//Por: Carolina Barragán
Inaugurada en 1973 y diseñada por el arquitecto danés Jørn Utzon, la Ópera de Sidney es una de las obras arquitectónicas más importantes del siglo XX. Su edificio es todo un compendio de múltiples corrientes creativas e innovadoras, tanto en lo que respecta a sus formas arquitectónicas como en lo referente a su diseño estructural. Asentada en un paisaje marítimo excepcional, al extremo de una península prominente que se adentra en el puerto de Sidney, esta grandiosa escultura ha ejercido una influencia perdurable en la historia de la arquitectura.
En 1959 iniciaba Jørn Utzon la construcción de su controvertido edificio de la “Opera House” de Sidney, en Bennelong Point, en la idea que el mismo arquitecto definía como “de gajos de naranja”. Los extraordinarios y complejos problemas de ingeniería a los que tuvo que hacer frente Utzon provocaron el retraso en la realización del proyecto, mismo que el ingeniero había asegurado finalizar en tres años y con un coste de 3 millones de dólares australianos, para que al final la realidad terminara siendo otra. El edificio se concluyó en 15 años y con un coste de 102 millones de dólares.
El edificio se estructura bajo una serie de cascos marinos y alberga varios complejos teatrales, todos ellos organizados sobre ejes de centralidad y axialidad. Cuenta con más de mil salas, la mayoría de ellas dedicadas a estudios de música, con una capacidad para más de 5 mil personas cómodamente sentadas.
La construcción consta de dos elementos claramente diferenciados, una base maciza y sobre ella, una cubierta de aspecto ligero. La primera es, de hecho, el edificio propiamente dicho y distribuye todos los espacios de servicio: camerinos, salas de ensayo, almacenes, oficinas y biblioteca. Está concebido como un zócalo para la cubierta superior, pero también se ha interpretado como una gran meseta elevada sobre la que se “sirve” el espectáculo, y su plano superior, completamente horizontal, sólo se rompe para conformar las gradas del público de las dos salas –una para ópera y otra para conciertos- y para permitir el acceso puntual desde debajo por escaleras.
La cubierta, consiste en una serie de conchas triangulares apoyadas en un vértice y abiertas hacia arriba como retando a la estabilidad. Estas conchas cubren los tres espacios de concurrencia pública: el teatro de ópera, el auditorio para conciertos y el restaurante. Cada una de las salas se cubre con cuatro parejas de valvas y el restaurante con dos parejas.
La casa de la ópera de Sydney contiene cinco teatros, cinco estudios de ensayos, dos salas principales, cuatro restaurantes, seis bares y numerosas tiendas de recuerdos.
La estructura del edificio es de hormigón armado. Las fachadas de vidrios polarizados con armazón de acero.
Las cubiertas del teatro se cubren con 1.056 millones de azulejos blancos brillantes y cremas, en acabado mate fabricados en Suecia, sin embargo en la distancia los azulejos parecen solamente blancos. El interior del edificio está compuesto de granito rosado extraído de Tarana, madera y contrachapado proveniente de Nueva Gales del Sur.
Detalles técnicos