Y así, sin darnos cuenta (o sin querer asimilarlo) Brooklyn, en Nueva York , se convirtió en el punto geográfico que cobijó a todos aquellos habitantes de la gran manzana cansados de los altos precios de las rentas, los turistas y el clima saturado de oropel de Manhattan. Este éxodo provocó al poco tiempo una revolución cultural que se mantiene hasta hoy en día, con artistas de diferentes partes del mundo que han encontrado en el barrio un hogar en el cual pueden crear y vivir de ello.
En este campo encontramos a Lizzi Gill, artista multidisciplinaria que ha tomado la efervescencia artística de Brooklyn como inspiración para dar rienda suelta a su creatividad. Su obra se nutre de elementos retro del arte pop norteamericano de los años 40 y 50, sin embargo, su visión particular queda plasmada al reconfigurar dicho arte y generar algo nuevo, dotado de una estética retadora y seductora sin dejar de lado el toque nostálgico. La técnica es lo de menos: pintura, collage o digital, cualquiera que ayude a traer a la vida a su creación es bienvenida.
Platicamos con Lizzie mientras prepara un nuevo proyecto en su estudio en Brooklyn, Nueva York:
«Estoy trabajando en una serie de pinturas de medios mixtos a gran escala. Incorporan todos mis elementos favoritos: el collage, pinturas de aceite, acrílicos y aerosol. Mis obras exploran temas sobre cómo nos relacionamos en la era moderna, una continuación de la exploración del romance moderno, y estarán expuestas en Art Miami durante el Art Basel en diciembre. Estoy realmente emocionada por eso.»
– ¿Cuándo descubriste que tenías talento para el arte?
«Cuando era pequeña. Le enseñé mi trabajo a mis maestros y fue bien recibido.»
– ¿Recuerdas si la primera vez que tuviste contacto con el arte te afectó de una manera positiva o negativa? De ser así, ¿puedes hablarnos sobre ese momento?
«Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a pintar a una edad temprana, lo terapéutico que era mezclar pinturas, el proceso lento y articulado de aplicarlas y mezclar colores sobre el lienzo. Era calmante y revelador.»
– ¿Cuál es la pieza de otro artista que más te ha inspirado?
«Joseph Cornell, Toward the Blue Peninsula: For Emily Dickinson, 1953.» Recuerdo haber visto esta obra por primera vez cuando era chica, en el MoMa, fue una de las primeras piezas de medios mixtos que vi. La incorporación de un collage en una estructura casi diorama me cautivó totalmente.»
– ¿Puedes decirnos qué es lo que te parece atractivo en la nostálgica cultura pop americana y por qué decidiste hacerla parte de tu trabajo?
«Me encanta la sencillez de las imágenes, las extrañas connotaciones sociales y el papel de la mujer durante ese período. Como mujer contemporánea, me parece casi teatral la forma en que se vestían y hablaban. Conceptualmente disfruto traer estas imágenes mediante la yuxtaposición de fotos retro de amor y romance con la cultura de citas en línea, a través de la manipulación digital.»
– ¿Cuál es tu disciplina artística favorita o la que más disfrutas ejecutar?
«Medios mixtos. Siento que es lo más relevante para mi funcionamiento cerebral. Es como hablar cuatro idiomas a través de un medio artístico con el objetivo de que todos trabajen cohesivamente en un ensayo. Me gusta el desafío.»
– ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo y lo que más odias?
«Me encanta buscar el origen de los materiales. Nunca sabes a dónde te llevará esa búsqueda: el sótano de un acaparador, ventas de garage o incluso viejos graneros. Es casi como ser un arqueólogo y encontrar algo que de otra manera se habría perdido. Lo que más me disgusta es el aislamiento inherente de ser un artista en un estudio solitario.»
– ¿Qué opinas de la escena artística de Brooklyn? Al parecer hay cosas muy interesantes sucediendo.
«Es una comunidad vibrante de creativos en constante cambio, siempre hay algo nuevo que ver.»
8- ¿Hoy en día cuál crees que es el papel del arte en la sociedad americana?
«Un refugio seguro para el retiro o un método de transmitir un punto de vista.»
IG: @lizzie.gill.art