El más puro néctar de Soda Stereo, una retrospectiva a Canción Animal

// Por: Staff

vie 7 agosto, 2020

Por: Martinot Mellino

El legado de Soda Stereo en todo Latinoamérica puede notarse a partir de nombres propios: Adicta, Ases Falsos, Aterciopelados, Babasónicos, Café Tacvba, Diamante Eléctrico, Miranda!, Siddartha, Usted Señalemelo, Zoé y un largo e interminable etcétera. El trío -convertido en cuarteto con la determinante colaboración de Daniel Melero- dejó de lado su maquinaria de precisión pop y se enmarcó en la renovación sonora del pre-grunge y las guitarras ruidosas a lo Pixies. El disco definitivo en la carrera de Soda. 

El ascenso meteórico de Soda Stereo necesitaba un momento de silencio para descansar, tomar aire y volver a demostrar por qué era la banda más importante del rock latinoamericano. Hasta 1990, el trío había publicado un disco por año (Soda Stereo -1984, Nada Personal -1985, Signos -1986, el álbum en vivo Ruido Blanco -1987, y Doble Vida -1988). No hubo descanso. El lanzamiento de cada obra vino acompañado por una serie de conciertos y presentaciones que comenzaron a agotar a la banda. 

Una nueva etapa para el gigante argentino

Corría 1989 y la llegada de una nueva década estaba a la vuelta de la esquina. Y con ella, síntomas de cambios. Gustavo Cerati sentía la necesidad de que Soda Stereo se alejase de su característico sonido new wave y de las melodías ‘ochentosas’ que marcaron sus comienzos, y darle paso a una etapa más contundente y por supuesto, a los noventas. Era tiempo de reinventarse. Era tiempo de Canción Animal.

El quinto disco de Soda muestra la exploración de Cerati sobre la música de los 60’s y 70’s y recoge el feroz sonido de  los primeros álbumes de Pescado RabiosoColor Humano y Vox Dei. A esto le suman lo que el panorama internacional comenzaba a ofrecer: guitarras ruidosas. Bandas como Sonic Youth, Dinosaur Jr. y Pixies eran quienes por esos días marcaban la pauta del movimiento alternativo estadounidense y que anticipaban el estallido del grunge. Era el contexto perfecto para la renovación que Soda Stereo pretendía. 

 

La influencia del cuarto Soda

El proceso de grabación se llevó a cabo en Miami, en el famoso Criteria Studio. Al trabajo habitual de Gustavo, Zeta y Charly, se sumó Daniel Melero en la composición. El aporte -fundamental- del ex Los Encargados fue de tipo conceptual. Estuvo presente en la gestación de los temas y también en la grabación y mezcla, aportando ideas y opiniones que ampliaron el enfoque de Soda Stereo. Para Cerati, Melero funcionó como una especie de generador, que propuso climas creativos que le dieron mucho impulso al resultado de las canciones y del álbum en general.

El amplio conocimiento que Melero tenía del sonido madchester, movimiento que se estaba gestando en Gran Bretaña y que años más tarde impulsaría al britpop, puso a Canción Animal en perspectiva. “En este disco no volvemos a ningún lugar que hayamos hecho antes”, declaró Cerati previo al lanzamiento del disco. “No hay nada en concreto que vengamos arrastrando de otras épocas. Es un concepto nuevo, bien de los ‘90”

A partir de esta unión, el trabajo en conjunto de Cerati y Melero se convirtió en fundamental para el sonido argentino de los 90 (y por qué no, del actual). Canción Animal (Soda Stereo), Cámara (Melero) y Colores Santos (Cerati-Melero) conforman un triángulo de discos esenciales firmados por el dúo dinámico, que años más tarde apadrinó a las bandas del nuevo rock argentino: Babasónicos, Juana la Loca, Los Brujos, El Otro Yo, Peligrosos Gorriones y más.

Éxito Animal

La recepción por parte de la crítica fue excelente. La combinación del sonido alternativo emergente estadounidense con las raíces del rock argentino fue todo un éxito. Canción Animal fue alabado por expertos y en especial, por los seguidores de la banda, que agotaron cada show presentación de la ‘Gira Animal’, que los llevó por toda Argentina, Latinoamérica, Estados Unidos y España, y que tuvo un cierre con el concierto más multitudinario del rock argentino: actuaron en la emblemática Avenida 9 de Julio ante 250 mil espectadores.

El quinto álbum de Soda Stereo nos introdujo en una mixtura de influencias claras y notorias: trajo el sonido guitarrero que estuvo de moda, pero sin ser ruidoso. Fue easy-pop, pero no superficial. Contenía citas a la música que sus integrantes escucharon siempre, pero no en modo parodia o como una especie de renacimiento. Canción Animal miró hacia el futuro y renovó postulados en la carrera del trío.

A 30 años de su lanzamiento, Canción Animal no envejeció, sigue sonando fresco y como recomienda su sobre interno, ‘escúchalo a todo volumen, para mayor placer animal’.