Hoy Los Riot están de estreno. Formada en la Ciudad de México en el 2013, la agrupación presentó su nuevo EP en exclusiva para WARP. Titulado como White Lies (2018), el material es un viaje pegajoso, a través de una combinación fresca de melodías post-punk con bases de sintetizadores pop y elementos glitch, que los colocan como un proyecto propositivo e interesante de la industria independiente nacional.
Dentro de su página de Facebook, este trío de jóvenes citadinos describen que la banda nació como una necesidad de rescatar el sonido típico del Rock and Roll. Respecto a ello Toño nos respondió que “la esencia del rock es la misma evolución, siempre explorar y arriesgarse a fusionar sonidos y texturas para lograr algo revolucionario“, declaró.
Profundizando en la característica juguetona de la agrupación, el guitarrista nos comenta que “nunca hemos podido entender cómo bandas actuales quieren sonar a Led Zeppelin, son sonidos que ya fueron agotados por artistas insuperables, el rock debe de estar en constante transformación“.
La actitud vale-madrista, siempre con intenciones de sonreír y bromear bajo cualquier contexto, es uno de los elementos que han marcado a esta agrupación a lo largo de sus cinco años de vida, mismos en los cuales se han dedicado a mantener firme su visión y experimentar con sonidos que en papel no deberían de funcionar, resultando en piezas muy interesantes y de vez en cuando en verdaderos desastres.
“Ha sido difícil el hecho de no encajar con un sonido y estética predeterminados, cuando la gente ve a Los Riot es muy difícil saber qué es lo que vendrá, nuestras canciones se desenvuelven en diferentes direcciones y nunca hemos tenido un prototipo para componer“, nos declara Diego respecto a las dificultades que ha pasado la banda gracias a esta libertad que se han creado al no querer ser parte de ningún movimiento o género establecido. White Lies continúa con esta tendencia dentro de la carrera de la banda.
El disco inicia con el tema ‘G.O.D.S.P.E.E.D’, una canción nostálgica que hace uso de una línea de sintetizadores muy bailable y voces llenas de efectos para transmitir una gran energía dentro de su lírica sobre un enamoramiento. “En sus inicios era más lenta y obscura, pero para el EP decidimos subirle el tempo y hacerla más pop“, declaró el integrante Guti sobre una de las decisiones más sabias que llevaron a cabo en esta colección de canciones. “Le fuimos agregando elementos y armonías vocales, hubo nuevos experimentos incluso hasta el día de la mezcla final“.
Sin embargo, lo más interesante de la canción son cantidad de voces, coros y cantos que le agregan una dimensión muy juvenil a la canción, comparable a los inicios de bandas como Los Campesinos! o Klaxons. “Un día en la Lagunilla nos encontramos con este micrófono procesador todo místico y oxidado en un botador de antigüedades del tianguis, las voces de fondo fueron grabadas con ella, de ahí su sonido sucio“, remarcó.
De ahí el disco se mantiene con experimentos electrónicos, “no hay nada mejor que aquella música que te invita a bailar y destruirte toda la noche”, dice Toño respecto a la sabrosura de la cultura club; sin olvidar nunca su base punk que llega de bandas como Misfits, “música melodiosa, pop en extremo, distorsión y fragilidad palpable aunada a esa actitud ‘chinga tu madre’ total“, describe Guti, agregando que además son igual de inadaptados.
“La grabación del disco fue una gran experiencia, a diferencia de nuestras vivencias previas en estudios. Las canciones de este disco tenían al menos un año y medio produciéndose, pero no queríamos llegar con un productor que no entendieron las necesidades de la banda, de ahí que decidiéramos mantenerlo casero“, declaró Diego respecto al estilo DIY que cargan todas las canciones del disco.
El estilo fue impreso perfectamente en la portada, un diseño de Yair Huerta (@Shoot_One) que es un “artista gráfico, genio y loco que salió con esto“. Una chica a colores brillantes, rodeada por graffitis con frases irónicas, referencias a la cultura pop y una ventana en forma de murciélago sobre su ojo izquierdo. Debrayado, sin sentido, pero a la vez muy llamativo, fresco y divertido, eso son Los Riot.