Reseña: Widows, la primera película escrita por Gillian Flynn encuentra el lado obscuro del feminismo

// Por: Staff

vie 30 noviembre, 2018

Por: Kika Jurado/ @kikajurado

El director ganador del Oscar, Steve McQueen se ha caracterizado por hacer énfasis en las intenciones emocionales de los personajes en sus cintas. Sus historias construyen de forma abrumadora una explosión interesante que conjuga situaciones de gran dramatismo con la psicología de personajes complejos. Shame (2010) y 12 Years A Slave (2013) pusieron al director en el ojo de la crítica internacional después de arrasar en el circuito de Festivales de Cine más importantes del mundo.

La premisa de Widows (2018), su más reciente película, es bastante peculiar. Un grupo de delincuentes es asesinado mientras comete un asalto dejando a sus viudas con las deudas y consecuencias de sus crímenes. La historia basada en la serie de televisión del mismo nombre escrita por Linda La Plante tiene un acierto genial y se debe al brillante guion escrito por la famosa novelista de thrillers como Gone Girl y Sharp Objects, Gillian Flynn.

Una historia de corrupción

La narrativa se basa en una historia donde la corrupción política, la iglesia, los poderosos y el ghetto comulgan para cobrar el dinero robado por el famoso criminal Harry Rowlings, interpretado por Liam Neeson, pero al verse atados de manos por su muerte y la de su grupo delictivo, deciden recuperarlo amenazando a su viuda Verónica, una Viola Davis extraordinaria que seguramente tendrá una nominación al Oscar por su interpretación. El núcleo de la historia se desarrolla entre el duelo desgarrador de Verónica por la pérdida de su esposo y el miedo e incertidumbre causada por las amenazas constantes. Gracias a una libreta con los datos del último golpe millonario de Harry, el personaje evoluciona en un arco dramático interesantísimo donde sus motivaciones cambian drásticamente.

La película tiene grandiosos momentos que están envueltos en diversas subtramas y personajes que son indispensables para el entendimiento de la historia; este laberinto de pistas y personalidades distribuidas en sus diferentes actos,  se mantiene fluido gracias a la grandiosa edición del nominado al Oscar Joe Walker quién ya había trabajado con el director en 12 Years A Slave.

También importante mencionar la intención de mostrar la historia de un grupo de mujeres fuertes, que si bien son víctimas de las circunstancias, deciden hacerle frente a su destino con gran determinación, además de retratar brutalmente a una sociedad empapada de corrupción con una inequidad absoluta, gobernada por racistas y regulada por bandas criminales sin intención de reivindicarse.  

Obscura, pero artística

La cinta acierta en su narrativa con una elegante fotografía llena de tomas ingeniosas y creativas de Sean Bobbit y la música repleta de tensión y melancolismo del ya consagrado Hans Zimmer y suma una joya más a la corta filmografía del director que se ha ganado un lugar importante en el cine contemporáneo americano gracias a su estilo narrativo y su enorme sensibilidad artística.

La película tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto este año y cuenta con un gran ensamble actoral impresionante cómo Robert Duvall, Collin Farrel, Michelle Rodriguez Jacki Weaver y Daniel Kaluuya.