De muchas formas, la división territorial entre países lleva consigo a un gran rango de diferencias que son concretas e imposibles de escapar. Físicamente, la frontera es un espacio que lo da a notar con una reja tan larga que es imposible ver su fin, miles de soldados volteando a ambos lados, fungiendo como guaridas que no permiten el intercambio entre ambos mundos.
Por otro lado, sin importar lo larga que sea la reja, esa línea entre ambos países pasa a fungir un enriquecimiento espiritual y un intercambio cultural, que tampoco es imposibilitado por la barrera del lenguaje o ideológica. La frontera es una amalgama en donde se convive un diálogo que nunca fue solicitado, en donde las personas comparten comida, cine y música.
Hoy en día, con todos los problemas que ha traído la ideología del Presidente Donald J. Trump, la frontera se ha convertido una vez más en el centro de atención de todo el mundo, el cual se ha dejado seducir nuevamente por el significado que la rodea. Un lugar en donde las leyes se hacen visibles con la constante presencia militar, pero que además funge como un espacio de transgresión cultural llena de ambigüedades.
La música no ha escapado de esta noción, por lo cual docenas de músicos han escrito canciones respecto al espacio.
La agrupación formada a principios de los años 90 en la ciudad de Zapata, Texas, es una de las bandas más populares de tex-mex gracias a su habilidad para retomar elementos musicales de la música típica de ambas culturas para combinarlas dentro de sus canciones.
Su distintivo deriva del combinar elementos del norteño y la música ranchera, como el uso protagónico de armonías a acordeón y trompetas, además del country o el blues. Todo alrededor de melodías pegajosas distintivas de las baladas románticas.
Los originarios de Tucson, Arizona, en los Estados Unidos, encontraron en la fusión de ritmos la fórmula para entregar un sonido único, el cual contiene elementos de jazz, cumbia, country, mariachi, norteño y hasta post-rock. En un esfuerzo por explicarlo, algunos han bautizado como desert noir.
Su impresionante discografía sea uno de los referentes a la hora de entender la cultura fronteriza como un fenómeno social. Su más reciente álbum Edge Of The Sun (2015) lo prueba con colaboraciones de músicos estadounidenses como Neko Case, Iron & Wine y Band Of Horses junto a mexicanos como Carla Morrison, o guatemaltecos, como Gaby Moreno.
La biculturalidad definida dentro de las letras del mayor representante de la música tex-mex, convirtieron a El Flaco Jiménez en una de las figuras más queridas de ambos lados de la frontera. Sus relatos respecto a la vida en el otro y este lado son historias descriptivas, llenas de la dualidad del espacio en el que conviven.
Su gran talento como cuentista, además de su prodigiosa habilidad para tocar el acordeón, se ve mejor representada en ‘Te Dejo en San Antonio’. Una pieza que le otorgó un Grammy en el cual habla respecto a una chica a quien ayudó a cruzar la frontera por amor.
El actor y humorista Eulalio González nació en 1921 dentro de Las Herreras, Nuevo León, para convertirse en uno de los creativos mexicanos más exitosos involucrados dentro de la industria de la música y cultura regional. Sus películas, algunas de ellas dirigidas, escritas, protagonizadas y producidas por él mismo, le dieron proyección internacional y el apodo de “El Piporro” gracias a su papel en el drama Martín Corona, junto a Pedro Infante.
Su papel en la música, por otro lado, nos muestra a uno de los artistas más creativos que lograron combinar ambas culturas en canciones repletas de cambios armónicos interesantes que aun hoy en día parecen golpes impensables, pero brillantes. El éxito ‘Natalio Reyes Colas’ se divide en dos partes: una típica de norteño y otra que carga con todos los elementos del rockabilly más clásico.
Una de las canciones mexicanas más reconocidas en todo el mundo nació como un jarocho veracruzano a principios del siglo pasado, siendo interpretada de forma clásica con dos arpas jarochas y una jarana. Sin embargo, la pieza resultó ser tan pegajosa que pronto varias agrupaciones de mariachi empezaron a tergiversarla hacia su género.
Su popularidad llegó hasta la frontera, en donde el cantautor chicano Ritchie Valens la grabó haciendo uso de su guitarra eléctrica, agregándole elementos típicos del rock clásico. Esta versión llegó después al mainstream norteamericano e inglés gracias al cover de Los Lobos de 1987, la cual llegó al número 1 de éxitos en ambos países, uniendo la cultura hispanohablante con la anglo.
Apodado como El Rey del Acordeón, este compositor nacido en 1945 dentro de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se convirtió en uno de los mayores íconos de la música popular. Además, es la mayor influencia musical del grupo Intocable, derramando su sonido por toda la frontera norte del país.
En la canción ‘Ya No Llores’, el famoso compositor le canta a una mujer que descubre que su marido la ha abandonado para tratar de brincar la frontera. Él le da consejos para dejar de llorar.
Dentro del noveno álbum de estudio de la máxima referencia de la música country, Johnny Cash no solo permite que su alto rango de influencias estadounidenses entre a sus canciones, dentro de las cuales se encuentra el rockabilly, el blues y el folk En esta ocasión, El Hombre de Negro también se dejó seducir por las historias de la frontera.
En ‘Cocaine Blues’, séptima canción del álbum Now, There Was A Song! (1960), el cantautor relata un viaje largo a través de la frontera, describiendo los paisajes que iluminan a ambos países. Esta es una re-interpretación de la canción del mismo nombre de T.J. Arnall, una pieza típica de 1947.
Este super-grupo de iconos tejanos se convirtió en un referente de la música texmex gracias a su fusión de rock y country con norteño. Ellos se formaron en 1989 y sus integrantes desarrollaron exitosas carreras como solistas, entre los cuales se encuentran el Flaco Jiménez, Augie Meyers, Louie Ortega y Shawn Sahm.
Su combinación de guitarras eléctricas con acordeón no llega a escucharse mejor que en ‘She Never Spoke Spanish To Me’, en donde relatan su historia de amor con una chica estadounidense que no llegó a concretarse gracias a las diferencias culturales, puesto que ella nunca pudo hablarle en español.
Abundan las ciudades, cruces fronterizos y localidades aledañas a esta frontera. Este septiembre, regresa por cuarto año consecutivo el Guadalupe Valley Wine, Food & Music Festival, un evento en donde se enaltecen las riquezas naturales, culturales y gastronómicas de una de las regiones más hermosas del estado de Baja California, el Valle de Guadalupe, el corazón de Ensenada. Explora la vida fronteriza este Septiembre 14. Boletos disponibles aquí.