Cuando uno camina por Ciudad Universitaria (CU), en la Ciudad de México, se enfrenta cara a cara con una diversidad de formas y estructuras pensadas no sólo para ofrecer un uso práctico y funcional a la academia, el deporte, el desarrollo de habilidades especiales, la cultura y la relajación, sino para brindar un diseño arquitectónico y urbanístico que, además, guarda un equilibrio entre la arquitectura de vanguardia y la reserva ecológica en la que está inmersa.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha buscado desde su creación ser el espacio propicio en el que todas las ideas y visiones del mundo estén incluidas, expresadas en la interacción de la comunidad estudiantil y docente (además de los miles de visitantes que aprovechan su infraestructura) y en el arte que encontramos diseminado en los más de tres millones de metros cuadrados que integran el campus (un área más grande que el de algunas ciudades de Europa).
Entre sus cerca de mil edificios, entre facultades, bibliotecas, complejos administrativos, talleres y laboratorios, así como centros de investigación, la UNAM cuenta con algunos de los más importantes museos incluidos en la oferta de más de 350 que la ciudad pone a disposición del público de México y el mundo, superando la de ciudades como París o Nueva York.
En este nutrido cosmos cultural, el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) es el primer museo público creado ex profeso para dicha corriente de vanguardia en México, abarcando cada uno de sus aspectos: arquitectura, gestión, museología e interpretación. Sus puertas abrieron el 27 de noviembre de 2008 y es el primer recinto concebido de manera integral, al incluir desde la gestión institucional hasta el proyecto arquitectónico.
El MUAC alberga y exhibe la colección de arte contemporáneo de la UNAM, constituida por obras trascendentales en el desarrollo del arte nacional a partir de 1952. Su objetivo es amalgamar la historia de las prácticas artísticas en el país desde mediados del siglo pasado a través de dos acervos: el artístico y el documental, estableciendo también un estrecho diálogo para su estudio.
Actualmente la colección del MUAC está conformada por mil 416 obras, 26 fondos documentales y cuatro colecciones asociadas, todo esto liga- do al maravilloso concepto arquitectónico del maestro Teodoro González de León, con grandes salas que se transforman con cada muestra, amplios espacios de techos altos y una distribución que hace de cada recorrido una experiencia única.
WARP Magazine conversó con Cuauhtémoc Medina, Curador en Jefe del MUAC, quien compartió su visión del arte contemporáneo en México y el papel que juega el museo en esta interesante dinámica cultural.
«No existe una definición como tal del arte contemporáneo, pues aquello que entendemos bajo este concepto tiene como característica fundamental el existir en un espacio que está en constante discusión y transformación», asegura el doctor Medina. «Cuestiones que eran del interés de las artes visuales de los siglos XVIII, XIX y XX en México han encontrado un lugar común en lo que hoy llamamos arte contemporáneo, gracias a su constante búsqueda y experimentación».
Continúa Cuauhtémoc Medina: «Hoy en día los museos y los centros culturales entienden al arte como una experiencia presente, donde los objetos y el debate están muy lejos de la contemplación pasiva de hace algunas décadas o de la relación solitaria y fría con la interfase de una computadora.»
Muchas cosas tuvieron que pasar para consolidar el concepto que al interior del MUAC se erige, una propuesta museográfica completa en la que el entorno, la obra y la interacción con ella generan una experiencia completa. Así, este espacio se ha abierto a todas las ideas, con artistas internacionales exhibiendo su obra.
Muestras como Anish Kapoor. Arqueología: Biología, que en su primer fin de semana registró más de 16 mil visitantes, o De ida y vuelta, de Lance Wyman, artista con un vínculo importante con México al haber diseñado el logotipo de los Juegos Olímpicos de 1968 y la gráfica institucional de Sistema Colectivo Metro, han dado muestra del importante poder de convocatoria del museo y de la calidad artística que ha albergado.
En este sentido, el doctor Cuauhtémoc Medina señala: «En los años dorados del PRI y la hegemonía de un sistema político de un solo partido, al gobierno le preocupaba perder la cara, no le preocupaba perder las urnas sino mostrar un México progresista y moderno a través de actividades y sitios que proyectaran esto. Sin embargo, a pesar de ciertos esfuerzos nunca lo logró realmente, por lo complicado del aparato cultural oficial y el patrocinio estatal.
«La UNAM, bajo la rectoría del Dr. Juan Ramón de la Fuente, tomó la decisión de incrementar el campo cultural y artístico, y el frente que quiso asumir para empezar esta misión fue, justamente, el arte contemporáneo. Para ello rescató y amplió muchos museos, algunos de los cuales estaban francamente abandonados, como el del Chopo, y creó otros como el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. La necesidad de generar un espacio dedicado al arte contemporáneo lo llevó a dar vida al MUAC.»
Hoy, el MUAC es un espacio pleno que refleja la importancia del arte mexicano en el mundo y el respeto que la comunidad internacional le tiene a curadores, creadores e instituciones nacionales. Nuestro país está inmerso en el gran escenario del arte con un poder y presencia que muy pocos frentes tienen, haciéndolo de manera orgullosa y entendiendo la constante transformación artística y su entorno, con un toque sublime que integra elementos simbólicos de la cultura nacional, histórica y contemporánea.
El Museo Universitario Arte Contemporáneo es, de este modo, un hermoso territorio cuya geografía plástica, arquitectónica y conceptual nos aleja de la locura que inunda los medios digitales, un museo que funge como un oasis a la sin razón vociferante de las plataformas y las palabras, de las imágenes y las propuestas, pleno de delicias, para disfrutarlo cuando queramos.