Música que te ayudará a sumergirte en el mundo de este libro:
Por: Sergio Díaz
Rodríguez Barrón, D. (2014). La soledad de los animales. La cifra. México. 110 pp.
Daniel Rodríguez Barrón (Ciudad de México, 1970) debutó en la narrativa novelística con La soledad de los animales. Ha Incursionado en el terreno del cuento con su libro Incidentes y con su más reciente publicación Los mataderos de la noche del 2015. La soledad de los animales fue considerado como uno de los mejores libros del 2014 por críticos del periódico Reforma.
Cuando se tiene la fortuna de toparse con La soledad de los animales no se esperaría que la fragilidad de la presentación del libro; pasta delgada casi de papel y poco más de 100 páginas, alberguen una obra que describe la violencia, en una proporción que podría describirse como monumental sin miedo a exagerar, que rodea a los grupos radicales de rescate animal en los papeles tanto de perpetrados como de perpetradores.
La historia se desenvuelve con la lucha de los protagonistas por contrarrestar el abuso que sufren los animales en la actividad industrial. En estas páginas seremos testigos de una resistencia que, obligada por la falta de atención mediática, incrementará progresivamente su nivel de violencia hasta tocar el principal dilema ético que el autor quiere plantear: ¿Qué tan humanos somos realmente al atentar contra el propio ser humano abanderados bajo la lucha en pro de los derechos animales? ¿Somos capaces de proporcionarle seguridad a otras especies al no poder garantizar la paz entre nosotros?
Los protagonistas Felipe, un periodista fracasado; Laura, defensora de animales con tendencias radicales junto con su compañero Pablo, adolescente straight edge traumado por vivencias pasadas; y Nínive, una niña enigmática cuya infancia se ha visto afectada por el accionar de quienes la rodean; serán los encargados de darle vida a esta historia que retoma la realidad actual del país y expone en trasfondo temas como el anarquismo, grupos de contracultura, lucha contra el capitalismo y ambientalismo.
En el libro encontraremos una lectura que se facilita gracias a la poca cantidad de personajes presentados, los conflictos bien planteados que giran alrededor de un único tema, una extensión que raya en la novela corta y un lenguaje directo, no vulgar, carente de metáforas pero sustentado en una fuerza de discurso que difícilmente concederá al lector un descanso entre páginas. La lectura es sencilla pero demandante debido a que las figuras de abuso y violencia se mantienen perenes, y la descripción de la Ciudad de México desde una perspectiva que se ha mantenido en el underground, obligarán al lector a cuestionarse la adquisición de productos que utiliza cotidianamente y a voltear a ver una realidad escondida en las calles más recónditas de la gran urbe.