Estrenada el pasado cuatro de mayo, Diablo Guardián (2018) se convirtió en la primera serie producida en México para el sistema de streaming de Amazon Prime.
La serie es una adaptación al libro homónimo escrito por Xavier Velasco, una novela que narra la historia de Violetta, una chica que decide robar miles de dólares a sus padres y cruzar la frontera hacía Nueva York, Estados Unidos, en un intento por encontrarse a sí misma y dejar de ser alguien que no es, una persona formada a partir de la visión de sus padres.
Si hay una novela mexicana que merecía una adaptación de primer nivel, esa es Diablo Guardián. Cúspide de la generación crack de literatura, con esta historia, Velasco logró crear una atmósfera densa, repleta de un duro lenguaje coloquial que agrega fuerza al intenso ritmo de las escenas. La forma, lejos de las inhibiciones, con la cual los personajes hablan y son descritos hizo que esta novela fuera 100% natural, realista.
Esta serie no calca por completo este tono, puesto que Amazon le dio un enfoque más familiar al audiovisual. Sin embargo, lo que no tiene de riqueza en sus letras, lo tiene en sus actuaciones.
Paulina Gaitán entrega la misma fuerza a su personaje que la que tiene en el libro, algo complicado de hacer. Ella logra mostrar el lado más salvaje de Violetta sin groserías de por medio, su lenguaje corporal seduce con la naturaleza compulsiva de su personaje, enfermo de pretensiones de poder. Su sed se muestra dentro de sus ojos y logra hipnotizar en cada cuadro al espectador.
Por otro lado, la historia se mantiene casi intacta, en una muestra del respecto que los directores y guionistas tienen por el relato original de Velasco, el cual logró ganar el Premio Alfaguara de novela en el 2003. La historia sigue llevando por los complicados caminos que las decisiones equivocadas llevan a Violetta, de la prostitución, a la violencia y al uso de drogas; todo se siente representado de la forma más cruda posible dentro de la pantalla.
La serie termina siendo bastante adictiva mientras más nos introduce al relato, dentro de las zonas y relaciones aun más crudas en las cuales se ve inmiscuida Violetta dentro de su búsqueda de poder. Ella se va encontrando con algunos personajes que son bastante carismáticos, como Pig (Adrián Ladrón), Nefastófeles (Andrés Almeida) y “el Gallego” (Pedro Alonso). Todos ellos se unen a la vida de Violetta, confortándose a sus propios dramas y encontrando el significado de sus vidas, en conjunto.