En aquella referida época dorada de MTV, en la añorada década de los 90, tenía un hobby, una práctica común entre los adictos a la música: cazar y grabar vídeos en cassettes VHS. 20 años antes de que YouTube se convirtiera en el amo del contenido audiovisual del planeta, si querías “poseer” un vídeo y verlo cuantas veces quisieras tenías que cacharlo en la parrilla del canal y darle “rec”. Así conocí a muchas de las bandas más importantes de aquella década (y de paso, de otras), entre ellas Garbage, una de las pocas bandas que conocía, incluso, antes de que me convirtiera en adicto a MTV. ‘Stupid Girl’, ‘Only Happy When It Rains’ y ‘Vow’ ya vivían en mis primeros cassettes (de audio) mezclados.
Para cuando Garbage lanzó su segundo álbum de estudio, Version 2.0 y el primer single, ‘Push It’, llegó a la radio sabía que se convertiría en uno de mis discos preferidos, aunque no sabía que me acompañaría durante tantos años. Cuando pude grabar el video de MTV, me di cuenta de que estaba ante algo muy especial, sin saberlo, estaba presenciando un pedacito de la historia audiovisual de la música contemporánea. El video dirigido por el italiano, Andrea Giacobbe (cuyo reel en ese entonces ya incluía el icónico ‘Dirt’ de Death In Vegas), contaba con una narrativa no lineal y una estética neosurrealista, suficientes para impresionar a un neófito del arte sonoro. Si le sumamos la gótica e hipnotizadora presencia de Shirley Manson, entonando retadoramente aquel pegajoso coro, eran motivo suficiente para creer que difícilmente había algo más cool en el mundo (obviamente lo había y en grandes cantidades, pero ese es otro tema).
En efecto, Version 2.0 se convirtió en el disco emblema de la banda encabezada por Manson y conformada por Duke Erikson, Steve Marker y el multipremiado productor Butch Vig. El sonido del álbum trascendería las barreras del tiempo gracias a la experimentalidad de su producción, la manera en la que combinaba elementos análogos con digitales no era algo nuevo, pero sí lo eran las sonoridades resultantes, que bien podían convivir con los beats de los Chemical Brothers sin llegar a ser tan bailables, con las atmósferas trip hop de Massive Attack sin ser tan densas, o con los guitarras de Sonic Youth, sin ser tan oscuras. El pop estaba presente en cada track descaradamente y las letras de Shirley hablaban de sus propias vivencias de una manera honesta pero no explicita, lo suficiente para que todos nos sintiéramos relacionados con las líricas.
Nada me prepararía para que, 15 años después de la salida del disco, pudiera preguntarle a la misma Shirley respecto al álbum, sin embargo, lo hice; en aquella ocasión la pelirroja contestó sin titubear.
Se escucha tan bien como cuando salió. Es un disco realmente poderoso y de alguna manera estaba adelantado a su tiempo, además es uno de los primeros discos grabado de manera digital de principio a fin. Fue importante para nosotros como banda y seguimos muy orgullosos de él.
En 2018 el disco cumplió 20 años y para celebrarlo, además de lanzar una edición especial remasterizada, Garbage salió de gira, visitando diferentes puntos del globo, entre ellos México; motivo perfecto para que, además de recordar la época en que grababa videos de MTV, platicara una vez más con Manson respecto a su segundo vástago.
¿Qué memorias tienes de Garbage antes de lanzar el álbum?, de esa banda que, sin saberlo, estaba por pasar al siguiente nivel.
¡Oh, dios no! Éramos ambiciosos, sabíamos que teníamos que alcanzar el éxito en todo el mundo, que teníamos que presionarnos, sacar ventaja y encontrarnos a nosotros mismos, teníamos la visión clara de lo que queríamos hacer. Por un lado, estábamos conscientes de la música que se hacía a nuestro alrededor en esa época y al mismo tiempo sentíamos que teníamos que neutralizar diferentes elementos de nuestro estilo, lo más tradicional. En ese tiempo no encajamos en grunge, en el rock pesado, ni en el punk, no encajábamos en ningún lado, porque teníamos cosas diferentes a los demás, cosas que provenían de nosotros mismos, así que decidimos seguir con ese modelo. Fue un momento muy interesante en la música, en la producción y las grabaciones, cambiar de análogo a digital, no era algo muy común en ese tiempo.
Version 2.0 fue el primer álbum de la banda en el que tú compusiste las letras de principio a fin, a diferencia de su debut, en el cual todos colaboraron. ¿Cómo recuerdas esta experiencia 20 años después?
¿Sabes? Creo que todos tienen que empezar en alguna parte. Yo entendí que para que nuestra banda fuera exitosa tenía que tomar la responsabilidad de mi puesto. No quería ser criticada por algo en lo que yo no tenía control, entendí que esa era la regla. Me gané el puesto después del éxito del primer álbum, pero también quería tomar la responsabilidad que conlleva. Estoy agradecida conmigo misma, con mi yo más joven, por tener el valor de hacer eso (era algo arriesgado). Pienso que soy muy afortunada, trabajo con tres hombres generosos que me permiten tomar el control en ese sentido y como resultado es más fácil nuestra relación de trabajo. Al final del día, cuando las reglas están definidas todo es más fácil.
Con el disco debut tocaron en clubes y en festivales, espacios hasta cierto punto más controlados, sin embargo, este disco fue el que puso a la banda a encabezar su propio tour. Empezaron a tocar en arenas y a enfrentarse a un público diferente, además, V2.0 tiene muchos elementos electrónicos, ¿cómo fue darle vida en un escenario?
Es una pregunta interesante, tocar Version 2.0 en vivo no fue fácil, en ese momento en específico veníamos de estar en el estudio planeando y componiendo, habían pasado casi tres años desde la última vez que pisamos un escenario, así que teníamos que recobrar la confianza. Por otro lado, estaba ese lado electrónico, teníamos que tomar esa tecnología, darle nueva vida y recrearla en vivo, hacer que fluyera, sustituirla con actitud. Es curioso, pero los críticos de música de ese tiempo nos describieron como “chistosos y raros”. Pienso que la clave fue descubrir que necesitábamos y a dónde íbamos en cuanto al sonido, cuáles eran nuestras intenciones cuando tocábamos, así descubrimos cómo manejar cada álbum e integrarlos sus respectivas canciones en cada show.
Esos shows se volvieron legendarios…
Al final, tocar en vivo fue un triunfo para nosotros, fue un momento lindo en nuestras vidas y en nuestras carreras. No había muertes en nuestra familia, no había accidentes. La pasábamos bien, teníamos aventuras, exploramos muchos lugares del mundo desconocidos para nosotros, todo gracias a nuestro querido álbum.
Esta debe ser una de esas preguntas que escuchas todo el tiempo, pero ¿hay alguna canción que prefieras sobre las otras en el álbum?
Actualmente, me encanta ‘Hammering In My Head’, es una canción oscura, es como entrar en un estímulo raro de la conciencia, fue un éxito para nosotros.
¡También es mi preferida!, de lo más rotundo del disco…
Para mí, es como seguir respirando en medio del tráfico. Aunque, ¿sabes? Creo que cada canción en el álbum es muy fuerte.
Este año recibiste un premio NME por tu trayectoria y como un ícono feminista. Sin embargo, este trabajo está directamente ligado a tu trabajo al lado de la banda, en ese sentido, ¿los chicos y tú están al tanto de la influencia de Garbage, no solo musical, sino como un proyecto que en general ha inspirado a gente de diferentes puntos del planeta en sus más de dos décadas de trayectoria?
Bueno, creo que entendemos que estamos en música y tours alrededor del mundo, explorar y ser aventureros. Sabemos que en el mundo hay millones de artistas, músicos, cantantes, bandas y el hecho de que podamos disfrutar de una carrera hasta este momento es extraordinario. Es algo que nos hace sentir muy afortunados y como te decía, estamos muy agradecidos.
Eso me lleva a la última pregunta, mencionaste que la banda se debe de mantener haciendo cosas nuevas, en ese sentido luego de explorar tantos sonidos, géneros y estilos en el pasado, ¿qué podemos esperar de lo próximo de Garbage?
Sé que me escucho como mi madre cuando digo esto, pero mi filosofía en la vida es no esperar nada ¡No esperes nada y no te decepcionarás! [risas].
Claro, ¡así no hay expectativas falsas!
En verdad creo en esa filosofía porque no puedes saber lo que va a pasar, realmente es fascinante la experiencia química cuando atraes a las personas siendo una banda, algo mágico pasa. Lo mismo pasa con los shows en vivo: es diferente cada noche y nadie es capaz de saber lo que pasará, es realmente poderoso. Algo sucede con las personas en ese momento, eso lo hace muy especial e invaluable. Nunca trato de imaginar lo que pasará en el futuro porque no somos capaces de controlar lo que sucederá.