Menino Bulle es una agrupación formada en el 2014 por Homero Ortega y Enrique Zarza, que en compañía de Rodrigo Ortega, Bernardo Huerta y Damir Ortega, ha logrado desarrollar una propuesta de pop alternativo que juega con bases influenciadas en la electrónica bailable del techno y en la sensualidad trip-hop.
Su EP titulado EVA (2016) le dio la oportunidad de jugar bajo las reglas de la industria independiente del centro del país, abriéndose paso con docenas de conciertos, fundiendo una fanbase bien establecida y conociendo a fuertes aliados que creen en su propuesta.
Con cuatro años de experiencia dentro de la industria, Menino Bulle tiene mucho que decir respecto a lo que ha aprendido y rescatado de cada una de sus etapas, mismas que lo han formado en lo que es ahora: una banda con más hambre por la experimentación a través de fusiones sonoras interesantes.
Hablar de la escena independiente es un acto meramente de subjetividad. Pasa como cuando viajas a un país y regresas asegurando que ese lugar es de tal o cual forma basado en tu experiencia. En Menino Bulle somos una banda que ha trabajado por darse un lugar en en esta escena de subjetividades, y por lo mismo es fácil perderse.
Enfocamos energías en tocar los más posible desde nuestro paso por la agencia HUMO, pues para nosotros los shows en vivo son fundamentales ya que nos permiten reversionar nuestros temas, sumarles arreglos y mostrarnos como realmente somos ante el público.
Fue por ello que por un año y medio no paramos de tocar, pasando del venue más under al más trendy a lado de bandas emergentes, como nosotros, hasta abrirle shows a Camilo VII y The Guadaloops, incluso lograr producir nuestros propios shows con 300 personas, como fue el del Mooi Collective para presentar nuestro disco debut Danza en el Agua.
Este rush nos dejó una grata primer etapa como banda, nuevos amigos, nuevos aliados y, sobre todo, nuevos fans. Pero esa misma inmersión en la escena nos tuvo que poner un alto drástico para replantear nuestras elecciones y decisiones.
Hace unos meses, minutos antes de nuestra presentación en un festival de la ciudad de Puebla, la intensa lluvia y precaria organización provocaron que la estructura principal del escenario se viniera abajo, cayendo parte de él sobre el staff, músicos y personal que se encontraba en ese momento cerca del stage, sin mencionar que por nada nos cae encima a nosotros. Una chica de la producción resultó seriamente lastimada y esta desafortunada experiencia nos paró en seco.
Descubrimos que mucho terreno de la escena indie no está profesionalizada y nos abrió los ojos; entendiendo con ello un básico de esta industria: La escena independiente está para que tomes el control de ella, no para que ella tome el control de ti.
A raíz llegaron constantes cambios y aprendizajes para la banda en cuanto a prioridades y nuevos enfoques; hemos descubierto el gusto por experimentar y aprender nuevas técnicas creativas para adaptarlas a nuestra música. La estrategia, el estudio y la práctica se han vuelto hábito para nosotros en todo el trabajo que hemos liberado este 2018.
Además, haber conocido, trabajado y entablado una amistad con nuestros productores Sacha Triujeque, Erick Urbina, la familia Soga Recordings, Avocate Music & Film y Fermín Sánchez de The Guadaloops, nos ha generado un eterno amor hacia el profesionalismo.
‘Uno’ y ‘Volaremos Lento’ son los dos primeros sencillos que han dejado ver lo que vendrá para el Lado B de nuestro primer LP. Aún faltan cinco temas por lanzar que completan el ciclo, dos de ellos son 100% electrónicos e instrumentales, y nuevos shows, mejor elegidos y planeados sin duda, algo que teníamos muchas ganas de hacer y que afortunadamente la autogestión nos lo permite.
– Menino Bulle