// Por: Oscar Adame

mié 13 julio, 2022

Cuando se habla del espectro de la música electrónica, suele remitirnos automáticamente a nombres propios originarios de Europa; sin embargo, como consecuencia de la globalización de la música y la democratización de los recursos para producirla, otras zonas del mundo no solo han construido un nicho de afición entorno a ella sino que además generan a sus propios exponentes. En México la historia no es muy larga pero desde Casino Shangai hasta Nortec Collective, las camadas de artistas que se fundamentan desde los sintetizadores, las cajas de ritmos y las mezcladoras son cada vez más grandes. 

De hecho ya tuvimos a nuestro propio prodigio que hoy en día es toda una realidad: GRENDA, el proyecto de Eduardo Amezcua. Originario de la zona norte del país, él llamó la atención de medios especializados debido a su corta edad en el momento en el que empezó a producir música. Vino Mutek, Boiler Room y su presencia en todos los espacios relevantes para la escena. Hoy, con más de cinco años en la industria, regresa para presentarnos lo que será su próxima  placa de larga duración y en el proceso nos sentamos a platicar con él.

Enamorado y en la playa

Algo que me llama mucho la atención de tu proyecto es que el entorno de la música electrónica siempre te ha catalogado como prodigio porque empezaste prácticamente adolescente; pedo ahora, a tus 23, sigues siendo muy joven… ¿Cómo sientes tu carrera en retrospectiva luego de todos estos años?

Creo que para mi ha sido muy natural porque al ser hijo de Ramón (Bostich) asumí los escenarios como parte de mi vida cotidiana, no solo por verlo a él en el escenario sino también porque convivía con otros proyectos y otras maneras de hacer música; entonces creo que no me pesa el tiempo que llevo en esto ni los motes que le ponen a mi proyecto porque sé que es parte de.

Parece que la COVID-19 y sus distintas cepas ya se volvieron un suceso infinito; sin embargo, durante la parte más álgida del encierro, la mayoría de los artistas se vieron obligados a cuestionar y resignificar sus carreras. ¿Cuál dirías que fue el mayor aprendizaje para GRENDA a lo largo de todo este proceso?

Creo que el aprender a sostener una disciplina de trabajo. Para mi la pandemia fue encerrarme en el estudio a producir y producir música 24/7 y en el camino, administrar mis esfuerzos con tal optimizar el material que salieron de esas sesiones; de las cuales, de hecho, salieron todas las canciones que lanzaré a lo largo del 2022.

Y en esa dinámica de hacer música 24/7, ¿no llegaste a un punto en el que estuvieras aburrido o sobre expuesto a tu propio material?

Sí, totalmente; pero para mí, esos momentos eran el indicador de que era momento de tomar un descanso. Lo dejaba enfriar un rato y al regresar me volvía a convencer del material o dado el caso, llegaba con ideas nuevas para mejorarlo.

De todo tu repertorio, creo que “Eye For You” es el track más accesible para el público y yo se lo adjudico a que nos remite a una emoción muy específica: la nostalgia. ¿Podrías contarnos un poco más al respecto?

Creo que mi intención fue retratar esas historias que pudieron ser todo pero al final jamás se concretan. Ya sabes: esa persona con la que tienes una conexión muy especial pero al final no pasa nada y a partir de ahí vives de imágenes que te creas en la cabeza a partir de la especulación.

Ya dentro de mi proceso, partió de una maqueta que no había terminado y cuando me puse a explorar las carpetas de material inconcluso, la encontré y sentí que tenía mucho potencial. Puse manos a la obra y la pulí hasta que llegamos a lo que terminó por ser <<Eye For You>>.

¿Te has enfrentado a esta frustración consecuencia de un día en el que te levantaste con una idea y ese mismo día se materializa en una canción 100% terminada pero que sabes que no verá la luz hasta dentro de meses o incluso años?

Uff, sí. No te miento: si revisas mi computadora, encontrarás como 500 archivos que bien podrían ser una canción.

A veces es por temas de la distribución pero otras veces por indecisión mía. La verdad es que creo que ya llegó el momento de ser más seguro de mi producciones y empezar a lanzar el material sin pensarlo tanto. No me gustaría que material que, según mi manera de ver las cosas, vale la pena, se quede ahí olvidado.

Creo que a las últimas dos o tres generaciones de artistas ya no les interesa describir su música bajo las etiquetas que imponen los género; pero, si tuvieras que describirla en una experiencia específica, ¿cómo sería esa descripción?

Diría que es como estar con la persona de la que estás enamorado, en la playa, viendo las estrellas mientras toman un buen trago.