//Por: Carolina Quintana
El calendario marcaba el año 2014 cuando unos policías estadounidenses se encargaron de catapultar la futura carrera de un preso. Suena un tanto extraño pero así fue la historia de Jeremy Meeks, un hombre que es víctima del poder de las redes sociales.
Sólo bastó una foto en Facebook del ahora llamado “hot felon”, para que se reconociera a éste como uno de los prisioneros más guapos del mundo. Con arriba de 75,000 likes, 20,000 comentarios y 10,000 shares, su fama era rotunda y fue el momento en el que White Cross Managment y su manager Jim Jordan lo voltearan a ver.
“Yo no soy modelo. Yo hago modelaje, pero también actúo y estoy a punto de comenzar una carrera en la música. No puedo limitarme a hacer únicamente una cosa”, mencionó Jeremy para Forbes.
En el marco del Milán Fashion Week 2017, la sorprendente aparición del ex convicto en la pasarela de Philipp Plein primavera 2018 dejó a todos boquiabiertos pues, al modelar dos conjuntos, él y su presencia varonil impregnaron con mucha presencia cada una de las piezas.
El californiano ha participado en diferentes campañas fotográficas y también tuvo su primera aparición en New York Fashion Week. Desde el momento en el que quedó libre en marzo del 2016, su agenda no ha parado, según menciona su manager.
¿En qué momento se imaginaron que un presidiario podría ser parte del catwalk de una marca internacional? Es algo poco común e inimaginable para muchos. Lo que sí es que, no por haber sido parte de una banda de delincuentes, no puedes reivindicarte y aprovechar que tienes un físico muy peculiar.
Con unos ojos que cautivan a cualquiera, unas facciones muy duras, sus múltiples tatuajes y un tono de piel apiñonado hacen que hoy sea considerado como uno de los modelos más solicitados y favoritos de la cámara. Si no me crees, pregúntale a Carine Roitfeld, directora de Vogue París.
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