A lo largo de los últimos dos años, la cantante franco-venezolana de nombre Sophie Fustec se ha estado ganando a pulso un lugar dentro de los escuchas más exigentes de la industria under latinoamericana gracias a su fresca propuesta musical.
En ese música, Sophie logra mezclar los sonidos electro-art-pop que han inundado a la industria desde el 808s & Heartbreak (2010) de Kanye West y la introducción de artistas como Grimes, con ritmos tradicionales de Latinoamérica, que van desde la canción tradicional hasta el tango.
La mezcla es fresca, cuando hace uso de una paleta sonora vanguardista logra entregar temas muy dinámicos y divertidos, mientras que cuando las guitarras y pianos aparecen, la melancolía romántica de una cultura pasional toma a su música por completo.
-“Yo busco emociones. Quiero ser auténtica, honesta, libre, entonces la búsqueda de los sonidos me encanta porque es un proceso libre y no tengo formato. Me gusta componer, los Beatles tenía esa forma de componer sumamente libre donde usaban estilos e influencias de muchos tipos de música diferente y sin límite. Siempre terminaban haciendo de una canción pop, una canción que todo mundo podía cantar y eso me fascina“-, me declaró.
En el 2014 se presentó con su pseudónimo de La Chica, un apodo que tiene desde hace mucho tiempo, pues en una de las dos ciudades en las cuales creció, Caracas, Venezuela, a las personas les dicen por su particularidad física más sobresaliente. -“Yo solía ser mucho más masculina antes y a un tío le gustaba recordarme que era la chica, para recordarme que tenía que comportar como mujer. Los demás me llamaban catira. Me empezó a gustar ‘la chica’ porque dejé de ser tan masculina y me acepté como mujer y tuvo sentido“-, confesó con un fuerte sentido de la honestidad, sin trabarse una sola vez en su explicación.
Sin embargo, tuvo que esperar hasta el 2017 para estrenar su primer material de estudio, un EP titulado Oasis (2017), el cual fue grabado en la ciudad en la que creció, París, Francia. En el material no sólo juega con los sonidos, si no que también presenta polos opuestos en el idioma en el cual los temas son cantados y hasta en la temática de cada una de las canciones. -“He escuchado mucha música de este tipo pero también me fascina música caribeña, el folclor venezolano pero para mí una canción debe ser popular para que así pueda ser recibida por la gente. La idea es formar un todo, que al final sea una mezcla rara de muchas cosas y un collage de texturas y termine formando un todo”-.
Al igual que su mezcla, la forma en cómo esta funciona no es algo común. Normalmente los artistas que tratan de experimentar con géneros y culturas tan distintas terminan fracasando por una sensibilidad baja a la multiculturalidad, pero el caso de La Chica es muy distinta, pues ella es una persona formada en la multiculturalidad.
-“Es raro porque yo nací en París y crecí en Paris pero la sensación de adaptación no me ha quitado y siempre ha sido así. En Venezuela era yo porque era más fácil. En Francia la gente juzga mucho, son de más apariencias, pero el francés tiene miedo al ridículo, bailar y cantar les puede parecer ridículo si no lo estás haciendo en un contexto especial y específico además de que no lo estés haciendo bien”-, declaró sobre uno de sus polos y continuó, -“en Venezuela, todo el mundo baila, flaco, feo, bella porque todo mundo así se expresa. Todo el mundo canta porque hay mucho ruido por todos lados entonces es como me siento en casa y me siento más libre, se permiten más cosas. Cada cultura tiene sus contradicciones pero donde exista más amor y más cariño me es más agradable“-, aclaró previó a remarcar que sin importar el estilo de vida tan distinto entre ambos países, encontrar apoyo económico en Venezuela era mucho más sencillo que en Francia, siento una artista de la música.
Al final, el resultado de esta música es el cúmulo de cosas que integran a esta mujer que encontró su medio óptimo de expresión desde que era una niña. -“Necesito conseguir ese collage interno que tengo y transformarlo para presentarlo. Para mí, el arte es lo que sucede en la vida, es fusión, es mezcla, es apertura al resto del mundo“-, terminó por decir previo a señalar los componentes de La Chica:
-“Muchos colores saturados, mucho fuego, mucho aire. Yo amo a la salsa (Rubén Blades, Celia Cruz) ellos me impactaron mucho y el discurso que hicieron a nivel artístico está genial. El hip hop. Me encanta Mos Def, me encanta el rock. Yo amo a Jimi Hendrix, no puedo parar de escucharlo porque sé que lo voy a escuchar toda mi vida, escuchar a los Beatles toda la vida. Tengo un montón de música que sé que no voy a dejar de escuchar toda mi vida. Olvido, reencuentro. Muchos sueños e historias de gente porque me gusta mucho escuchar a la gente hablar de sus cosas, de sus problemas, anécdotas, cuentas, penas. Me gustan las historias humanas“-.