//Por: Carolina Barragán
Siguiendo la línea de los estadios de fútbol, hoy hablaremos del “Coloso de Maravillas”, o también conocido como Estadio Cuauhtémoc, es un estadio de fútbol ubicado en la ciudad de Puebla de Zaragoza, es la casa del Club Puebla de la Primera División de México. Ha sido sede mundialista en dos ocasiones: 1986 y 1970.
Es el quinto estadio con mayor capacidad en México después de los estadios Azteca, Universitario, Jalisco y BBVA Bancomer; con una capacidad aproximada de 51,726 espectadores y también el estadio más alto con 45.9 metros de altura desde nivel de calle al techo.
A partir de su reinauguración, en noviembre de 2015, se convirtió en el primer estadio en México y América Latina en estar completamente cubierto con una fachada de ETFE —Etileno-TetraFluoro-Etileno—, por la cantidad de ventajas que eso tendría sobre cristal y cualquier otro material.
El material estrella, ETFE, es anticorrosión, resiste rayos ultravioletas, pesa 100 veces menos que el vidrio y deja pasar más luz. Puede soportar todas las agresiones climatológicas por más de 25 años. No hay riesgo de contaminación durante las fases de fabricación, ni en las fases de reciclado, es fácil de limpiar y se le considera un material ecológico.
El Estadio Cuauhtémoc es el primer estadio en México y América Latina en estar completamente cubierto con una fachada de ETFE, material utilizado en varios estadios europeos como el Allianz Arena de Munich o el estadio San Mamés en Bilbao. Se trata de un material innovador, flexible y duradero, utilizado por la NASA y en proyectos mundiales como el Centro Acuático Nacional de Pekín para las olimpiadas de Beijing.
Hoy en día el estadio se encuentra entre los mejores estadios de México por su modernidad, instalaciones y capacidad de espectadores; fue proyectado en 1965 por el arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez e inaugurado el 6 de octubre de 1968 durante la preinauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968.
El remodelado Estadio Cuauhtémoc ha llamado la atención de medios nacionales e internacionales por su innovadora y moderna apariencia. Tal fue el caso del 13 de noviembre cuando varios estadios del mundo se solidarizaron por los atentados de París y se iluminaron con los colores nacionales de Francia.