// Por: Staff

sáb 23 enero, 2021

Por: Eduardo Kuri

El jueves 21 de enero, Rick Owens presentó Gethsemane, su colección para hombres correspondiente a Otoño/Invierno 2021. El video está repleto de imágenes que enfatizan el ambiente y la atmósfera más que a los detalles de la ropa, algo que ya se había visto en la presentación para mujeres de la temporada pasada. 

En cuanto a la ropa, muchas de las piezas son de las más accesibles que se le han visto al diseñador recientemente. Y como en cada desfile, no faltaron aquellas que ya pueden vislumbrarse como hitos de la marca. Las botas altísimas en la nueva fase de evolución desde su incursión en Tecuatl, los enormes abrigos, los jumpers de apariencia destruida y con diversos orificios, quizá para permitir su utilización de distintas formas, el underwear con pentagrama, los nuevos Converse. ¿Será que la reciente colaboración con Moncler orilló a Owens a terrenos más comerciales?

Al mismo tiempo, es un regreso a los tonos oscuros que representan el imaginario de la marca y por los que se volvió tan conocida. Después de arrojar colores y estampados en distintos materiales lujosos durante varias temporadas, es evidente la inclinación hacia una paleta más sombría. Atrás ha quedado la explosión del glam y hemos vuelto a algo misterioso, siniestro. La decadencia a la que evoca Owens resulta discordante ante el cínico panorama optimista de estos días.

El impacto de Rick Owens

A pesar de seguir presentando sus colecciones para hombre y mujer de forma separada, gran parte de quienes consumen la marca no siguen estos parámetros de género. La androginia, el desafío a los roles de género, la libertad de usar la ropa que haga sentir cómoda a la persona en Gethsemane. Estos elementos son importantes en el discurso creativo de Owens, quien se ha vuelto un estandarte de los adeptos a la ropa negra y estéticas sombrías.

La estrecha relación con la música es también una clave para descifrar el impacto del diseñador, quien antes de lanzar su primera colección en 2002 ya veía sus piezas utilizadas por gente como Courtney Love, Madonna, Kate Moss y Lenny Kravitz. La actitud transgresora de sus piezas, de la mano con la impecabilidad en su manufactura le han convertido en un referente total para su horda de seguidores, convirtiéndose en la marca de cabecera para músicos como Wesley Eisold de Cold Cave, Trent Reznor, Davey Havok y recientemente, Eric Ghoste, entre otros. 

Ghostemane, soundtracks anteriores e influencias musicales

Para esta presentación, Ghostemane proveyó una versión extendida de ‘Hellrap’ a Gethsemane, track incluido en su más reciente lanzamiento Anti Icon (2020). Cuando se trata de tracks recientes, Rick normalmente se encarga de involucrar directamente a su creador, en este caso, Eric Ghoste, quien resulta la encarnación ideal del hombre actual que utiliza Rick Owens: Andrógino, transgresor, agresivo, sensible y de tendencias oscuras. Ya se le ha visto utilizando ropa del diseñador dentro y fuera del escenario, por lo que esta colaboración ya se podía vislumbrar.

Los soundtracks son parte vital de una presentación o desfile de moda, y los utilizados por Owens ayudan a profundizar en los temas de cada temporada. Punk, techno, jazz, metal, pop, electrónica, hip-hop, trap, dubstep. De Nina Simone a Zebra Katz, de Lou Reed a Gary Numan, de Freddie Mercury a Vatican Shadow. Owens no solo muestra sus raíces musicales como fondo para desfiles.

Grandes piezas de la marca han sido concebidas gracias a la huella que ciertas bandas y proyectos implantaron en él. Gethsemane marca la cuarta temporada en la que aparecen las botas inspiradas en KISS, y ni hablar de los Ramones, esa versión exageradamente dramática de los Converse utilizados por la banda neoyorkina. Los Ramones son un modelo en constante fabricación y siempre se editan con colores y materiales correspondientes a cada temporada. Algunos hechos con materiales rarísimos en cantidades muy limitadas pueden encontrarse en subastas online por cantidades ridículas de dinero. 

Converse y otras colaboraciones

El anuncio de la colaboración con Converse dividió opiniones, pero definitivamente no pasó desapercibida. Referenciándolos en sus ya mencionados Ramones durante años, Owens asegura sentirse alagado por esta invitación a colaborar e incluso le ayuda a cerrar un ciclo. Esto no significa el final de los Ramones, pero si resulta irónico ver a los modelos caminar en lo que muchos llaman “los verdaderos Converse”. Espero que esta mancuerna continúe posteriormente. 

Rick no es ajeno a este tipo de colaboraciones. Por años sacó modelos icónicos de la mano de Adidas, y Birkenstock sigue lanzando piezas especiales diseñadas por Owens. Estos logros colaborativos son bastante peculiares ya que resultan de intentos previos por replicar las piezas de ciertas marcas pero adaptándolas al universo del diseñador, quien ha asegurado que muchos de sus sneakers más icónicos son el resultado de parodiar lo que usaban bandas como Run DMC, en el caso de los extintos Dunks que guardaban similitudes enormes con los Air Force 1 de Nike.

Sin duda, nos encontramos ante una figura que continúa entregando una calidad inigualable en cada temporada, y aunque ya no se trata de una marca de culto (¿alguna vez lo fue?), la masificación de Rick Owens sigue siendo una operación discreta pero de alcances mastodónticos, tal como se proyecta en Gethsemane.