violentos, creando incalculable miseria y sufrimiento para la gente mexicana, desestabilizando su sociedad, gobierno y economía.

(Se estima que cerca de un 10% de la economía mexicana se construye con ganancias de drogas).

Al mismo tiempo, comprometemos más billones de dólares ($10 billones en 2011, el doble de lo que gastamos en tratamientos y prevención) a tratar de interceptar el tráfico de drogas, dinero que sólo eleva el precio y da mayores ganancias y poder a los cárteles que controlan el contrabando de hierba. Nosotros incrementamos la violencia en México, tanto al comprar la droga como al tratar de detenerla para que llegue.

Y después lo llamamos el “problema de drogas de México”.

Nosotros somos los problemas de drogas de México.