Las fotografías reviven recuerdos y memorias que nos ayudan a entender nuestra historia. Los grandes acervos fotográficos del mundo muestran en sus diferentes aristas, el gran valor documental e histórico de muchas épocas e industrias. Grandes fotógrafos, como Annie Leibovitz o Steve McCurry, han capturado miles de retratos que formarán parte de una colección invaluable que ayudará a entender esa memoria gráfica fundamental.
Miguel Schumman es un fotógrafo mexicano que inició una exposición fotográfica hace ocho años. El famoso espacio alternativo de creación y expresión artística ‘La Moira’, donde artistas tan importantes como José Luis Cuevas expusieron sus obras, fue el lugar donde Schumman empezó a retratar a actores de cine mexicano empezando con Mario Zaragoza. “Todo inició como un ejercicio de retrato a actores, pero ‘La Moira’ me ayudó a entender a no limitarme a sólo un eslabón de la cadena. Quería hacer un homenaje y qué mejor que incluir a toda la gente que está detrás de cada película y los que las ayudan a difundirlas”. Es en este Centro de Cultura Experimental donde el fotógrafo encuentra su pasión y la intención de hacer este gran tributo al Cine Mexicano.
‘35 mm de Arte y Pasión’ es la memoria gráfica más grande de una industria cinematográfica en el mundo. 1,001 rostros aparecen retratados a través del lente de Schumman quien por años ha recolectado con mucha dedicación las miradas y las historias de todos los personajes que forman el colectivo del cine mexicano. Directores, productores, cinefotógrafos, guionistas, actores, productores, gaffers, diseñadores de arte, sonidistas, maquillistas, tramoyistas, periodistas cinematográficos, críticos de cine, divulgadores y demás son parte del homenaje más ambicioso que se ha hecho hasta el día de hoy a nivel internacional. Ninguna industria cinematográfica en el mundo posee una colección así y es por eso que la participación ha sido tan entusiasta por parte de los retratados. Evita Muñoz “Chachita” ícono del cine de oro dijo “No sé si podré ver esta exposición, pero me siento profundamente honrada de ser parte de ella”, Schumman fue el último fotógrafo en retratarla. Alfonso Arau voló de Los Ángeles para asistir al estudio y el grupo de rock mexicano Botellita de Jeréz posó antes de presentar su documental y separarse.
El camino ha sido complicado también para el fotógrafo, quien ha formado alianzas importantes para conseguir fotografiar a tanta gente. El Festival de Cine de Tequila ayudó, gracias a un homenaje, a que Ignacio López Tarso pudiera ser retratado, el Festival Internacional de Cortometrajes Shorts México, ha convocado a los jurados de sus trece ediciones para sumar. Y una de las armas más poderosas con las que ha contado Schumman: las redes sociales. La viralización de su proyecto ha ayudado a que miembros de la industria se acerquen y posen para su lente y también la difusión de los mismos retratados, como la documentalista María José Cuevas quién convocó a las vedettes del cine mexicano, o Luis Gerardo Méndez a Karla Souza.
Cientos de historias se han coleccionado en cada sesión fotográfica, encuentros emotivos como el del actor Alonso Echánove, quien debido a su enfermedad perdió el habla pero logró emitir un sutil gracias después de ver su retrato, o el de Gustavo Sánchez Parra que confesó que tuvo que aprender a manejar para su papel en Amores Perros (2001).
El reto más grande del proyecto ha sido encontrar difusión, “quisiera exhibir mi obra en las rejas de Chapultepec o en algún museo y compartir este acervo fotográfico pero las Instituciones no han sido resolutivas”, Schumman ha encontrado en la fragmentación, una forma útil para mostrar su proyecto, las curadurías que ha formado han sido expuestas en Festivales y Facultades de Cine, y además ha logrado una nueva forma de apreciar su obra de manera digital mezclada con la música de Pablo Mondragón.
Los 1,001 rostros del cine mexicano busca unificar al cine y plantearlo nuevamente como una gran industria creando un registro único que tiene entre sus archivos al ganador de la Cámara de Oro en Cannes, Michael Rowe, al presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas Ernesto Contreras, y un ejército de miembros de la industria que crean una amalgama importantísima para el entendimiento del cine en todos sus formas.