En el 2008 la directora inglesa Phyllida Lloyd, estrenó su versión cinematográfica del aclamado musical de Broadway Mamma Mia, creado por Catherine Johnson. Una película que estuvo nominada al Globo de Oro como Mejor Musical y a varios premios BAFTA ese mismo año. La historia se desarrollaba en las coloridas Islas Griegas y narraba el plan de Sophie de descubrir a su verdadero padre antes de casarse. El problema era que su madre Donna, interpretada por la grandiosa Meryl Streep, no estaba enterada de ello y le tocó revivir amores del pasado que había intentado ocultar por años. Todo esto aderezado con un espectacular soundtrack, basado en las canciones de ABBA y un elenco fastuoso.
Mamma Mía 2 llega diez años después como una interesante propuesta musical que rinde honor a la gran adaptación fílmica hecha en la primera, funcionando como precuela y como secuela.
Un año después de la muerte de Donna, su hija Sophie, interpretada por Amanda Seyfried, prepara la apertura del hotel que fue el sueño de su madre, con la ayuda de Fernando Cienfuegos, el gerente interpretado por Andy García y su esposo Sky. La narración del evento se entremezcla con flashbacks de la vida de Donna, llegando a la isla recién graduada de la universidad, enamoradiza e ilusionada por conocer el mundo; y los conflictos de Sophie, incluyendo sus problemas maritales, la ausencia de sus dos padres, el duelo de haber perdido a su madre, y la presión por crear un evento de inauguración perfecto.
El director y escritor Ol Parker supo entretejer las tramas muy cuidadosamente para contar ambas historias de forma fresca y acertada, sin caer en manipulaciones emocionales ni estereotipos en los personajes.
El elenco vuelve a llenarse de grandes y atractivos nombres, las inseparables amigas de Donna (Las Dynamos) que son interpretadas por Julie Walters y Christine Baranski, quienes tienen los mejores diálogos en la película; los padres de Sophie, el nominado al Oscar Colin Firth, Pierce Brosnan y Stellan Skarsgard ,y la icónica Cher interpretando a la abuela ausente y superficial. Acompaña también un elenco novicio, que interpreta las versiones jóvenes de todos los personajes donde Lily James destaca con la versión ligera y encantadora de la protagonista. La química entre todos los actores es única y se refleja en un musical entrañable que utiliza las mismas canciones de ABBA de su predecesora.
A pesar de que no se compara con la versión del 2008, esta película es una gran oferta de entretenimiento que resalta los lazos familiares profundos, exalta la nostalgia y las historias románticas que funcionan en la fórmula ya conocida. La bellísima fotografía del nominado al Oscar Robert D. Yeoman, quien ya ha sido responsable de joyas como The Grand Budapest Hotel (2016) de Wes Anderson, es uno de los grandes atractivos aunado a un hermoso diseño de producción y una música inigualable. Con un conjunto de coreografías pegajosas y divertidos diálogos, Mamma Mía cumple y es una gran oferta de entretenimiento familiar.