La tragicomedia sucedida en la Inglaterra del Siglo XVIII bajo el ojo del aclamado director Yorgos Lanthimos, sigue la línea narrativa del imaginario al que el realizador nos tiene acostumbrados. The Lobster (2015), The Killing of a Sacred Deer (2017) y Dogtooth (2009) fueron indispensables para forjar el estilo estético y psicológico de su más reciente obra. The Favourite es una película llena de genialidad que complementa lo absurdo y cínico de sus actos con impecables actuaciones producto de una dirección magistral.
La historia escrita por Deborah Davis y Tony McNamara está basada en la historia de la Reina Ana, la última Monarca de Stuart en ocupar el trono británico quién dejó a Abigail Hill, una simple camarera, a cargo del Monedero Privado de la Corona, gastando la fortuna de una de las consejeras más cercanas de la reina, Sarah Churchill. Lanthimos, fascinado por la historia, recrea un montaje humorístico y trágico donde la reina es caricaturizada por la gran Olivia Colman, una mujer enferma, distraída, emocionalmente inestable, imposibilitada para apoya
tomar decisiones inteligentes que recae completamente en el consejo de Lady Sarah, interpretada por Rachel Weisz, una nacionalista capaz de manipular a quién sea para hacer su voluntad. Un día, Abigail, actuada por la impresionante Emma Stone, llega a pedir trabajo al castillo comenzando una revolución emocional y territorial al interior.
Lo más resaltable de la película es sin duda las espectaculares actuaciones; Emma Stone aparece como nunca antes en un papel con un arco dramático sorprendente, la capacidad histriónica de la actriz es admirable. Olivia Colman trabajó arduamente para construir un personaje pasado de peso, voluble e inseguro que no deja de tener un peculiar encanto a pesar de las circunstancias y Rachel Weisz imponente y sorprendentemente graciosa en los momentos cargados de humor negro. Las tres actrices están nominadas al Oscar por sus interpretaciones.
Cada detalle de la historia reafirma la falta de decoro por parte de Lanthimos para exagerar el drama en cada escena, apoyado seguramente de los grandes dramaturgos griegos. Los personajes usan pelucas enormes, maquillaje grotesco y se sustentan de fuertes connotaciones banales como las carreras de patos y las luchas con frutas a personajes desnudos. La intención es ver, sentir y absorber el ambiente de rumores, envidia, celos, traición, codicia y ambición maquiavélica.
La cinematografía del nominado al Oscar Robbie Ryan conjuga la poderosa visión de Yorgos Lanthimos para provocar dinamismo con los movimientos de cámara a través de los corredores del castillo y las escaleras apoyados únicamente con luz natural y ángulos coreografiados por diferentes lentes. Las tomas que resaltan la claustrofobia del personaje principal y los desvanecimientos de cámara, son elementos grandiosos que fusionan la narrativa contada en capítulos con títulos ingeniosos.
Es importante resaltar que la cinta cuenta con 10 nominaciones a los Premios de la Academia al igual que ROMA de Alfonso Cuarón, y probablemente sea la que pueda arrebatarle la preciada estatuilla al director mexicano el próximo 24 de febrero.