Por Cristina Orozco
Hay una expresión en inglés muy común que me viene a la mente cada vez que hay un absurdo reclamo de Trump contra el gobierno mexicano. La expresión es: “see eye to eye”. Por ejemplo, “Mexico and United Estates don’t see eye to eye in many things”, es decir, que entre el gobierno de Donald Trump y el de México no se ve que estén de acuerdo en muchas cosas.
La semana pasada, un Tweet de Donald Trump, despertó la reacción del gobierno mexicano. Surgió de su afán de cumplir con su principal promesa de campaña. ¡Que México pague el muro! no encuentra el modo que el Capitolio le otorgue recursos para eso y, tampoco le permiten que utilice los recursos del fondo anual del Pentágono, se alarmó por su ignorancia sobre el origen y significado de la Caravana Nacional de los Migrantes, lo que finalmente desató su Tweet de proteger la frontera sacando a la guardia nacional y con esto despertó el coraje del gobierno mexicano que no deja de ponerse de tapete ante sus necedades.
Trump imaginó que una marabunta de migrantes latinoamericanos iba a cruzar la frontera como un sunami. El Senado aconsejó al Presidente Peña Nieto a que respondiera a una provocación que no tenía la menor relevancia. La frontera estadounidense es de los estadounidenses y si desean protegerla con un muro, con nopales, huizaches, alambreado, una barda con vidrios u hombres de su ejército tostados en el árido desierto; es su frontera. No es el primer presidente que lo hace. Y, como esta administración va de salida y tiene tantos cabos sueltos, principalmente, por el atracón que se dieron 21 gobernadores en el sexenio, la corrupción, la impunidad, la debilidad de las instituciones, que sin fiscales ni hombres de justicia y, en medio de campañas electorales, que no levantan polvo, pretenden operar. Y, van por más…
Trump hizo caso omiso al elocuente discurso de Peña Nieto. Simplemente, declinó asistir a la Cumbre Latinoamericana en Perú, aludiendo que tenía una situación con China de mayor importancia. Sin embargo, volvió al tema contra México, como que le damos ñañaras… Ahora, ofrece una recompensa de 20 millones de dólares –similar a la recompensa que ofrecían por Bin Laden– para quien entregué a Rafael Caro Quintero, narcotraficante que estuvo 28 años preso, según notas periodísticas es el nuevo jefe del cartel de Sinaloa, en un abrir y cerrar de ojos lo dejaron libre. Trump lo quiere extraditar por el asesinato de dos ex miembros de la DEA.
Trump, nos recordó que si no podemos resolver el tema de los narcotraficantes que lo dejemos entrar con su gente y en una semana nos solucionan el problema. Esta será la nueva de Trump, un jalón de pelos más de su parte, presionar a México, pues no ve eye to eye en muchas cosas, entre ellas el tema de los migrantes, el tratado del libre comercio, el muro y, ahora, también quiere tener injerencia con nuestros capos. Cree que México es el único país que le manda droga.
Lo cierto es que los mexicanos no vemos eye to eye con el gobierno que ya se va ni con las instituciones que son obedientes al mandato del Ejecutivo. Jaime Rodríguez, el Bronco, sube a la boleta electoral, va de porro del PRI. Nuestro asunto electoral ya empieza a oler feo.