Cuando Ryan Coogler inició el proyecto que trajo de vuelta a Sylvester Stallone como Rocky Balboa en el 2015, nadie imaginó el éxito que tendría en el box office y la crítica internacional. Creed (2015), protagonizada por la joven promesa Michael B. Jordan, fue una grandiosa cinta que pautó un nuevo capítulo de la saga a través de un emotivo retrato que une a un par de personajes unidos por el legado.
Lo interesante de la película es que aunque está cimentada en las historias de la franquicia de Rocky, tiene un espíritu narrativo independiente que se caracterizó por profundizar en las motivaciones dramáticas de sus protagonistas. La psicología de los personajes nos mostró el lado más humano de Adonis Johnson, hijo de Apollo Creed, y el temple del mítico boxeador conjugando épicos enfrentamientos en el ring. Además, la película puso en el ojo de la crítica a Coogler como un director innovador y Stallone ganó el Oscar a Mejor Actor de Reparto.
Este año, la nueva saga continúa, ahora dirigida por Steven Caple Jr., y retoma la historia de éxito de Adonis a través de un resumen hecho por Michael B. Jordan al inicio de la cinta para recordar al espectador todos los elementos tomados de la saga de Rocky y su antecesora. El padre de Adonis, Apollo Creed, muere en una pelea contra Ivan Drago interpretado por Dolph Lundgren quién a su vez pierde su último enfrentamiento boxístico contra Rocky Balboa. Iván pierde todo y años después busca venganza contra Rocky a través de su hijo Viktor Drago y reta a una pelea a Adonis provocándolo emocionalmente. Balboa se niega pero Adonis necesita confrontar al asesino de su padre cayendo en un torbellino emocional provocada por la tragedia, el abandono y su familia recién formada.
La película juega con sus elementos de una forma ingeniosa que atrapa de inmediato logrando una ola de sensaciones propias de una batalla épica. El fotógrafo Kramer Morgenthau utiliza movimientos de cámara excepcionales como close-ups y planos cerrados para intensificar la experiencia de lo que ve un boxeador trepado en el ring. La música nuevamente emula las anteriores peleas dramáticas de una manera manipuladora pero permisiva. Un par de licencias que se necesitan para lograr mantener el ritmo de las mismas que son el aderezo ideal para esta película.
Narrativamente Adonis, tiene motivaciones poco claras del por qué pelear, incluso absurdas e injustificables por lo que la trama es poco creíble y se siente forzada para encajar en su premisa. Aún así, la riqueza de la historia como franquicia, la dirección y las actuaciones, vuelven a esta segunda parte una experiencia inmersiva al ir al reencuentro de personajes que nos son familiares y que incluso se perciben con nostalgia y cariño.
Creed II será la última cinta de Sylvester Stallone como Rocky Balboa, el actor compartió un emotivo video en su Instagram pasando la batuta a Michael B. Jordan para continuar la saga y aunque la cinta no aporta nada nuevo a los dramas deportivos y pasa bastante promedio con respecto a su antecesora, es sumamente entretenida y contiene grandes momentos de acción, humor y nostalgia que resaltan los lazos familiares, afectivos y entrañables.