Al retratar la precariedad en la que viven migrantes en la frontera de Tijuana, Joebeth Terriquez, habló del trabajo que realiza como fotoperiodista, expone la realidad con base en una mirada ética, pero no sólo de migrantes sino de grupos vulnerables que son marginados por el gobierno y la sociedad.
En México, el periodismo destaca por evidenciar verdades que incomodan. Investigaciones como: “La estafa maestra” y “La Casa Blanca”, han reivindicado al periodismo como una disciplina del conocimiento muy necesaria en nuestra sociedad. El periodismo, además, da pauta para contar historias y dar voz a quienes no la tengan.
El fotoperiodismo es otro elemento sustancial para mostrar realidades. A través de las imágenes nos enteramos de lo que acontece: guerras, dictaduras, liberaciones, catástrofes, etcétera. Las imágenes, se logran después de largas horas de trabajo; llegan a nuestros hogares, por medio de la televisión o la computadora, algunas veces son material para exposiciones y en ocasiones se publican en medios impresos, pero aunque se piense que una imagen es algo efímero, lo que hay detrás de una captura de un suceso real, es producto del trayecto de alguien en su intento de sensibilizar la mirada ajena.
Joebeth Terriquez es un fotoperiodista mexicano originario de Tijuana, Baja California. Estudió la carrera de cine en la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV, en Guadalajara, Jalisco. Su pasión por la captura de imágenes, y en específico por el fotoperiodismo inició cuando ingresó a la Agencia Fronteriza de Noticias (AFN), donde continúa trabajando.
El trabajo de Joebeth Terriquez es exponer temas como: la drogadicción, personas viviendo en la calle, injusticias cotidianas y la expresión de protestas sociales. Estas imágenes muestran que la vida es más que una rutina o un horario. Y todo aquello que ignoramos a él, le sirve como inspiración para crear. Es así como lo efímero de una foto perdura. Los sucesos espontáneos se vuelven parte de la historia, de nosotros.
¿Cómo dar voz a personas desamparadas por la sociedad y el gobierno?
“Es algo que me dedico a hacer cada vez que puedo, a veces duro una semana visitando lugares conflictivos para encontrar la razón de lo que está sucediendo. He logrado conocer historias de personas que no tienen porqué estar en tal situación. Con esta información, cuestiono a las autoridades acerca de la problemática, buscando respuesta para encontrar una solución, aunque, lo que he encontrado es que a la mayoría de la sociedad le disgusta la idea de ver a gente en la calle y, realmente, no le interesa cómo se las arreglen. Ellos, etiquetan a la gente como: drogadictos, flojos o animales. Por esto, intento dar a conocer a quien pueda, pues se trata de personas en situaciones, en las cuales, autoridades gubernamentales y crimen organizado, están involucrados, por lo menos en la ciudad de Tijuana, donde gobierno y crimen es básicamente lo mismo.”
La modernidad líquida de la que hablaba Zygmunt Bauman no permite que el interés se extienda a más de nuestra propia persona. La sensibilidad se hace escasa en una sociedad alienada, perturbada y enajenada. En este sentido, Terriquez abre un panorama distinto y, luego, de cada fotografía adquiere una acumulación de vivencias y memorias que funcionan como experiencia para capturar nuevas imágenes. En paralelo, resulta un soporte que le permite crear un estilo propio y actuar con pericia.
El tema que tiene la mirada del mundo es la situación que viven los migrantes en la frontera. ¿De qué no nos estamos enterando?
“En Tijuana, la problemática de los migrantes ha sido la historia que dio vida a la ciudad. Tijuana es un pequeño Nueva York. La mayoría de la población es de otros Estados de la República Mexicana y de otras naciones, son personas que llegaron a la ciudad para cruzar a Estados Unidos, pero no lo lograron. La Caravana de Migrantes, a principios del año, destacó lo que sucede hace años en la ciudad, al evidenciarlo, se creó un enfoque mayor de lo normal.
Al transcurso del año, llegan personas de varias naciones con la intención de brincar el muro y solicitar asilo político en Estados Unidos, modus vivendi de la ciudad, por lo cual, hay albergues que se dedican a alojar temporalmente a la gente que decide emigrar, pero quienes se quedan, buscan trabajo y un departamento; buscan a sus familiares para que vengan y hagan su intento de cruzar si quieren, pero se trata de una historia sin fin, por lo menos hasta que decidan que el muro ya no será necesario”
A causa de la política Cero Tolerancia, iniciada por Donald Trump, cerca de 2,000 menores fueron separados de sus familiares este año. Según datos de autoridades estadounidenses, el objetivo era enviarlos a hogares de acogida o refugios. Hecho que fue expùes a través de la mirada de Terriquez.
¿Cómo fuiste testigo de la situación de los niños en la frontera?
“A pesar de la política del presidente Trump de Cero Tolerancia, seguían llegando familias de Centroamérica con la intención de pedir asilo a Estados Unidos. Cuestioné a varios y decían que no les importaba, pues por lo menos estarán sanos y a salvo y no muertos en su lugar de origen.
La sociedad tijuanense respeta a esta gente que viene buscando una mejor vida y es empática con ellos porque entienden que la situación en sus países es peligrosa. La mayoría simpatiza con su causa y los apoyan con víveres y ropa, en los albergues o de manera directa; pueden verlos a diario en la plaza cívica del Cruce Internacional del Chaparral donde se encuentran las oficinas para solicitar asilo en Estados Unidos.”
La pérdida de sensibilidad sólo puede ser devuelta a través del recuerdo. Por ello, es importante que trabajos como el de Joebeth Terriquez se difundan e impacte. Parece que las consecuencias de enfrentar la adversidad son de un nivel inimaginable. El fotoperiodista Terriquez, con sus imágenes, nos recuerda que hay situaciones en las que el no arriesgar es lo más arriesgado.
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IG: joe_black_tj