Esta noche se llevó a cabo uno de los shows de Medio Tiempo más importantes en la historia del Super Bowl, sin duda el de mayor carga política. Un espectáculo financiado directamente del bolsillo del productor Dr. Dre que, en papel, solo iba a ser un homenaje a las figuras más relevantes de la cultura hip-hop del west-coast, una de las mecas de la música rap, con la participación de Kendrick Lamar, Snoop Dogg, Mary J Blidge y 50 Cent, además del rapero de Detroit, Eminem. Sin embargo, el escenario tomó una mayor importancia al iniciar el día, cuando se empezó a filtrar información con respecto a lo que la NFL quería detener del show previsto.
De acuerdo a su vocero, la liga quería “evitar un momento de división cultural”, ante los reportes de que sus organizadores querían censurar lo planeado por el rapero Eminem, quien se decidió a arrodillarse en señal de apoyo al movimiento #BlackLivesMatter y al ex-futbolista y activista por los derechos de la comunidad afroamericana Colin Kaepernick. Además, querían evitar que Dr. Dre rapeara las líneas “sigo sin querer a la policía” de su hit ‘Still D.R.E’.
Al final, ambos gestos ocurrieron en vivo durante la transmisión internacional. El gesto de Eminem, en especial, se convirtió en un momento que es inmediatamente histórico debido a sus diversas connotaciones.
Colin Kaepernick es un jugador de fútbol que se desempeñó durante años como mariscal de campo de los San Francisco 49ers que fue bloqueado de la NFL en el 2016 tras arrodillarse durante el himno nacional como signo de protesta ante el racismo institucional y la brutalidad policiaca que infundió inseguridad dentro de la comunidad afroamericana.
Su gestó fue dirigido a la administración del Presidente Donald J. Trump y le costó la posibilidad de seguir jugando en la liga más importante del futbol americano, puesto que la NFL decidió expulsarlo, pero a la vez lo convirtió en una figura importante para el movimiento antirracista de los Estados Unidos.
“No me voy a poner de pie para mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color. Para mí esto es más grande que el fútbol y sería egoísta por mi parte mirar hacia a otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente que se sale con la suya. No busco aprobación. Tengo que levantarme por los oprimidos. Si me quitan el fútbol, si me quitan los patrocinadores, sé que me pongo en pie por lo que es correcto”, declaró el quaterback en su momento.
Pocos años después, el movimiento estalló dentro de su país tras el asesinato de George Floyd.
Desde el anuncio del show de Medio Tiempo, llamó la atención que se considerara a Mashall Matters (nombre real del artista) como parte de su line-up por diversas cuestiones.
Primero porque, aunque es parte de la cultura del west-coast hip-hop debido a su larga trayectoria en colaboración con Dr. Dre, en realidad es un rapero cuya base se encuentra en Detroit. La segunda es debido a que se consideró desde su anuncio que esta sería una oportunidad para que la NFL se sacudiera su estigma de -racista-, tras la expulsión de Kaepernick, con ayuda de la celebración de un género musical afroamericano, repleto de estrellas que pertenecen a la comunidad, y tener a un rapero de tez blanca suponía quitar reflectores.
Sin embargo, la presentación de EMINEM no hizo más que reforzar la fuerza de la protesta afroamericana. Su gesto tiene un mayor significado al obtenido si lo hubiera realizado cualquiera de sus colegas debido a cuestiones raciales más que evidentes, sobretodo en el detalle de cubrir su rostro por completo con su sudadera negra, puesto que el gesto obtuvo no solo el contexto de protesta inherente al BLM, sino que también se transforma en un símbolo de la vergüenza que debe sentir el grupo opresor para con la comunidad afro.
Al arrodillarse justo a un lado de Dr. Dre, también obtiene una dimensión interesante dentro de la propia carrera de EMINEM y la historia de la música pop al ser un artista que ha tenido que confrontar día y noche a la narrativa que dicta que por su raza es un “abusador de una cultura que no le corresponde”. Fue su oportunidad de dar la cara por la comunidad que lo acogió.
Hay que recordar que en cuestiones de raza, normalmente se señala a Marshall de tener un papel similar a Elvis o The Beatles al -blanquear- un movimiento artístico de origen afroamericano. Bajo este contexto, no son sus compañeros quienes deben arrodillarse, es él.
Además de esto, rompió por completo con la representación ingenua y apolítica que la NFL tenía pensado presentar. El arrodillamiento de EMINEM no es solo una muestra de apoyo al movimiento anti-racial, también es una cachetada directa a la liga que, en su momento, le dio la espalda al #BlackLivesMatter. Una crítica al racismo dentro de la propia NFL.